Desde que el ser humano tiene memoria, siempre, en el saber popular se ha dicho que los hombres y las mujeres somos muy diferentes en muchos aspectos de la vida.
Somos especies diferentes, se suele decir, y es muy cierto. No nos comportamos igual. La ciencia ha ido aportando pruebas y datos a esta diferencia que hay entre Marte y Venus. Veamos un recuento de las diez diferencias que ha descubierto la ciencia últimamente:
1- Hombres y mujeres tienen circuitos cerebrales diferentes
Siempre se ha sospechado que los cerebros de las mujeres y los de los hombres son un poco diferentes. Ahora la ciencia está apoyando un dato del saber popular: un nuevo estudio descubrió que los hombres tienen más sinapsis conectando a las células en una región particular del cerebro.
2- Las mujeres sienten el dolor de forma diferente a los hombres
Hasta ahora se ha asumido que las mujeres tenían un alto nivel de tolerancia al dolor, bastante más alto que el de los hombres, esto para ayudarlas a lidiar con la agonía de dar a luz o con sus dolores menstruales. Pero el asunto es que en realidad las mujeres sienten el dolor de una forma muy diferente.
3- Los hombres son más propensos a tener problemas de memoria que las mujeres
Es típico en las mujeres quejarse de la mala memoria de los hombres, lo admito, nuestra reputación en ese aspecto es bastante mala. Los hombres tendemos a olvidar aniversarios, cumpleaños, etc. Así al menos lo dice el estereotipo de hombre, es lo que dice la cultura popular. Ahora un estudio científico ha llegado para probarlo como la ciencia manda.
4- Estar en buena forma es más difícil para las mujeres que para los hombres
Las mujeres de más de 65 años encuentran más difícil que los hombres de la misma edad conservar sus músculos, lo que probablemente tiene un impacto en su capacidad para permanecer en buena forma física. Por primera vez los científicos han demostrado que es más duro para las mujeres reemplazar la masa muscular que se pierde naturalmente con la edad. Esto se debe a las diferencias entre el cuerpo masculino y femenino en cuanto al aprovechamiento de la comida.
5- Dormir mal es más dañino para las mujeres que para los hombres
Desde hace tiempo se sabe que un sueño deficiente daña más a las mujeres que a los hombres, ahora investigadores de la Universidad Duke han descubierto por qué.
El estudio, publicado en Brain, Behavior and Immunity, descubrió que el sueño deficiente está asociado con problemas psicológicos (angustia)y un elevado riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2. Y descubrieron también que esto se daba mucho más en las mujeres que en los hombres.
6- Mujeres y hombres tendrían diferentes estructuras cerebrales
Durante mucho tiempo se pensó que la arquitectura cerebral era la misma para todos y que las diferencias entre comportamientos y actitudes, entre hombres y mujeres, se debía a las diferencias hormonales y por supuesto a las presiones sociales. Sin embargo los científicos están encontrando evidencia que sugiere que el cerebro de hombres y mujeres se forman a partir de distintas “programaciones” genéticas y que existen diferencias entre algunos circuitos neurológicos y la concentración de neurotransmisores.
7- Hombres y mujeres discuten de forma diferente
Algo que se puede decir que caracteriza al ser humano es la discusión. Junten a dos personas y ya tendrán una discusión asegurada, incluso alguno que otro discute solo.
Se discute sobre cualquier cosa, si bien cada uno tiene un estilo diferente. Está el sumiso, pasivo, agresivo, abusivo-pasivo, agresivo-abusivo, sumiso-agresivo, etc.
8- Las mujeres se preocupan más que los hombres
Es sabido por los científicos desde hace tiempo que las mujeres en general, de todas las edades, tienden a preocuparse más, y a tener preocupaciones más intensas que los hombres. Las mujeres también tienden a percibir más riesgos en situaciones y a volverse más ansiosas que los hombres. Esto se sabía, sí, pero no la razón de porqué es así. (Son más depresivas también)
9- Diferencias en cómo hombres y mujeres leen el lenguaje no verbal
El lenguaje no verbal lo usamos cuando nos comunicamos con alguien, al tiempo que hablamos, o a veces incluso sin hablar, estamos comunicando con los movimientos de las manos, del cuerpo, las expresiones del rostro, etc.
Según los psicólogos las mujeres son mejores que los hombres para interpretar el lenguaje no verbal, lo que delata nuestro comportamiento. Pero un nuevo estudio dice que la facilidad para leer a otros tiene más que ver con metas interpersonales.
10- En las fotos de desnudos, los hombres miran primero el rostro
Después de todo es verdad lo que los hombres le dicen siempre a las mujeres: “lo primero que miro en una mujer es si tiene rostro bonito”. Al menos eso confirma un estudio publicado en la revista Hormones and Behavior.
Uno esperaría que los hombres y mujeres miren las fotografías sexuales de una forma diferente, pero lo que descubrió este nuevo estudio es que los hombres, más que las mujeres, son los que tienden más a mirar primero el rostro antes que otras partes del cuerpo desnudo.
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martes, marzo 08, 2011
TOP 10 DIFERENCIAS ENTRE HOMBRES Y MUJERES
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Psicólogos Perú: Hipnosis y regresiones. Terapia de Pareja. Psicólogo Luis Venegas Chalen.
lunes, marzo 07, 2011
NEURONAS DALAI LAMA o NEURONAS ESPEJO
"Todo el mundo lleva un Dalai Lama en su cabeza".
Los neurocientíficos han constatado que estamos biológicamente equipados para la empatía, para sentir lo que sienten los otros. Esto es así gracias a unas neuronas llamadas espejo. Dicen que su descubrimiento hará tanto por la psicología como hizo el ADN por la biología.
Bien es cierto que en muchas ocasiones no es más que una fórmula automática, pero resulta que eso de “te acompaño en el sentimiento” tiene un lugar en el cerebro y un fundamento científico. El mismo que explica la congoja que experimentamos al ver que Bergman y Bogart van a separarse para siempre al final de Casablanca, o el escalofrío que nos invade cuando al superhéroe Cruise le insertan brutalmente un chip a través de la nariz en la enésima entrega de Misión imposible. ¿No es cierto que basta que un niño comience a llorar para que haya un estallido casi general en la guardería? En definitiva, que los neurocientíficos han constatado que estamos biológicamente equipados para la empatía, para romper las barreras que nos separan de los otros y sentir como ellos. Y aún más, el cerebro humano tiene herramientas para leer las mentes ajenas y, en cierto modo, para predecir el futuro.
Tan delicadas tareas corren a cargo de las denominadas neuronas espejo, rebautizadas por Vilayanur Ramachandran, director del Centro de Cerebro y Cognición de la Universidad de California, como “las neuronas Dalai Lama” por su empatía y compasión. El mismo investigador ha llegado a afirmar que “el descubrimiento de las neuronas espejo hará por la psicología lo que el ADN por la biología”. Por su parte, el padre del hallazgo, Giacomo Rizzolatti, de la Universidad de Parma (Italia), se muestra modesto cuando se le pregunta su opinión. “Es un poco exagerado, pero quizá Ramachandran tenga razón porque el mecanismo de espejo explica muchas cosas que antes no se comprendían”.
El equipo de Rizzolatti las encontró por casualidad a principios de los años noventa, aunque, como ha explicado en alguna ocasión el investigador italiano, les costó varios años creerse lo que estaban viendo. Y no es para menos, porque lo que en su momento parecía ser simplemente un sistema de imitación de movimientos se está convirtiendo con los años y con los resultados de múltiples trabajos en una potencial revolución dentro de las neurociencias. En el sistema de espejo podría encontrarse la clave de nuestra condición como seres sociales, de los procesos de aprendizaje, de trastornos tan complejos como el autismo e incluso de la evolución del lenguaje.
Pero eso no es todo, las neuronas espejo se perfilan como un auténtico pozo de sabiduría, hay quienes sugieren que en ellas se encuentran las bases de algo tan alejado hasta ahora de la biología como los sistemas éticos, algunas tradiciones místicas o la cultura.
Como el propio Rizzolatti admite, su equipo tuvo la suerte de estar en el lugar justo para encontrar este tesoro neurológico. En aquella época estaban estudiando en monos un área de la corteza cerebral asociada al movimiento. Para ello habían conectado de forma permanente una serie de electrodos en la cabeza de los animales de tal modo que cuando cogían o movían objetos, el monitor emitía un chasquido que significaba que las neuronas se encendían, que estaban trabajando. Un buen día, los científicos descubrieron con sorpresa que los chasquidos no sólo aparecían cuando el propio animal recogía los cacahuetes y los abría, sino que también se podían oír cuando veía a otro mono o incluso a los investigadores hacerlo. Es decir, que para su cerebro era lo mismo llevarse la golosina a la boca o que otro lo hiciera. Es más, los investigadores comprobaron que el sonido de abrir el cacahuete era suficiente para que las neuronas de “me lo voy a comer”, más tarde denominadas espejo, se pusieran en marcha. Las técnicas de imagen confirmaron más tarde que los humanos también disponen de un sistema de espejo, pero más sofisticado.
Aunque hay muchas preguntas por contestar en cuanto a la ubicación y distribución de las neuronas espejo en el cerebro sapiens, lo que parece claro es que la base del funcionamiento es la misma que en los simios. Cuando un individuo ve a alguien coger una pelota, su cerebro la coge también y vive todo el proceso de lanzarla como si realmente lo estuviera haciendo. De hecho, un trabajo realizado en el University College London con bailarines del London’s Royal Ballet y expertos en capoeira –una danza marcial brasileña– demostró que el cerebro de ambos grupos ejecutaba exactamente el mismo baile que estaban contemplando en una pantalla realizado por otros. Sus neuronas danzaban solas porque ellos ya habían aprendido los pasos y no necesitaban materializarlos con el movimiento de su cuerpo. La conclusión inmediata de este hallazgo la daba uno de los investigadores del grupo británico, Patrick Haggard: “Un bailarín lesionado podría conservar su destreza sin ni siquiera moverse, simplemente mirando a otros bailar”. Obviamente, semejante ventaja es aplicable a otras muchas disciplinas e incluso a la psicoterapia por medio de las visualizaciones o de la práctica mental.
Pero el sistema de espejo no se detiene en los movimientos, sino que también refleja aspectos más sutiles del comportamiento, como son las emociones. “El mensaje más importante de las neuronas espejo es que demuestran que verdaderamente somos seres sociales. Nos ponen en el lugar del otro, pero no de forma abstracta o intelectual, sino sintiendo como él”, asegura Rizzolatti. Los científicos han constatado que las personas que obtienen una mayor puntuación en los tests que miden la empatía presentan mayor actividad en las neuronas espejo. Por otro lado, numerosos experimentos han demostrado que la gente tiene tendencia a imitar de forma inconsciente los movimientos de los desconocidos porque esta especie de empatía motora facilita considerablemente las relaciones y la aceptación mutua. Eso sí, también se ha descubierto que las neuronas espejo no se dejan engañar por pantomimas; cuando se finge, estas inteligentes células ni se inmutan.
