viernes, abril 11, 2014

LAS 12 FOTOGRAFIAS MAS CONMOVEDORAS DE LA HISTORIA



Un niño desnutrido y un misionero

El interior de una cámara de gas en Auschwitz

Cirujano de corazón después de un exitoso transplante de 23 horas de duración. Su asistente está durmiendo en el rincón

Terri Gurrola se reúne con su hija después de pasar 7 meses en servicio en Iraq

Hombres sin techo en India esperan para recibir comida gratuita, distribuida fuera de la mezquita delante de Eid al-Fitr, en Nueva Delhi, India

El perro Zanjeer salvó miles de vidas durante las explosiones en serie de Mumbai en marzo de 1993, detectando más de 3329 kg del explosivo RDX, 600 detonadores, 249 granadas de mano y 6406 cartuchos de municiones. Lo enterraron con honores en el año 2000

Padre alcohólico con su hijo

Una perrita llamada “Leao” permanece sentada por segundo día consecutivo en la tumba de su dueño, que murió en los terribles aludes cerca de Río de Janeiro en 2011

“Espérame, papá”, por Claude P. Dettloff en New Westminster, Canadá, el 1 de octubre de 1940

Un veterano de la Segunda Guerra Mundial finalmente encontró el viejo tanque ruso dentro del cual sobrevivió la guerra completa, ubicado como monumento en un pequeño pueblo en Rusia

Las tumbas de una mujer católica y su marido protestante, en Holanda, 1888

Soldados rusos se preparan para la Batalla de Kursk, en julio de 1943

Fuente: boredpanda.com


lunes, abril 07, 2014

HOMBRES VIOLENTOS LLEVAN TERAPIA PARA EVITAR FEMINICIDIOS

En Lima y Callao, 2 centros del Estado dan tratamiento a más de 50 sentenciados por violencia familiar.

El tratamiento para hombres violentos que brindan los dos centros de asistencia institucional del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables constan de terapias grupales. (Foto: Nancy Chappell / El Comercio)
LOURDES FERNÁNDEZ @LulitaFC

Redactora de Sociedad

Veinticuatro zapatos están alineados en un rincón del salón. En otra de las esquinas, están sus dueños, unos doce hombres que fueron sentenciados por el Poder Judicial por haber agredido a sus parejas. “Al principio lo vi como un castigo y me costó venir. Ahora, estoy empezando a entender lo que hice”, dice Silvio Romero, de 53 años, quien descalzo inicia la terapia a la que asiste desde hace dos meses.

Como Silvio otros 55 hombres considerados violentos asisten una vez por semana al Centro de Asistencia Institucional (CAI) del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), ubicado en Breña. En este centro son atendidos por especialistas para evitar que su agresividad pueda concluir en feminicidio. “Trabajamos en grupos para que empiecen a reconstruir su mundo y desterrar la ira y la violencia”, cuenta el coordinador del CAI, Óscar Huacho Arroyo.

Esta rabia es la que César trata de apaciguar desde hace un año. Con una formación militar a cuestas, César tiene una lucha diaria con sus emociones. Hace dos años estuvo a punto de matar a golpes a su esposa luego de enterarse que le había sido infiel. Ahora se siente tan culpable que al recordarlo la voz se le quiebra y los ojos se le llenan de lágrimas. “Me enteré de que me engaño y la castigué. La golpeé y tenía ganas de matarla, pero pensé en mis hijos”, recuerda.

César dice haber aprendido a controlar esa rabia que le enciende la sangre cada vez que tiene una discusión. Cuando me da calor a la cara y me sudan las manos, digo ya vengo, salgo y como una hora después regreso y pregunto si puedo seguir conversando, precisa. Ahora, dice, sabe perdonar y ha decidido retomar la relación con su esposa y demostrarle que ha cambiado.

UNA TERAPIA QUE CUESTA

Los doce hombres descalzos se ponen de pie. “Agárrense de las manos y mírense fijamente”, dice Huacho casi susurrando. Unas risas nerviosas rompen el silencio. “No estamos acostumbrados a esto”, replica otro de los asistentes intentando no soltar las manos de su compañero.

“Lidiar con emociones no es fácil. Hay usuarios que están un mes y luego deciden no venir porque no pueden abandonar el machismo con el que fueron criados”, agrega Huacho.
Este es el principal problema del programa. Pese a ello, tanto el CAI de Breña como el de Carmen de la Legua, en el Callao, han recibido a 470 sentenciados desde el 2010. La mayoría de agresores que asiste a los CAI, tiene entre 36 a 45 años de edad. El alcohol y drogas, así como los celos, son los detonantes de sus conductas agresivas.

¿Cuánto pueden cambiar los sentenciados? Según el MIMP, se necesita por lo menos un año de terapias para ver cambios. “Es un proceso largo, lo que también incluye algunas recaídas”, sentencia Huacho.

Fuente: http://elcomercio.pe/lima/ciudad/hombres-violentos-llevan-terapia-evitar-feminicidios-noticia-1720940


domingo, abril 06, 2014

TERAPIA DEL SOL

Las personas deprimidas no suelen mirar
hacia el Cielo.






















Increíble foto (no editada) tomada desde un avión de un arco iris bajo las nubes.