Todas las historias de éxito tienen algo en común: una meta.
La importancia de tener una visión, soñar en grande y de fijar metas.
Poner tus metas por escrito es la fuerza impulsora.
Es lo que te hará levantarte cada mañana, porque hay tanto por hacer, tanto que lograr.
Y no hay nada mejor que marcar todo lo que has hecho al final del día.
Tener metas por escrito te hará más exitoso, y haber escrito metas bien planeadas que puedas revisar cada día te hará superexitoso.
Invertir el tiempo y la energía mental para fijar metas significativas en cada área de tu vida producirá una motivación interna y permanente.
Al concentrarte cada vez más en tus metas, pensarás cada vez menos en tus problemas y preocupaciones.
Las metas te brindan claridad de resultados.
Cuando sabes específicamente hacia dónde te diriges, es bastante simple evaluar las oportunidades y determinar cuáles coinciden con tus objetivos.
Recuérdate constantemente que cada oportunidad o actividad te está acercando o alejando del logro de tus metas.
Lo sepamos o no, todos tenemos metas.
El desafío es que la mayoría tiene metas diminutas con poco o ningún valor motivador.
Recuerda que las metas grandes generan mucha motivación y energía, mientras que las metas pequeñas producen poca motivación.
Seguir tus metas debe ser divertido e interesante, como un pasatiempo favorito.
Al fijar metas comienzas a asumir el control personal de tu vida.
Los ganadores pueden decirte a dónde se dirigen, lo que piensan hacer en el camino y quiénes están compartiendo la aventura con ellos.