Los múltiples estudios que experimentan con todo tipo de emociones no dejan de confirmar que lo que ocurre en el exterior se vive de igual manera en el interior. Por ejemplo, el asco. El cerebro se enciende del mismo modo cuando un individuo pone delante de su nariz unos huevos podridos que si ve a otra persona haciendo un gesto de repugnancia ante semejante olor. Lo bueno es que con las emociones o sensaciones positivas también funciona. En un estudio publicado el año pasado, Christian Keysers, de la Universidad de Groningen (Holanda), pudo constatar que existe lo que se podría denominar empatía por vía tópica, o si se quiere, empatía táctil. La corteza cerebral de un grupo de voluntarios que se prestaron para el experimento reaccionó igual cuando les tocaban suavemente la pierna que cuando veían que la caricia se hacía a otra persona. De hecho, los científicos afirman que el sistema de espejo puede explicar el gusto de algunos por la pornografía porque contemplar una escena tórrida altera las neuronas del mismo modo que protagonizarla. Claro que en este terreno y en el de las caricias hay otros muchos elementos que entran en juego y que no se pueden explicar con el sistema de espejo, así que es aconsejable seguir experimentando en directo.
Keysers también ha observado que emociones sociales como la culpa, la vergüenza, el orgullo e incluso la humillación se reflejan en las neuronas espejo. Este investigador ha registrado la reacción de empatía de un observador ante el rechazo social. Todas esas emociones asociadas al contacto entre humanos tienen un lugar muy específico en el cerebro. Y lo que realmente convierte el sistema de espejo en el Dalai Lama que mencionaba Ramachandran es que una representación mental de lo que acontece en el mundo es suficiente para que se manifieste su empatía, o sea, que lo de “ojos que no ven, corazón que no siente” parece no ser cierto científicamente. “Tenemos un sistema que resuena. El ser humano está concebido para reaccionar ante los otros. El egoísmo, la idea de que cada uno tiene que hacer su vida y no ocuparse del resto son aspectos de la vida moderna. La naturaleza es justo lo contrario. Yo creo que cuando la gente dice que no es feliz y que no sabe la razón, es porque no tiene contacto social”, dice Rizzolatti. Eso sí, tal como afirma Marco Iacoboni, otro experto en esta área de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA): “Sin la consciencia de uno mismo y del otro no es posible ponerse en el lugar del otro”.
Las neuronas espejo están también estrechamente relacionadas con la educación y la cultura. La imitación es un elemento clave para el aprendizaje, y es precisamente el sistema de espejo el que permite imitar. “En Occidente, la imitación está muy mal vista, pero es la base de la cultura. Se dice: “No imites, tienes que ser original”. Es un error. Primero tienes que imitar, y después puedes ser original”, dice Rizzolatti. Desde el momento en que abandonamos el útero estamos en disposición de repetir lo que vemos en el entorno, se ha observado que bebés de tan sólo unos minutos de vida son capaces de sacar la lengua a un adulto que les está haciendo ese gesto.
Parece que las neuronas espejo aportan una parte más de verdad al dicho “de tal palo, tal astilla” y añaden otra dosis de responsabilidad a los padres y educadores, que podrán verse reflejados en las generaciones que los siguen por la huella dejada en sus neuronas. En este sentido, los científicos hacen una interesante observación relativa a la exposición a escenas de violencia, bien en directo o en una pantalla. “El sistema de espejo puede activarse en el cerebro y facilitar la tendencia a volverse violento”, explica Iacoboni. Este hecho, unido a que algunos expertos afirman que estas neuronas son la base biológica de la cultura porque gracias a ellas se transmite de una generación a las siguientes, invita, cuando menos, a la reflexión sobre la herencia cultural y emocional. Y un dato a considerar, un trabajo publicado el año pasado sugería que a partir de los 15 meses los niños son capaces de detectar las acciones de los demás que están basadas en falsas creencias. “Nacemos con ciertas capacidades, pero la educación es muy importante. La sociedad refuerza los instintos básicos o va en contra de ellos”, afirma Rizzolatti.
Y puesto que el sistema de espejo parece ser el testigo del presente en su camino hacia el futuro, es de suponer que también almacene el recorrido del pasado a modo de un ADN neuronal que porta la herencia cultural. “La aparición de un sofisticado sistema de espejo estableció las bases para la emergencia, en los primeros homínidos, de numerosas habilidades específicamente humanas tales como el lenguaje y la empatía”, asegura Ramachandran. De este modo, las innovaciones surgidas entre nuestros ancestros no se perdieron como peculiaridades exclusivas de un individuo que había logrado construir un raro utensilio que cortaba, sino que gracias a la imitación se fueron propagando entre los miembros del clan. Y de las herramientas a las construcciones, y del lenguaje a los sistemas filosóficos, y todavía no hemos terminado.
Quizá una de las habilidades más llamativas de las neuronas espejo sea la de leer el pensamiento y anticipar el futuro. “Permiten leer la mente de los otros porque te ayudan a entender sus intenciones”, explica Iacoboni, líder del equipo que hizo el descubrimiento. De hecho, lo que parecen realmente activar estas células no es la acción en sí, sino su objetivo. Todo esto ocurre de forma inconsciente, no es necesario ningún esfuerzo, nuestro cerebro interpreta y responde a las intenciones sin que nos demos cuenta. “No pensamos lo que otra persona está haciendo o sintiendo, simplemente lo sabemos”, dice Vittorio Gallese, de la Universidad de Parma. Este baile de percepciones en el complejo entramado de relaciones sociales es el que aporta la gama de colores a los contactos entre individuos. Desde un punto de vista más básico también permite sobrevivir, porque no es lo mismo que el vecino de enfrente levante la mano para saludar que para golpear. Al igual que ocurre con la empatía, también en este caso hay personas con mejores antenas que otras para captar a los demás, presumiblemente su sistema de espejo es más activo.
Una cuestión muy interesante relativa a la percepción de emociones y sensaciones es su relación con un estado corporal determinado. Antonio Damasio, prestigioso neurólogo que recibió el Premio Príncipe de Asturias 2005, lleva años trabajando en la Universidad de Iowa sobre la conexión entre mente y cuerpo. Para Damasio, el cerebro es una extensión del cuerpo, y hay una clara consonancia entre los sentimientos, las emociones y el estado físico.
De forma sencilla, se podría decir que a cada emoción le corresponde un estado físico. En consecuencia, la empatía no es sólo un proceso mental, sino que implica a todo el cuerpo. Los espejos cerebrales captan lo que ocurre en el exterior, lo integran en sus redes y a continuación las emociones descienden desde las alturas neuronales como si de una ducha sensorial se tratara para encarnarse en el cuerpo. “Esto es realmente tener empatía. Por medio de un estado neural compartido en dos cuerpos diferentes […], el otro objeto se convierte en otro yo”, escribía Gallese en un artículo.
La relación cuerpo y mente-emociones es algo muy presente desde hace mucho tiempo en las denominadas medicinas complementarias. Ahora, los científicos aseguran que semejante relación abre importantes perspectivas en el área de la psicoterapia. Donde ya está clara la implicación de las neuronas espejo es en el autismo. Numerosos trabajos indican que los individuos que padecen este trastorno, caracterizado precisamente por la incapacidad para comprender las acciones y las emociones de los demás, presentan una actividad anormalmente reducida del sistema de espejo. Disolver las barreras entre el individuo y lo que lo rodea es, según Ramachandran, la base de muchos sistemas éticos y, particularmente, de las grandes tradiciones místicas orientales.
El sistema de espejo hace precisamente eso; por tanto, “puede usarse para proporcionar una base racional en vez de religiosa para la ética”. Y esto es sólo el principio de lo que se puede extraer de las neuronas espejo, porque se han convertido en el centro de interés de neurocientíficos, psicólogos, filósofos y antropólogos, sumergidos en un intenso debate sobre las implicaciones en numerosas áreas del conocimiento. En cualquier caso, lo que ya es evidente es que no hay excusa para no mostrar empatía y comprensión, todo el mundo lleva un Dalai Lama en su cabeza.
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Los neurocientíficos han constatado que estamos biológicamente equipados para la empatía, para sentir lo que sienten los otros. Esto es así gracias a unas neuronas llamadas espejo. Dicen que su descubrimiento hará tanto por la psicología como hizo el ADN por la biología.
Bien es cierto que en muchas ocasiones no es más que una fórmula automática, pero resulta que eso de “te acompaño en el sentimiento” tiene un lugar en el cerebro y un fundamento científico. El mismo que explica la congoja que experimentamos al ver que Bergman y Bogart van a separarse para siempre al final de Casablanca, o el escalofrío que nos invade cuando al superhéroe Cruise le insertan brutalmente un chip a través de la nariz en la enésima entrega de Misión imposible. ¿No es cierto que basta que un niño comience a llorar para que haya un estallido casi general en la guardería? En definitiva, que los neurocientíficos han constatado que estamos biológicamente equipados para la empatía, para romper las barreras que nos separan de los otros y sentir como ellos. Y aún más, el cerebro humano tiene herramientas para leer las mentes ajenas y, en cierto modo, para predecir el futuro.
Tan delicadas tareas corren a cargo de las denominadas neuronas espejo, rebautizadas por Vilayanur Ramachandran, director del Centro de Cerebro y Cognición de la Universidad de California, como “las neuronas Dalai Lama” por su empatía y compasión. El mismo investigador ha llegado a afirmar que “el descubrimiento de las neuronas espejo hará por la psicología lo que el ADN por la biología”. Por su parte, el padre del hallazgo, Giacomo Rizzolatti, de la Universidad de Parma (Italia), se muestra modesto cuando se le pregunta su opinión. “Es un poco exagerado, pero quizá Ramachandran tenga razón porque el mecanismo de espejo explica muchas cosas que antes no se comprendían”.
El equipo de Rizzolatti las encontró por casualidad a principios de los años noventa, aunque, como ha explicado en alguna ocasión el investigador italiano, les costó varios años creerse lo que estaban viendo. Y no es para menos, porque lo que en su momento parecía ser simplemente un sistema de imitación de movimientos se está convirtiendo con los años y con los resultados de múltiples trabajos en una potencial revolución dentro de las neurociencias. En el sistema de espejo podría encontrarse la clave de nuestra condición como seres sociales, de los procesos de aprendizaje, de trastornos tan complejos como el autismo e incluso de la evolución del lenguaje.
Pero eso no es todo, las neuronas espejo se perfilan como un auténtico pozo de sabiduría, hay quienes sugieren que en ellas se encuentran las bases de algo tan alejado hasta ahora de la biología como los sistemas éticos, algunas tradiciones místicas o la cultura.
Como el propio Rizzolatti admite, su equipo tuvo la suerte de estar en el lugar justo para encontrar este tesoro neurológico. En aquella época estaban estudiando en monos un área de la corteza cerebral asociada al movimiento. Para ello habían conectado de forma permanente una serie de electrodos en la cabeza de los animales de tal modo que cuando cogían o movían objetos, el monitor emitía un chasquido que significaba que las neuronas se encendían, que estaban trabajando. Un buen día, los científicos descubrieron con sorpresa que los chasquidos no sólo aparecían cuando el propio animal recogía los cacahuetes y los abría, sino que también se podían oír cuando veía a otro mono o incluso a los investigadores hacerlo. Es decir, que para su cerebro era lo mismo llevarse la golosina a la boca o que otro lo hiciera. Es más, los investigadores comprobaron que el sonido de abrir el cacahuete era suficiente para que las neuronas de “me lo voy a comer”, más tarde denominadas espejo, se pusieran en marcha. Las técnicas de imagen confirmaron más tarde que los humanos también disponen de un sistema de espejo, pero más sofisticado.
Aunque hay muchas preguntas por contestar en cuanto a la ubicación y distribución de las neuronas espejo en el cerebro sapiens, lo que parece claro es que la base del funcionamiento es la misma que en los simios. Cuando un individuo ve a alguien coger una pelota, su cerebro la coge también y vive todo el proceso de lanzarla como si realmente lo estuviera haciendo. De hecho, un trabajo realizado en el University College London con bailarines del London’s Royal Ballet y expertos en capoeira –una danza marcial brasileña– demostró que el cerebro de ambos grupos ejecutaba exactamente el mismo baile que estaban contemplando en una pantalla realizado por otros. Sus neuronas danzaban solas porque ellos ya habían aprendido los pasos y no necesitaban materializarlos con el movimiento de su cuerpo. La conclusión inmediata de este hallazgo la daba uno de los investigadores del grupo británico, Patrick Haggard: “Un bailarín lesionado podría conservar su destreza sin ni siquiera moverse, simplemente mirando a otros bailar”. Obviamente, semejante ventaja es aplicable a otras muchas disciplinas e incluso a la psicoterapia por medio de las visualizaciones o de la práctica mental.
Pero el sistema de espejo no se detiene en los movimientos, sino que también refleja aspectos más sutiles del comportamiento, como son las emociones. “El mensaje más importante de las neuronas espejo es que demuestran que verdaderamente somos seres sociales. Nos ponen en el lugar del otro, pero no de forma abstracta o intelectual, sino sintiendo como él”, asegura Rizzolatti. Los científicos han constatado que las personas que obtienen una mayor puntuación en los tests que miden la empatía presentan mayor actividad en las neuronas espejo. Por otro lado, numerosos experimentos han demostrado que la gente tiene tendencia a imitar de forma inconsciente los movimientos de los desconocidos porque esta especie de empatía motora facilita considerablemente las relaciones y la aceptación mutua. Eso sí, también se ha descubierto que las neuronas espejo no se dejan engañar por pantomimas; cuando se finge, estas inteligentes células ni se inmutan.
Los múltiples estudios que experimentan con todo tipo de emociones no dejan de confirmar que lo que ocurre en el exterior se vive de igual manera en el interior. Por ejemplo, el asco. El cerebro se enciende del mismo modo cuando un individuo pone delante de su nariz unos huevos podridos que si ve a otra persona haciendo un gesto de repugnancia ante semejante olor. Lo bueno es que con las emociones o sensaciones positivas también funciona. En un estudio publicado el año pasado, Christian Keysers, de la Universidad de Groningen (Holanda), pudo constatar que existe lo que se podría denominar empatía por vía tópica, o si se quiere, empatía táctil. La corteza cerebral de un grupo de voluntarios que se prestaron para el experimento reaccionó igual cuando les tocaban suavemente la pierna que cuando veían que la caricia se hacía a otra persona. De hecho, los científicos afirman que el sistema de espejo puede explicar el gusto de algunos por la pornografía porque contemplar una escena tórrida altera las neuronas del mismo modo que protagonizarla. Claro que en este terreno y en el de las caricias hay otros muchos elementos que entran en juego y que no se pueden explicar con el sistema de espejo, así que es aconsejable seguir experimentando en directo.
Keysers también ha observado que emociones sociales como la culpa, la vergüenza, el orgullo e incluso la humillación se reflejan en las neuronas espejo. Este investigador ha registrado la reacción de empatía de un observador ante el rechazo social. Todas esas emociones asociadas al contacto entre humanos tienen un lugar muy específico en el cerebro. Y lo que realmente convierte el sistema de espejo en el Dalai Lama que mencionaba Ramachandran es que una representación mental de lo que acontece en el mundo es suficiente para que se manifieste su empatía, o sea, que lo de “ojos que no ven, corazón que no siente” parece no ser cierto científicamente. “Tenemos un sistema que resuena. El ser humano está concebido para reaccionar ante los otros. El egoísmo, la idea de que cada uno tiene que hacer su vida y no ocuparse del resto son aspectos de la vida moderna. La naturaleza es justo lo contrario. Yo creo que cuando la gente dice que no es feliz y que no sabe la razón, es porque no tiene contacto social”, dice Rizzolatti. Eso sí, tal como afirma Marco Iacoboni, otro experto en esta área de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA): “Sin la consciencia de uno mismo y del otro no es posible ponerse en el lugar del otro”.
Las neuronas espejo están también estrechamente relacionadas con la educación y la cultura. La imitación es un elemento clave para el aprendizaje, y es precisamente el sistema de espejo el que permite imitar. “En Occidente, la imitación está muy mal vista, pero es la base de la cultura. Se dice: “No imites, tienes que ser original”. Es un error. Primero tienes que imitar, y después puedes ser original”, dice Rizzolatti. Desde el momento en que abandonamos el útero estamos en disposición de repetir lo que vemos en el entorno, se ha observado que bebés de tan sólo unos minutos de vida son capaces de sacar la lengua a un adulto que les está haciendo ese gesto.
Parece que las neuronas espejo aportan una parte más de verdad al dicho “de tal palo, tal astilla” y añaden otra dosis de responsabilidad a los padres y educadores, que podrán verse reflejados en las generaciones que los siguen por la huella dejada en sus neuronas. En este sentido, los científicos hacen una interesante observación relativa a la exposición a escenas de violencia, bien en directo o en una pantalla. “El sistema de espejo puede activarse en el cerebro y facilitar la tendencia a volverse violento”, explica Iacoboni. Este hecho, unido a que algunos expertos afirman que estas neuronas son la base biológica de la cultura porque gracias a ellas se transmite de una generación a las siguientes, invita, cuando menos, a la reflexión sobre la herencia cultural y emocional. Y un dato a considerar, un trabajo publicado el año pasado sugería que a partir de los 15 meses los niños son capaces de detectar las acciones de los demás que están basadas en falsas creencias. “Nacemos con ciertas capacidades, pero la educación es muy importante. La sociedad refuerza los instintos básicos o va en contra de ellos”, afirma Rizzolatti.
Y puesto que el sistema de espejo parece ser el testigo del presente en su camino hacia el futuro, es de suponer que también almacene el recorrido del pasado a modo de un ADN neuronal que porta la herencia cultural. “La aparición de un sofisticado sistema de espejo estableció las bases para la emergencia, en los primeros homínidos, de numerosas habilidades específicamente humanas tales como el lenguaje y la empatía”, asegura Ramachandran. De este modo, las innovaciones surgidas entre nuestros ancestros no se perdieron como peculiaridades exclusivas de un individuo que había logrado construir un raro utensilio que cortaba, sino que gracias a la imitación se fueron propagando entre los miembros del clan. Y de las herramientas a las construcciones, y del lenguaje a los sistemas filosóficos, y todavía no hemos terminado.
Quizá una de las habilidades más llamativas de las neuronas espejo sea la de leer el pensamiento y anticipar el futuro. “Permiten leer la mente de los otros porque te ayudan a entender sus intenciones”, explica Iacoboni, líder del equipo que hizo el descubrimiento. De hecho, lo que parecen realmente activar estas células no es la acción en sí, sino su objetivo. Todo esto ocurre de forma inconsciente, no es necesario ningún esfuerzo, nuestro cerebro interpreta y responde a las intenciones sin que nos demos cuenta. “No pensamos lo que otra persona está haciendo o sintiendo, simplemente lo sabemos”, dice Vittorio Gallese, de la Universidad de Parma. Este baile de percepciones en el complejo entramado de relaciones sociales es el que aporta la gama de colores a los contactos entre individuos. Desde un punto de vista más básico también permite sobrevivir, porque no es lo mismo que el vecino de enfrente levante la mano para saludar que para golpear. Al igual que ocurre con la empatía, también en este caso hay personas con mejores antenas que otras para captar a los demás, presumiblemente su sistema de espejo es más activo.
Una cuestión muy interesante relativa a la percepción de emociones y sensaciones es su relación con un estado corporal determinado. Antonio Damasio, prestigioso neurólogo que recibió el Premio Príncipe de Asturias 2005, lleva años trabajando en la Universidad de Iowa sobre la conexión entre mente y cuerpo. Para Damasio, el cerebro es una extensión del cuerpo, y hay una clara consonancia entre los sentimientos, las emociones y el estado físico.
De forma sencilla, se podría decir que a cada emoción le corresponde un estado físico. En consecuencia, la empatía no es sólo un proceso mental, sino que implica a todo el cuerpo. Los espejos cerebrales captan lo que ocurre en el exterior, lo integran en sus redes y a continuación las emociones descienden desde las alturas neuronales como si de una ducha sensorial se tratara para encarnarse en el cuerpo. “Esto es realmente tener empatía. Por medio de un estado neural compartido en dos cuerpos diferentes […], el otro objeto se convierte en otro yo”, escribía Gallese en un artículo.
La relación cuerpo y mente-emociones es algo muy presente desde hace mucho tiempo en las denominadas medicinas complementarias. Ahora, los científicos aseguran que semejante relación abre importantes perspectivas en el área de la psicoterapia. Donde ya está clara la implicación de las neuronas espejo es en el autismo. Numerosos trabajos indican que los individuos que padecen este trastorno, caracterizado precisamente por la incapacidad para comprender las acciones y las emociones de los demás, presentan una actividad anormalmente reducida del sistema de espejo. Disolver las barreras entre el individuo y lo que lo rodea es, según Ramachandran, la base de muchos sistemas éticos y, particularmente, de las grandes tradiciones místicas orientales.
El sistema de espejo hace precisamente eso; por tanto, “puede usarse para proporcionar una base racional en vez de religiosa para la ética”. Y esto es sólo el principio de lo que se puede extraer de las neuronas espejo, porque se han convertido en el centro de interés de neurocientíficos, psicólogos, filósofos y antropólogos, sumergidos en un intenso debate sobre las implicaciones en numerosas áreas del conocimiento. En cualquier caso, lo que ya es evidente es que no hay excusa para no mostrar empatía y comprensión, todo el mundo lleva un Dalai Lama en su cabeza.
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domingo, marzo 06, 2011
PEDOFILIA Y PEDOFILOS
En un banco de un parque encontramos sentados a un hombre y a una niña. Ella está leyendo un libro y él no hace más que mirarla. Después de un rato, empiezan a conversar. Esto lleva a una sensación de simpatía entre ambos. En ese momento, el hombre le dice a la chica que si se quiere sentar en sus rodillas, todo esto con una evidente excitación en la voz.
Hoy te voy a hablar de la pedofilia, qué significa y cuáles son los estudios que existen acerca de por qué se produce. Todos los días podemos ver en las noticias de la televisión o de los periódicos casos sobre abusos sexuales a niños, hombres que almacenan en sus ordenadores fotos de niños y niñas desnudos o sufriendo las “caricias” de estas personas. Es un tema de actualidad y creo que es interesante que nos adentremos más en este mundo para obtener conocimiento y entendimiento del mismo.
Empecemos por lo más básico, ¿qué significa la palabra “pedofilia”? Procede del griego “pais” (muchacho o niño) y “philia” (amistad). La pedofilia o paidofilia consiste en que la excitación sexual para la persona proviene, casi exclusivamente, a través de actividades o fantasías sexuales con niños, generalmente, de entre 8 y 12 años. Para poder ser considerado un pedófilo, la persona debe tener al menos 16 años y se debe de entretener sexualmente con niños menores de 13 años. Debe mantener una distancia de edad con el menor de al menos 5 años.
Dentro de la pedofilia, los expertos distinguen dos tipos de personas. Tenemos un grupo de personas reactivas, que son aquellas sexualmente inexpertas o con retraso mental, las cuales no se hallan en condiciones de mantener una relación de igual a igual con adultos. En sus relaciones de pareja han podido experimentar frustraciones y humillaciones y buscan una especie de compensación en los niños. Esto mismo se aplica a la pedofilia senil, esto es, la que se presenta en hombres que, a causa de la senilidad o por una decreciente potencia sexual, se concentran en sujetos que son fácilmente impresionables: los niños. En este grupo de agentes reactivos también se incluyen a aquellas personas que tienen profesionalmente un intenso contacto con niños. De esa manera, se crea una atmósfera o un ambiente propenso para el abuso de los niños que protegen.
Después tenemos al grupo de agresivos o del tipo asocial. Desde el punto de vista sexual y al contrario que el grupo anteriormente comentado, busca a sus víctimas al azar, y entre ellas se encuentran niños indefensos ante los abusos. Muchas veces se trata de individuos que sufren trastornos de relación y que simplemente buscan satisfacer, sin más, sus necesidades sexuales. Siguen la norma de la mínima oposición (los niños no tienen la fuerza necesaria para oponerse a los abusos) y utilizan el sexo para compensar una fase de frustraciones personales.
¿Cuáles pueden ser las causas psicológicas de esta sexualidad anormal?
Se encuentran identificados cuatro factores que pueden contribuir al desarrollo de los comportamientos pedófilos.
1. Una especie de falso marcaje que hace que una persona adulta reaccione con excitación ante la señal “niño”. Las causas de esto son muy diversas, pero pueden remitir a una infancia y una juventud complicadas. Muchos pedófilos, en determinadas fases de sus vidas, fueron ellos mismos víctimas de abusos sexuales por parte de adultos.
2. Un segundo factor es la identificación emocional con la mentalidad y la vida infantiles, partiendo de un bajo nivel de formación o escasa autoestima. En estos casos de congruencia emocional, los hombres experimentan felicidad y tranquilidad cuando pasan su tiempo con niños e incluso cuando ellos mismos pueden comportarse como tal. En estos casos, sus intereses fundamentales no se centran en el acto sexual en sí mismo, sino que, en principio, buscan una relación sincera con el muchacho.
3. También se puede producir un bloqueo en el desarrollo de la sexualidad normal a causa de miedos sexuales que subyacen en lo más profundo de la conciencia.
4. Por último, puede producirse una “desinhibición general”, una falta de control para una gran cantidad de acciones. Los afectados se caracterizan por sufrir psicosis (alucinaciones, delirios, cambios en la personalidad y pensamiento desorganizado), trastornos impulsivos o incluso una adicción al alcohol.
Después de saber qué es la pedofilia y cuáles pueden ser sus posibles causas, pasamos a una de las preguntas más importantes: ¿se pueden “curar” los pedófilos?
Según los expertos en este tema, no se pueden cambiar las preferencias sexuales (porque, al fin y al cabo, eso es la pedofilia, una orientación sexual anómala), ni la orientación hacia un sexo determinado, ni la predilección por determinadas prácticas sexuales.
Lo que deben hacer los pedófilos es controlar sus apetencias sexuales con el fin de no perjudicar ni a otros ni a sí mismos. El pedófilo puede excitarse ante la visión de un niño pero debe aprender a controlar el impulso de abusar de él.
Hay dos tipos de pedófilos: aquellos que se excitan con los niños pero también con adultos, y aquellos que sólo lo hacen exclusivamente con los niños. Los hombres que no reaccionan exclusivamente ante los niños presentan más posibilidades de realizarse sexualmente de una forma socialmente sana. No es raro, como hemos apuntado anteriormente, que detrás de un interés sexual por niños se escondan realmente la timidez y la inseguridad frente a las mujeres.
En el caso de los pedófilos exclusivos (es decir, aquellos que sólo se interesan por los niños), la situación es diferente. Si quieren realmente enfrentarse a sus tendencias sexuales, lo que deben hacer es no satisfacer NUNCA sus deseos sexuales.
Otro tipo de tratamiento que se utiliza para los pedófilos son los psicofármacos. Se pueden administrar antiandrógenos (los andrógenos son las hormonas sexuales masculinas), los cuales disminuyen los niveles de testosterona y los impulsos sexuales con el fin de disminuir las fantasías eróticas y la facilidad de estimulación y orgasmo.
Para terminar, decir que si realmente un hombre desea no hacer daño a los niños y quiere asegurarse de que se halla fuera de peligro de causar ese daño, debe aprovechar todos los tipos de tratamiento existentes, ya sean psicológicos como farmacológicos. Debe utilizar todas las opciones terapéuticas a su alcance para alcanzar dicho objetivo. Y no es algo que los psicólogos, los médicos, sus familiares o la sociedad entera les exija, si no que es lógico esperar que el propio paciente lo acepte si, realmente, quiere acabar con este problema que tanto daño puede causar.
Por: Psicólogo Fernando Pena Vivero
El principal problema que presenta el tratamiento de los pedófilos es que estos no suelen colaborar. Son una minoría los que aceptan ser tratados y muchos de ellos no se consideran ni enfermos ni anormales, llegando incluso a reivindicar, tanto privada como públicamente, la legitimidad de sus aproximaciones a menores sobre la base de que solo pueden considerarse como abusos cuando media la violencia. Es frecuente, también, el que apelen a que el menor tiene capacidad suficiente para demostrar si algo le agrada o no, o a que sus acciones son consecuencia de las actitudes seductoras del menor.
Hoy te voy a hablar de la pedofilia, qué significa y cuáles son los estudios que existen acerca de por qué se produce. Todos los días podemos ver en las noticias de la televisión o de los periódicos casos sobre abusos sexuales a niños, hombres que almacenan en sus ordenadores fotos de niños y niñas desnudos o sufriendo las “caricias” de estas personas. Es un tema de actualidad y creo que es interesante que nos adentremos más en este mundo para obtener conocimiento y entendimiento del mismo.
Empecemos por lo más básico, ¿qué significa la palabra “pedofilia”? Procede del griego “pais” (muchacho o niño) y “philia” (amistad). La pedofilia o paidofilia consiste en que la excitación sexual para la persona proviene, casi exclusivamente, a través de actividades o fantasías sexuales con niños, generalmente, de entre 8 y 12 años. Para poder ser considerado un pedófilo, la persona debe tener al menos 16 años y se debe de entretener sexualmente con niños menores de 13 años. Debe mantener una distancia de edad con el menor de al menos 5 años.
Dentro de la pedofilia, los expertos distinguen dos tipos de personas. Tenemos un grupo de personas reactivas, que son aquellas sexualmente inexpertas o con retraso mental, las cuales no se hallan en condiciones de mantener una relación de igual a igual con adultos. En sus relaciones de pareja han podido experimentar frustraciones y humillaciones y buscan una especie de compensación en los niños. Esto mismo se aplica a la pedofilia senil, esto es, la que se presenta en hombres que, a causa de la senilidad o por una decreciente potencia sexual, se concentran en sujetos que son fácilmente impresionables: los niños. En este grupo de agentes reactivos también se incluyen a aquellas personas que tienen profesionalmente un intenso contacto con niños. De esa manera, se crea una atmósfera o un ambiente propenso para el abuso de los niños que protegen.
Después tenemos al grupo de agresivos o del tipo asocial. Desde el punto de vista sexual y al contrario que el grupo anteriormente comentado, busca a sus víctimas al azar, y entre ellas se encuentran niños indefensos ante los abusos. Muchas veces se trata de individuos que sufren trastornos de relación y que simplemente buscan satisfacer, sin más, sus necesidades sexuales. Siguen la norma de la mínima oposición (los niños no tienen la fuerza necesaria para oponerse a los abusos) y utilizan el sexo para compensar una fase de frustraciones personales.
¿Cuáles pueden ser las causas psicológicas de esta sexualidad anormal?
Se encuentran identificados cuatro factores que pueden contribuir al desarrollo de los comportamientos pedófilos.
1. Una especie de falso marcaje que hace que una persona adulta reaccione con excitación ante la señal “niño”. Las causas de esto son muy diversas, pero pueden remitir a una infancia y una juventud complicadas. Muchos pedófilos, en determinadas fases de sus vidas, fueron ellos mismos víctimas de abusos sexuales por parte de adultos.
2. Un segundo factor es la identificación emocional con la mentalidad y la vida infantiles, partiendo de un bajo nivel de formación o escasa autoestima. En estos casos de congruencia emocional, los hombres experimentan felicidad y tranquilidad cuando pasan su tiempo con niños e incluso cuando ellos mismos pueden comportarse como tal. En estos casos, sus intereses fundamentales no se centran en el acto sexual en sí mismo, sino que, en principio, buscan una relación sincera con el muchacho.
3. También se puede producir un bloqueo en el desarrollo de la sexualidad normal a causa de miedos sexuales que subyacen en lo más profundo de la conciencia.
4. Por último, puede producirse una “desinhibición general”, una falta de control para una gran cantidad de acciones. Los afectados se caracterizan por sufrir psicosis (alucinaciones, delirios, cambios en la personalidad y pensamiento desorganizado), trastornos impulsivos o incluso una adicción al alcohol.
Después de saber qué es la pedofilia y cuáles pueden ser sus posibles causas, pasamos a una de las preguntas más importantes: ¿se pueden “curar” los pedófilos?
Según los expertos en este tema, no se pueden cambiar las preferencias sexuales (porque, al fin y al cabo, eso es la pedofilia, una orientación sexual anómala), ni la orientación hacia un sexo determinado, ni la predilección por determinadas prácticas sexuales.
Lo que deben hacer los pedófilos es controlar sus apetencias sexuales con el fin de no perjudicar ni a otros ni a sí mismos. El pedófilo puede excitarse ante la visión de un niño pero debe aprender a controlar el impulso de abusar de él.
Hay dos tipos de pedófilos: aquellos que se excitan con los niños pero también con adultos, y aquellos que sólo lo hacen exclusivamente con los niños. Los hombres que no reaccionan exclusivamente ante los niños presentan más posibilidades de realizarse sexualmente de una forma socialmente sana. No es raro, como hemos apuntado anteriormente, que detrás de un interés sexual por niños se escondan realmente la timidez y la inseguridad frente a las mujeres.
En el caso de los pedófilos exclusivos (es decir, aquellos que sólo se interesan por los niños), la situación es diferente. Si quieren realmente enfrentarse a sus tendencias sexuales, lo que deben hacer es no satisfacer NUNCA sus deseos sexuales.
Otro tipo de tratamiento que se utiliza para los pedófilos son los psicofármacos. Se pueden administrar antiandrógenos (los andrógenos son las hormonas sexuales masculinas), los cuales disminuyen los niveles de testosterona y los impulsos sexuales con el fin de disminuir las fantasías eróticas y la facilidad de estimulación y orgasmo.
Para terminar, decir que si realmente un hombre desea no hacer daño a los niños y quiere asegurarse de que se halla fuera de peligro de causar ese daño, debe aprovechar todos los tipos de tratamiento existentes, ya sean psicológicos como farmacológicos. Debe utilizar todas las opciones terapéuticas a su alcance para alcanzar dicho objetivo. Y no es algo que los psicólogos, los médicos, sus familiares o la sociedad entera les exija, si no que es lógico esperar que el propio paciente lo acepte si, realmente, quiere acabar con este problema que tanto daño puede causar.
Por: Psicólogo Fernando Pena Vivero
El principal problema que presenta el tratamiento de los pedófilos es que estos no suelen colaborar. Son una minoría los que aceptan ser tratados y muchos de ellos no se consideran ni enfermos ni anormales, llegando incluso a reivindicar, tanto privada como públicamente, la legitimidad de sus aproximaciones a menores sobre la base de que solo pueden considerarse como abusos cuando media la violencia. Es frecuente, también, el que apelen a que el menor tiene capacidad suficiente para demostrar si algo le agrada o no, o a que sus acciones son consecuencia de las actitudes seductoras del menor.
Red de Lucha contra la Pornografía Infantil
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Psicólogos Perú: Hipnosis y regresiones. Terapia de Pareja. Psicólogo Luis Venegas Chalen.
sábado, marzo 05, 2011
AUTOHIPNOSIS
Instrucciones para la autohipnosis
Exponemos tres técnicas para entrar en estado hipnótico que, a pesar de su aparente sencillez, son altamente poderosas para lograr la finalidad prevista.
Una técnica muy segura: hipnosis y relajación muscular
La persona debe colocarse en una cama cómoda, en un diván o en un sillón reclinable para relajación. Si usa cojín, éste debe ser ergonómico o de un material sintético similar y maleable, de forma que fije el cuello y la cabeza de una forma cómoda y adecuada para cada cual. La luz debe ser tenue, o inexistente. El ambiente sin ruidos extemporáneos. El teléfono descolgado, y las demás personas de la casa advertidas de no interrumpir. Las instrucciones son algo así como:
“Vamos a iniciar el ejercicio de relajación hipnótica. Busca, en primer lugar, la postura en la que sientas mayor comodidad, en la que notes que no estás haciendo fuerza alguna.
Empezaremos con un ejercicio de cansancio ocular. Coloca tu mano derecha extendida hacia adelante y arriba, casi por encima de tu cabeza. El puño cerrado y el pulgar extendido. Mira fijamente la punta del dedo pulgar, sin girar la cabeza hacia atrás, pero forzando la vista. Deber notar que los ojos se esfuerzan en mirar hacia arriba y hacia atrás.
Notarás rápidamente una sensación de cansancio y tensión en ojos y párpados, así como dificultad para fijar la vista donde deseas, aparición de visión doble y necesidad de cerrar los ojos. Compara esta tensión con el bienestar que percibirás al cerrar los ojos y bajar la mano. Hazlo ahora.
Iniciarás un ejercicio de respiración profunda. Debes respirar profunda y acompasadamente. En cada inspiración tomarás todo el aire que seas capaz, y lo expulsarás por completo en cada exhalación. Debes notar que, al respirar profundamente, tu abdomen, la zona de tu ombligo, se desplaza arriba y abajo al tomar y expulsar el aire. Concéntrate en pensar que cada vez que expulsas el aire es como si eliminases tensión de tu cuerpo.
Al cerrar los ojos notaste una sensación de bienestar y descanso en tus párpados y en tu frente. Dejaremos ahora que este bienestar se expanda por todo tu cuerpo.
Concentra tu atención en tu brazo derecho. Repásalo mentalmente, desde el hombro hasta la mano, comprobando que esté perfectamente apoyado y que no haga fuerza alguna para mantener su postura.
Cuando oigas la palabra “tensión” colocarás en tensión todos los músculos del brazo, aunque sin moverlos de sitio. No lo levantes ni cierres el puño. Simplemente tensa todos los músculos. Lo mantendrás durante unos diez segundos, hasta que oigas la palabra “basta”. En ese momento cesarás de forma inmediata la tensión, tan rápido como si accionases un interruptor, y tu brazo quedará colocado en reposo. En unos treinta segundos, de forma automática, el brazo quedará como desconectado, en reposo, como si estuviera junto a tu cuerpo pero sin formar parte de él. La sensación es de calma y de descanso. Así pues, con el brazo derecho “¡Tensión!”... “¡Basta!”. Tu brazo derecho se desconecta y queda en reposo junto a ti. Respiración profunda... Tu brazo derecho va entrando en estado de calma y sosiego.
Concentra ahora la atención en el brazo izquierdo. Repásalo también mentalmente para comprobar que está bien apoyado... Cuando oigas la palabra “tensión” harás la tensión con los músculos del brazo izquierdo. La mantendrás hasta que oigas “basta”, y, en ese momento, desconectarás la tensión y dejarás que tu brazo entre en reposo. Así pues, con el brazo izquierdo, “¡Tensión!”... ¡”Basta!”. Respiración profunda... También tu brazo izquierdo se desconecta y va quedando en reposo.
Tu cuerpo va entrando en relajación, como si fuera cubierto por una nube. Trabajaremos ahora tu pierna derecha. Repásala mentalmente desde la cintura hasta el pie. Comprueba que esté perfectamente apoyada, sin hacer fuerza. Cuando oigas la palabra “tensión”, tensarás firmemente todos los músculos de la pierna derecha. Cuando oigas “basta” soltarás la tensión, y también la pierna derecha quedará en reposo junto a ti. Así pues, con la pierna derecha, “¡Tensión!”... “¡Basta!”. También tu pierna derecha entra en estado de reposo. Respiración profunda... Deja que tu cuerpo se vaya sintiendo distendido y plácido.
Trabajaremos ahora tu pierna izquierda. Comprueba mentalmente que está bien apoyada. Cuando oigas “tensión” harás la contracción con los músculos de la pierna izquierda. Cuando oigas “basta” la soltarás, y, en ese momento, la inmensa mayor parte de tu cuerpo estará en reposo con lo que se incrementará la sensación de descanso.
Así pues, con la pierna izquierda, ¡”Tensión!”... “¡Basta!”. Respiración profunda... ¡Descansa!...
La relajación hipnótica es un estado de descanso en que dejamos nuestros músculos relajados e inmóviles, al tiempo que la mente se concentra y se calma. La sensación corporal que notarás es doble. En algunos momentos sentirás tu cuerpo como pesado, como pegado a la cama o sillón, pero en otros momentos lo sentirás ligero, leve, como si estuvieras sobre un colchón neumático flotando sobre el agua tranquila. Esta doble sensación es propia de los estados de relajación hipnótica superficial.
Tu mente también la percibirás con una doble sensación. Por una parte notarás una fuerte concentración, un total control. sabes dónde estás, qué haces, para qué lo haces. Por otra parte, notarás un alejamiento del entorno, como si las cosas estuvieran lejos y confusas... También esta doble sensación, de control y de abandono, es propia de los estados de relajación hipnótica superficial.
Unos minutos de relajación proporcionan más descanso que un tiempo mucho mayor de sueño. Esto es así porque durante el sueño no hay control. Puedes soñar, moverte, respirar agitadamente... Pero durante la relajación el control es total. Sabes lo que haces. Tu inmovilidad es total y plácida. Únicamente haces los movimientos de la respiración, los ejercicios para aumentar la relajación o pequeñísimos movimientos para acomodarte en un momento dado. El resto del tiempo, el cuerpo descansa. La mente descansa.
La mente, en estado hipnótico, adopta una postura de observación. Simplemente observa. la conciencia se concentra en los puntos en que tu deseas concentrarte. Todo lo demás no se percibe.
Durante la relajación hipnótica puedes aprovechar para eliminar tensión. Respira profundamente. Oxigenarás tu cuerpo, relajarás la musculatura de tórax y abdomen, y, en cada exhalación, es como si abrieses la espita que descarga el depósito de las tensiones acumuladas.
Saldrás del estado de relajación en tres fases. Primero las explicaremos. En la fase uno, al oir “uno”, abrirás los ojos. En la segunda fase, al oir “dos”, harás movimientos suaves con manos, brazos y piernas, para sentir nuevamente el movimiento corporal. En la tercera fase, al oir “tres”, darás por terminado el ejercicio. Desconectarás mentalmente, y volverás a tu estado normal, con la intensa sensación de haber descansado y de mantener un estado mental de equilibrio y firmeza.”
Una técnica muy rápida: visualización
Las técnicas de visualización consisten en representar en el pensamiento imágenes que intentan “vivirse” de forma lo más completa posible. Debemos entrenarnos en percibir la imagen con todos los detalles que puedan captar los sentidos. Es como si entrásemos en la situación y buscásemos percibirla en su plenitud, reproducirla en nuestra mente con sus menores detalles.
No es difícil, aunque al principio pueda parecerlo. He aquí un método con tres aproximaciones sucesivas, relativamente fácil de percibir. Veamos las instrucciones:
“Iniciaremos un ejercicio de visualización. Ponte en una postura cómoda, respira profundamente y mantén tus ojos cerrados.
Visualizarás, en primer lugar, una imagen de cansancio físico. Busca en tu recuerdo algún momento de tu vida en que hayas sentido un intenso cansancio físico. Quizá después de hacer algún ejercicio agotador, una excursión, o un trabajo, cambiar muebles...
Debes recordar intensamente esta situación. Colócala en tu pensamiento y rememora los detalles. Cuál era tu vestimenta, qué personas había, cómo era la luz, el ambiente. Qué olores sentías. Cómo era tu respiración. Qué sonidos percibías... Rememora también la sensación de cansancio, quizá de sudor, de sed. La necesidad de sentarte o echarte, de descansar.
Deja que todo tu cuerpo se impregne de la sensación de cansancio... tus brazos pesados, tus piernas... Siente ahora el efecto del cansancio sobre tu cuerpo. Descansa.
Visualizarás en segundo lugar una situación de bienestar y placer afectivo, en compañía de otra persona. Puede ser, o no, una relación de pareja. Debe ser alguna situación que recuerdes con especial ternura. Una de las veces que has sentido con más intensidad la vivencia de afecto, de cariño, de dar y recibir, de entregarte.
Recuerda intensamente la situación. Colócala en el pensamiento. Recuerda quiénes estaban. Cómo iban vestidos. Cómo era el ambiente, la luz, las sombras, las cosas, los muebles, el olor, los sonidos, las voces, el silencio, el tacto... Recuerda cómo te sentías, como se sentía la otra persona. Deja que la corriente de afecto y ternura pase otra vez por tu cuerpo y tu mente. Imprégnate de esa sensación. Siente el bienestar y el deleite que la situación conlleva. Siente el efecto de esta tranquilidad sobre tu cuerpo. Descansa.
Pasaremos ahora a visualizar una escena de descanso en el paisaje más hermoso que recuerdes haber visto en toda tu vida. Ese lugar maravilloso que te evoca paz, reposo y serenidad. Donde es posible fundirse con la naturaleza, gozarla...
Obsérvate en ese paisaje, mirándolo, sintiéndolo, gozándolo. Rememora el espacio con todos tus sentidos: la luz, las sombras, los colores, la humedad, la temperatura, cómo es tu forma de vestir, tu actitud. Qué olores se sienten. Cómo es el aire, la brisa, la atmósfera, el cielo...
Deja que tu cuerpo y tu mente se integren ahora en este paisaje. Siente cómo todo tu cuerpo se impregna de esa sensación de paz y sosiego. Descansa”
En breves minutos es posible reproducir las visualizaciones expuestas, y pasar a un estado de concentración mental propio de la autohipnosis. Podemos, a partir de ahí, pasar a visualizaciones más concretas, para solventar problemas personales o para entrenar habilidades.
Una técnica mixta.
Cuando tengas experiencia en autohipnosis mediante alguna de las técnicas explicadas, quizá te interese crear tu propia técnica para llegar lo más rápidamente posible al estado de superconcentración. Te expongo a continuación una técnica mixta, relativamente rápida, que combina elementos de relajación muscular y de visualización. Insisto en que, para lograr resultados con esta técnica, debes tener experiencia concreta en cada una de las técnicas anteriores, y saber perfectamente qué sientes cuando llegas al estado hipnótico.
Las instrucciones son:
“Vamos a iniciar el ejercicio de relajación hipnótica. En primer lugar vas a provocar un cansancio ocular. Para ello vas a fijar tu vista hacia arriba, hacia un punto del techo. Debes notar que estás forzando la vista, hacia arriba y hacia atrás. Ello te producirá, en pocos momentos, un cansancio en los párpados. Notarás tensión y cansancio sobre los ojos, y necesidad de cerrar los párpados. Cierra los ojos... Descansa.
Mantendrás la respiración acompasada y profunda. Recuerda que debes inhalar todo el aire que puedas, y soltarlo cada vez por completo.
Impregna tus brazos y piernas de la sensación de pesadez. Siéntelos pesados, sueltos, como si cayeran. Comprueba que tus brazos y piernas se notan pesados, como pegados a la cama o al sillón.
Visualiza la escena de descanso en el paisaje relajante. Concéntrate en los detalles: el aire, la luz, los colores, los ruidos, los olores...
Deja que la sensación de pesadez en brazos y piernas se transforme en sensación de relajación, de descanso. Que la pesadez alterne con la ligereza. Sensación de flotación, de que tu cuerpo reposa mientras tu pensamiento se concentra en la visualización...”
A partir de ahí, podemos incluir en el proceso las visualizaciones que nos interesen.
http://www.psicologosperu.com/
Exponemos tres técnicas para entrar en estado hipnótico que, a pesar de su aparente sencillez, son altamente poderosas para lograr la finalidad prevista.
Una técnica muy segura: hipnosis y relajación muscular
La persona debe colocarse en una cama cómoda, en un diván o en un sillón reclinable para relajación. Si usa cojín, éste debe ser ergonómico o de un material sintético similar y maleable, de forma que fije el cuello y la cabeza de una forma cómoda y adecuada para cada cual. La luz debe ser tenue, o inexistente. El ambiente sin ruidos extemporáneos. El teléfono descolgado, y las demás personas de la casa advertidas de no interrumpir. Las instrucciones son algo así como:
“Vamos a iniciar el ejercicio de relajación hipnótica. Busca, en primer lugar, la postura en la que sientas mayor comodidad, en la que notes que no estás haciendo fuerza alguna.
Empezaremos con un ejercicio de cansancio ocular. Coloca tu mano derecha extendida hacia adelante y arriba, casi por encima de tu cabeza. El puño cerrado y el pulgar extendido. Mira fijamente la punta del dedo pulgar, sin girar la cabeza hacia atrás, pero forzando la vista. Deber notar que los ojos se esfuerzan en mirar hacia arriba y hacia atrás.
Notarás rápidamente una sensación de cansancio y tensión en ojos y párpados, así como dificultad para fijar la vista donde deseas, aparición de visión doble y necesidad de cerrar los ojos. Compara esta tensión con el bienestar que percibirás al cerrar los ojos y bajar la mano. Hazlo ahora.
Iniciarás un ejercicio de respiración profunda. Debes respirar profunda y acompasadamente. En cada inspiración tomarás todo el aire que seas capaz, y lo expulsarás por completo en cada exhalación. Debes notar que, al respirar profundamente, tu abdomen, la zona de tu ombligo, se desplaza arriba y abajo al tomar y expulsar el aire. Concéntrate en pensar que cada vez que expulsas el aire es como si eliminases tensión de tu cuerpo.
Al cerrar los ojos notaste una sensación de bienestar y descanso en tus párpados y en tu frente. Dejaremos ahora que este bienestar se expanda por todo tu cuerpo.
Concentra tu atención en tu brazo derecho. Repásalo mentalmente, desde el hombro hasta la mano, comprobando que esté perfectamente apoyado y que no haga fuerza alguna para mantener su postura.
Cuando oigas la palabra “tensión” colocarás en tensión todos los músculos del brazo, aunque sin moverlos de sitio. No lo levantes ni cierres el puño. Simplemente tensa todos los músculos. Lo mantendrás durante unos diez segundos, hasta que oigas la palabra “basta”. En ese momento cesarás de forma inmediata la tensión, tan rápido como si accionases un interruptor, y tu brazo quedará colocado en reposo. En unos treinta segundos, de forma automática, el brazo quedará como desconectado, en reposo, como si estuviera junto a tu cuerpo pero sin formar parte de él. La sensación es de calma y de descanso. Así pues, con el brazo derecho “¡Tensión!”... “¡Basta!”. Tu brazo derecho se desconecta y queda en reposo junto a ti. Respiración profunda... Tu brazo derecho va entrando en estado de calma y sosiego.
Concentra ahora la atención en el brazo izquierdo. Repásalo también mentalmente para comprobar que está bien apoyado... Cuando oigas la palabra “tensión” harás la tensión con los músculos del brazo izquierdo. La mantendrás hasta que oigas “basta”, y, en ese momento, desconectarás la tensión y dejarás que tu brazo entre en reposo. Así pues, con el brazo izquierdo, “¡Tensión!”... ¡”Basta!”. Respiración profunda... También tu brazo izquierdo se desconecta y va quedando en reposo.
Tu cuerpo va entrando en relajación, como si fuera cubierto por una nube. Trabajaremos ahora tu pierna derecha. Repásala mentalmente desde la cintura hasta el pie. Comprueba que esté perfectamente apoyada, sin hacer fuerza. Cuando oigas la palabra “tensión”, tensarás firmemente todos los músculos de la pierna derecha. Cuando oigas “basta” soltarás la tensión, y también la pierna derecha quedará en reposo junto a ti. Así pues, con la pierna derecha, “¡Tensión!”... “¡Basta!”. También tu pierna derecha entra en estado de reposo. Respiración profunda... Deja que tu cuerpo se vaya sintiendo distendido y plácido.
Trabajaremos ahora tu pierna izquierda. Comprueba mentalmente que está bien apoyada. Cuando oigas “tensión” harás la contracción con los músculos de la pierna izquierda. Cuando oigas “basta” la soltarás, y, en ese momento, la inmensa mayor parte de tu cuerpo estará en reposo con lo que se incrementará la sensación de descanso.
Así pues, con la pierna izquierda, ¡”Tensión!”... “¡Basta!”. Respiración profunda... ¡Descansa!...
La relajación hipnótica es un estado de descanso en que dejamos nuestros músculos relajados e inmóviles, al tiempo que la mente se concentra y se calma. La sensación corporal que notarás es doble. En algunos momentos sentirás tu cuerpo como pesado, como pegado a la cama o sillón, pero en otros momentos lo sentirás ligero, leve, como si estuvieras sobre un colchón neumático flotando sobre el agua tranquila. Esta doble sensación es propia de los estados de relajación hipnótica superficial.
Tu mente también la percibirás con una doble sensación. Por una parte notarás una fuerte concentración, un total control. sabes dónde estás, qué haces, para qué lo haces. Por otra parte, notarás un alejamiento del entorno, como si las cosas estuvieran lejos y confusas... También esta doble sensación, de control y de abandono, es propia de los estados de relajación hipnótica superficial.
Unos minutos de relajación proporcionan más descanso que un tiempo mucho mayor de sueño. Esto es así porque durante el sueño no hay control. Puedes soñar, moverte, respirar agitadamente... Pero durante la relajación el control es total. Sabes lo que haces. Tu inmovilidad es total y plácida. Únicamente haces los movimientos de la respiración, los ejercicios para aumentar la relajación o pequeñísimos movimientos para acomodarte en un momento dado. El resto del tiempo, el cuerpo descansa. La mente descansa.
La mente, en estado hipnótico, adopta una postura de observación. Simplemente observa. la conciencia se concentra en los puntos en que tu deseas concentrarte. Todo lo demás no se percibe.
Durante la relajación hipnótica puedes aprovechar para eliminar tensión. Respira profundamente. Oxigenarás tu cuerpo, relajarás la musculatura de tórax y abdomen, y, en cada exhalación, es como si abrieses la espita que descarga el depósito de las tensiones acumuladas.
Saldrás del estado de relajación en tres fases. Primero las explicaremos. En la fase uno, al oir “uno”, abrirás los ojos. En la segunda fase, al oir “dos”, harás movimientos suaves con manos, brazos y piernas, para sentir nuevamente el movimiento corporal. En la tercera fase, al oir “tres”, darás por terminado el ejercicio. Desconectarás mentalmente, y volverás a tu estado normal, con la intensa sensación de haber descansado y de mantener un estado mental de equilibrio y firmeza.”
Una técnica muy rápida: visualización
Las técnicas de visualización consisten en representar en el pensamiento imágenes que intentan “vivirse” de forma lo más completa posible. Debemos entrenarnos en percibir la imagen con todos los detalles que puedan captar los sentidos. Es como si entrásemos en la situación y buscásemos percibirla en su plenitud, reproducirla en nuestra mente con sus menores detalles.
No es difícil, aunque al principio pueda parecerlo. He aquí un método con tres aproximaciones sucesivas, relativamente fácil de percibir. Veamos las instrucciones:
“Iniciaremos un ejercicio de visualización. Ponte en una postura cómoda, respira profundamente y mantén tus ojos cerrados.
Visualizarás, en primer lugar, una imagen de cansancio físico. Busca en tu recuerdo algún momento de tu vida en que hayas sentido un intenso cansancio físico. Quizá después de hacer algún ejercicio agotador, una excursión, o un trabajo, cambiar muebles...
Debes recordar intensamente esta situación. Colócala en tu pensamiento y rememora los detalles. Cuál era tu vestimenta, qué personas había, cómo era la luz, el ambiente. Qué olores sentías. Cómo era tu respiración. Qué sonidos percibías... Rememora también la sensación de cansancio, quizá de sudor, de sed. La necesidad de sentarte o echarte, de descansar.
Deja que todo tu cuerpo se impregne de la sensación de cansancio... tus brazos pesados, tus piernas... Siente ahora el efecto del cansancio sobre tu cuerpo. Descansa.
Visualizarás en segundo lugar una situación de bienestar y placer afectivo, en compañía de otra persona. Puede ser, o no, una relación de pareja. Debe ser alguna situación que recuerdes con especial ternura. Una de las veces que has sentido con más intensidad la vivencia de afecto, de cariño, de dar y recibir, de entregarte.
Recuerda intensamente la situación. Colócala en el pensamiento. Recuerda quiénes estaban. Cómo iban vestidos. Cómo era el ambiente, la luz, las sombras, las cosas, los muebles, el olor, los sonidos, las voces, el silencio, el tacto... Recuerda cómo te sentías, como se sentía la otra persona. Deja que la corriente de afecto y ternura pase otra vez por tu cuerpo y tu mente. Imprégnate de esa sensación. Siente el bienestar y el deleite que la situación conlleva. Siente el efecto de esta tranquilidad sobre tu cuerpo. Descansa.
Pasaremos ahora a visualizar una escena de descanso en el paisaje más hermoso que recuerdes haber visto en toda tu vida. Ese lugar maravilloso que te evoca paz, reposo y serenidad. Donde es posible fundirse con la naturaleza, gozarla...
Obsérvate en ese paisaje, mirándolo, sintiéndolo, gozándolo. Rememora el espacio con todos tus sentidos: la luz, las sombras, los colores, la humedad, la temperatura, cómo es tu forma de vestir, tu actitud. Qué olores se sienten. Cómo es el aire, la brisa, la atmósfera, el cielo...
Deja que tu cuerpo y tu mente se integren ahora en este paisaje. Siente cómo todo tu cuerpo se impregna de esa sensación de paz y sosiego. Descansa”
En breves minutos es posible reproducir las visualizaciones expuestas, y pasar a un estado de concentración mental propio de la autohipnosis. Podemos, a partir de ahí, pasar a visualizaciones más concretas, para solventar problemas personales o para entrenar habilidades.
Una técnica mixta.
Cuando tengas experiencia en autohipnosis mediante alguna de las técnicas explicadas, quizá te interese crear tu propia técnica para llegar lo más rápidamente posible al estado de superconcentración. Te expongo a continuación una técnica mixta, relativamente rápida, que combina elementos de relajación muscular y de visualización. Insisto en que, para lograr resultados con esta técnica, debes tener experiencia concreta en cada una de las técnicas anteriores, y saber perfectamente qué sientes cuando llegas al estado hipnótico.
Las instrucciones son:
“Vamos a iniciar el ejercicio de relajación hipnótica. En primer lugar vas a provocar un cansancio ocular. Para ello vas a fijar tu vista hacia arriba, hacia un punto del techo. Debes notar que estás forzando la vista, hacia arriba y hacia atrás. Ello te producirá, en pocos momentos, un cansancio en los párpados. Notarás tensión y cansancio sobre los ojos, y necesidad de cerrar los párpados. Cierra los ojos... Descansa.
Mantendrás la respiración acompasada y profunda. Recuerda que debes inhalar todo el aire que puedas, y soltarlo cada vez por completo.
Impregna tus brazos y piernas de la sensación de pesadez. Siéntelos pesados, sueltos, como si cayeran. Comprueba que tus brazos y piernas se notan pesados, como pegados a la cama o al sillón.
Visualiza la escena de descanso en el paisaje relajante. Concéntrate en los detalles: el aire, la luz, los colores, los ruidos, los olores...
Deja que la sensación de pesadez en brazos y piernas se transforme en sensación de relajación, de descanso. Que la pesadez alterne con la ligereza. Sensación de flotación, de que tu cuerpo reposa mientras tu pensamiento se concentra en la visualización...”
A partir de ahí, podemos incluir en el proceso las visualizaciones que nos interesen.
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Psicólogos Perú: Hipnosis y regresiones. Terapia de Pareja. Psicólogo Luis Venegas Chalen.
viernes, marzo 04, 2011
NO DESMAYEMOS
Una mañana de invierno, cuatro botes de pescadores salieron de una caleta al este de Terranova.
Por la tarde se levantó una terrible tormenta.
Al caer la noche, ninguno de los botes había vuelto a la caleta.
Las esposas, madres, hijos y novias de los pescadores, se pasaron toda la noche recorriendo la playa de arriba abajo.
Angustiadas, le suplicaban a Dios que salvara a aquellos hombres.
Para colmo de horrores, una de las casas se incendió, y como faltaban hombres en el pueblo, no pudieron hacer nada para salvarla.
Al amanecer, todos se regocijaron al ver que los 4 botes regresaban a la bahía sin problema.
Sin embargo, entre los rostros de las mujeres, había uno que era la viva imagen de la desesperación: el de la señora cuya casa se había incendiado.
Corrió a abrazar a su esposo llorando y le dijo: “¡Amor, estamos arruinados, nuestra casa se quemó completamente!”.
Pero se quedó sorprendidísima cuando su marido exclamó: “¡Dale gracias a Dios por ese incendio!
La luz del fuego nos salvó, pues nos indicó dónde estaba el puerto.
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Por la tarde se levantó una terrible tormenta.
Al caer la noche, ninguno de los botes había vuelto a la caleta.
Las esposas, madres, hijos y novias de los pescadores, se pasaron toda la noche recorriendo la playa de arriba abajo.
Angustiadas, le suplicaban a Dios que salvara a aquellos hombres.
Para colmo de horrores, una de las casas se incendió, y como faltaban hombres en el pueblo, no pudieron hacer nada para salvarla.
Al amanecer, todos se regocijaron al ver que los 4 botes regresaban a la bahía sin problema.
Sin embargo, entre los rostros de las mujeres, había uno que era la viva imagen de la desesperación: el de la señora cuya casa se había incendiado.
Corrió a abrazar a su esposo llorando y le dijo: “¡Amor, estamos arruinados, nuestra casa se quemó completamente!”.
Pero se quedó sorprendidísima cuando su marido exclamó: “¡Dale gracias a Dios por ese incendio!
La luz del fuego nos salvó, pues nos indicó dónde estaba el puerto.
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Psicólogos Perú: Hipnosis y regresiones. Terapia de Pareja. Psicólogo Luis Venegas Chalen.
jueves, marzo 03, 2011
PROFECIA AUTOFRUSTRADA
También puede suceder que una predicción negativa sea frustrada por obra del propio individuo. Este proceso requiere toma de consciencia y ejercicio deliberado de la voluntad.
Mauricio era un muchacho excesivamente tímido a quien tanto sus padres como sus maestros le auguraban un porvenir lleno de dificultades para relacionarse con las mujeres, hacer buenas amistades, e incluso terminar una carrera universitaria.
Del trabajo que llegaría a desempeñar, ni hablar; ¿a dónde iba a llegar con esa timidez?
Repitió varios cursos en la secundaria y, a menos que lo obligaran, nunca participaba en nada.
Ingresó a la universidad y comenzó a estudiar medicina, la más grande de sus ambiciones; soñaba con ser investigador, dictar conferencias en muchos lugares del mundo, escribir en las grandes revistas científicas.
Agobiado por las presiones del primer año, se puso a pensar que mientras siguiera con esa imagen de incompetente y bobalicón que todos tenías de él, no lograría ser médico y si lo fuera, no pasaría de ser uno del montón.
Entonces, le dio un vuelco total a su vida.
Con ayuda, se vio mejor a sí mismo, empezó a reconstruir su imagen, a darse mérito por sus atributos y sus logros; pudo vencer, en gran medida, sus problemas para tratar a las demás personas y su miedo a intervenir en público.
A partir de allí, empezó a notar que las ideas que expresaba eran interesantes, acertadas, a veces brillantes y se fue llenando de confianza propia, lo cual le facilitó, en forma contundente, el aprendizaje.
Culminó con mucho éxito sus estudios, siguió creciendo como profesional y como persona y llegó a ser un investigador de renombre en el campo de la medicina.
Mauricio es un hombre feliz.
Desvirtuó, con esfuerzo no exento de dolor, la profecía de aquellos que, en su sentir, tanto lo amaban.
Se rebeló contra ella, la malogró.
A ese hecho lo llamamos PROFECIA AUTOFRUSTRADA.
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Mauricio era un muchacho excesivamente tímido a quien tanto sus padres como sus maestros le auguraban un porvenir lleno de dificultades para relacionarse con las mujeres, hacer buenas amistades, e incluso terminar una carrera universitaria.
Del trabajo que llegaría a desempeñar, ni hablar; ¿a dónde iba a llegar con esa timidez?
Repitió varios cursos en la secundaria y, a menos que lo obligaran, nunca participaba en nada.
Ingresó a la universidad y comenzó a estudiar medicina, la más grande de sus ambiciones; soñaba con ser investigador, dictar conferencias en muchos lugares del mundo, escribir en las grandes revistas científicas.
Agobiado por las presiones del primer año, se puso a pensar que mientras siguiera con esa imagen de incompetente y bobalicón que todos tenías de él, no lograría ser médico y si lo fuera, no pasaría de ser uno del montón.
Entonces, le dio un vuelco total a su vida.
Con ayuda, se vio mejor a sí mismo, empezó a reconstruir su imagen, a darse mérito por sus atributos y sus logros; pudo vencer, en gran medida, sus problemas para tratar a las demás personas y su miedo a intervenir en público.
A partir de allí, empezó a notar que las ideas que expresaba eran interesantes, acertadas, a veces brillantes y se fue llenando de confianza propia, lo cual le facilitó, en forma contundente, el aprendizaje.
Culminó con mucho éxito sus estudios, siguió creciendo como profesional y como persona y llegó a ser un investigador de renombre en el campo de la medicina.
Mauricio es un hombre feliz.
Desvirtuó, con esfuerzo no exento de dolor, la profecía de aquellos que, en su sentir, tanto lo amaban.
Se rebeló contra ella, la malogró.
A ese hecho lo llamamos PROFECIA AUTOFRUSTRADA.
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miércoles, marzo 02, 2011
PROFECIA AUTOCUMPLIDA O EFECTO PIGMALION
Cuenta la mitología que Pigmalión era un príncipe de Chipre que, en busca de la mujer perfecta con quien casarse, comenzó a esculpirla en un trozo de piedra. Día a día fue dándole forma a esa roca de manera tal de ir moldeándola según la imagen que el príncipe tenía de lo que una mujer perfecta debía ser.
Logró finalmente una figura cuya belleza superaba aún a su propia imaginación. Dio a ésta el nombre de Galatea: era una escultura bellísima de la cual fue enamorándose. Al ver esto la diosa Venus dio vida a la estatua haciendo ciertos los deseos de Pigmalión.
Esta figura mitológica ha dado lugar a un concepto fundamental en psicología que fue observado por Robert Merton (uno de los grandes de la sociología norteamericana del siglo XX) y que hace referencia a la idea de lo que un juicio puede lograr en la realización de un acontecimiento, dando lugar en muchos casos a la llamada profecía autocumplida. Es decir, se llama efecto Pigmalion al hecho de que los juicios que tenemos sobre las personas, cosas, situaciones e incluso sobre nosotros mismos tiendan a convertirse en realidad (en afirmaciones).
Para ejemplificar se pueden traer algunos de los experimentos que Robert Rosenthal y Lenore Jacobson realizaron en 1968 bajo el titulo ”Pigmalion en el aula”, quienes se destacan por sus interesantes investigaciones sobre el tema.
En uno de sus experimentos Rosenthal y Jacobson tomaron al azar una serie de alumnos de una escuela y dieron sus nombres a los profesores, informándoles falsamente que en los test habían salido superdotados, cuando la realidad era que habían salido simplemente más o menos normales. Lo sorprendente fue que al cabo de ocho meses, dichos alumnos obtuvieron un rendimiento escolar realmente de superdotados. ¿Qué es lo que había pasado? Pues que la expectativa de los profesores y cómo se habían relacionado con dichos alumnos, había facilitado, o sea, "estimulado", el aumento de rendimiento en ellos.
Se denomina PROFECIA AUTOCUMPLIDA O AUTORREALIZADA al hecho de que las expectativas que se formulan unas personas con respecto a otras suelen cumplirse, de manera especial, si las primeras son muy importantes para las segundas.
Conforme a la profecía autorrealizada, cuando se asegura que cierta circunstancia va a producir un resultado negativo, nosotros mismos nos encargamos de que sea así; dirigimos nuestro pensamiento hacia ese resultado, esperamos que se produzca ese y ningún otro que sea mejor y orientamos todas nuestras acciones en ese sentido.
No recibimos un llamado de consciencia que nos advierta sobre nuestra actitud; en realidad, es una retroalimentación automática, como el correr de la sangre por las venas, que no lo ordenamos, ni lo percibimos siquiera.
También cuando se predice un resultado positivo y todas las fuerzas del individuo se movilizan hacia su consecución, es altísimamente probable que lo consiga.
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Logró finalmente una figura cuya belleza superaba aún a su propia imaginación. Dio a ésta el nombre de Galatea: era una escultura bellísima de la cual fue enamorándose. Al ver esto la diosa Venus dio vida a la estatua haciendo ciertos los deseos de Pigmalión.
Esta figura mitológica ha dado lugar a un concepto fundamental en psicología que fue observado por Robert Merton (uno de los grandes de la sociología norteamericana del siglo XX) y que hace referencia a la idea de lo que un juicio puede lograr en la realización de un acontecimiento, dando lugar en muchos casos a la llamada profecía autocumplida. Es decir, se llama efecto Pigmalion al hecho de que los juicios que tenemos sobre las personas, cosas, situaciones e incluso sobre nosotros mismos tiendan a convertirse en realidad (en afirmaciones).
Para ejemplificar se pueden traer algunos de los experimentos que Robert Rosenthal y Lenore Jacobson realizaron en 1968 bajo el titulo ”Pigmalion en el aula”, quienes se destacan por sus interesantes investigaciones sobre el tema.
En uno de sus experimentos Rosenthal y Jacobson tomaron al azar una serie de alumnos de una escuela y dieron sus nombres a los profesores, informándoles falsamente que en los test habían salido superdotados, cuando la realidad era que habían salido simplemente más o menos normales. Lo sorprendente fue que al cabo de ocho meses, dichos alumnos obtuvieron un rendimiento escolar realmente de superdotados. ¿Qué es lo que había pasado? Pues que la expectativa de los profesores y cómo se habían relacionado con dichos alumnos, había facilitado, o sea, "estimulado", el aumento de rendimiento en ellos.
Se denomina PROFECIA AUTOCUMPLIDA O AUTORREALIZADA al hecho de que las expectativas que se formulan unas personas con respecto a otras suelen cumplirse, de manera especial, si las primeras son muy importantes para las segundas.
Conforme a la profecía autorrealizada, cuando se asegura que cierta circunstancia va a producir un resultado negativo, nosotros mismos nos encargamos de que sea así; dirigimos nuestro pensamiento hacia ese resultado, esperamos que se produzca ese y ningún otro que sea mejor y orientamos todas nuestras acciones en ese sentido.
No recibimos un llamado de consciencia que nos advierta sobre nuestra actitud; en realidad, es una retroalimentación automática, como el correr de la sangre por las venas, que no lo ordenamos, ni lo percibimos siquiera.
También cuando se predice un resultado positivo y todas las fuerzas del individuo se movilizan hacia su consecución, es altísimamente probable que lo consiga.
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Psicólogos Perú: Hipnosis y regresiones. Terapia de Pareja. Psicólogo Luis Venegas Chalen.
martes, marzo 01, 2011
ALGO MUY GRAVE VA A SUCEDER EN ESTE PUEBLO
Imagínese usted un pueblo muy pequeño donde hay una señora vieja que tiene dos hijos, uno de 17 y una hija de 14. Está sirviéndoles el desayuno y tiene una expresión de preocupación. Los hijos le preguntan qué le pasa y ella les responde: "No sé, pero he amanecido con el presentimiento de que algo muy grave va a sucederle a este pueblo".
El hijo se va a jugar al billar, y en el momento en que va a tirar una carambola sencillísima, el otro jugador le dice: "Te apuesto un peso a que no la haces". Todos se ríen. El se ríe. Tira la carambola y no la hace. Paga su peso y todos le preguntan qué pasó, si era una carambola sencilla. Y él contesta: "es cierto, pero me ha quedado la preocupación de una cosa que me dijo mi madre esta mañana sobre algo grave que va a suceder a este pueblo".
Todos se ríen de él, y el que se ha ganado su peso regresa a su casa, donde está con su mamá, o una nieta o en fin, cualquier pariente, feliz con su peso dice y comenta:
-Le gané este peso a Dámaso en la forma más sencilla porque es un tonto.
-¿Y por qué es un tonto?
-Porque no pudo hacer una carambola sencillísima estorbado con la idea de que su mamá amaneció hoy con la idea de que algo muy grave va a suceder en este pueblo.
Y su madre le dice:
- No te burles de los presentimientos de los viejos porque a veces salen.
Una pariente oye esto y va a comprar carne. Ella le dice al carnicero: "Deme un kilo de carne", y en el momento que la está cortando, le dice: "mejor córteme dos, porque andan diciendo que algo grave va a pasar y lo mejor es estar preparado".
El carnicero despacha su carne y cuando llega otra señora a comprar un kilo de carne, le dice: "mejor lleve dos porque hasta aquí llega la gente diciendo que algo muy grave va a pasar, y se están preparando y comprando cosas". Entonces la vieja responde: "Tengo varios hijos, mejor deme cuatro kilos..." Se lleva los cuatro kilos, y para no hacer largo el cuento, diré que el carnicero en media hora agota la carne, mata a otra vaca, se vende toda y se va esparciendo el rumor. Llega el momento en que todo el mundo en el pueblo, está esperando que pase algo. Se paralizan las actividades y de pronto a las dos de la tarde. Alguien dice:
-¿Se ha dado cuenta del calor que está haciendo?
-¡Pero si en este pueblo siempre ha hecho calor!
Tanto calor que es pueblo donde los músicos tenían instrumentos remendados con brea y tocaban siempre a la sombra porque si tocaban al sol se les caían a pedazos.
-Sin embargo -dice uno-, a esta hora nunca ha hecho tanto calor.
-Pero a las dos de la tarde es cuando hace más calor.
-Sí, pero no tanto calor como ahora.
Al pueblo desierto, a la plaza desierta, baja de pronto un pajarito y se corre la voz: "Hay un pajarito en la plaza". Y viene todo el mundo espantado a ver el pajarito.
-Pero señores, siempre ha habido pajaritos que bajan.
-Sí, pero nunca a esta hora.
Llega un momento de tal tensión para los habitantes del pueblo, que todos están desesperados por irse y no tienen el valor de hacerlo.
-Yo sí soy muy macho -grita uno-. Yo me voy.
Agarra sus muebles, sus hijos, sus animales, los mete en una carreta y atraviesa la calle central donde todo el pueblo lo ve. Hasta que todos dicen: "Si este se atreve, pues nosotros también nos vamos". Y empiezan a desmantelar literalmente el pueblo. Se llevan las cosas, los animales, todo.
Y uno de los últimos que abandona el pueblo, dice: "Que no venga la desgracia a caer sobre lo que queda de nuestra casa", y entonces la incendia y otros incendian también sus casas.
Huyen en un tremendo y verdadero pánico, como en un éxodo de guerra, y en medio de ellos va la señora que tuvo el presagio, le dice a su hijo que está a su lado: "¿Viste, mi hijo, que algo muy grave iba a suceder en este pueblo?".
Por: Gabriel García Márquez
Aquí termina esta gran historia, Esto se llama la profecía auto cumplida.
‘No hagas caso del rumor’. ‘No seas tú mismo un instrumento para crear el caos’. ’Lo negativo atrae a lo negativo’. Sé positivo. TRATEMOS DE CONSTRUIR, NO DE DESTRUIR.
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El hijo se va a jugar al billar, y en el momento en que va a tirar una carambola sencillísima, el otro jugador le dice: "Te apuesto un peso a que no la haces". Todos se ríen. El se ríe. Tira la carambola y no la hace. Paga su peso y todos le preguntan qué pasó, si era una carambola sencilla. Y él contesta: "es cierto, pero me ha quedado la preocupación de una cosa que me dijo mi madre esta mañana sobre algo grave que va a suceder a este pueblo".
Todos se ríen de él, y el que se ha ganado su peso regresa a su casa, donde está con su mamá, o una nieta o en fin, cualquier pariente, feliz con su peso dice y comenta:
-Le gané este peso a Dámaso en la forma más sencilla porque es un tonto.
-¿Y por qué es un tonto?
-Porque no pudo hacer una carambola sencillísima estorbado con la idea de que su mamá amaneció hoy con la idea de que algo muy grave va a suceder en este pueblo.
Y su madre le dice:
- No te burles de los presentimientos de los viejos porque a veces salen.
Una pariente oye esto y va a comprar carne. Ella le dice al carnicero: "Deme un kilo de carne", y en el momento que la está cortando, le dice: "mejor córteme dos, porque andan diciendo que algo grave va a pasar y lo mejor es estar preparado".
El carnicero despacha su carne y cuando llega otra señora a comprar un kilo de carne, le dice: "mejor lleve dos porque hasta aquí llega la gente diciendo que algo muy grave va a pasar, y se están preparando y comprando cosas". Entonces la vieja responde: "Tengo varios hijos, mejor deme cuatro kilos..." Se lleva los cuatro kilos, y para no hacer largo el cuento, diré que el carnicero en media hora agota la carne, mata a otra vaca, se vende toda y se va esparciendo el rumor. Llega el momento en que todo el mundo en el pueblo, está esperando que pase algo. Se paralizan las actividades y de pronto a las dos de la tarde. Alguien dice:
-¿Se ha dado cuenta del calor que está haciendo?
-¡Pero si en este pueblo siempre ha hecho calor!
Tanto calor que es pueblo donde los músicos tenían instrumentos remendados con brea y tocaban siempre a la sombra porque si tocaban al sol se les caían a pedazos.
-Sin embargo -dice uno-, a esta hora nunca ha hecho tanto calor.
-Pero a las dos de la tarde es cuando hace más calor.
-Sí, pero no tanto calor como ahora.
Al pueblo desierto, a la plaza desierta, baja de pronto un pajarito y se corre la voz: "Hay un pajarito en la plaza". Y viene todo el mundo espantado a ver el pajarito.
-Pero señores, siempre ha habido pajaritos que bajan.
-Sí, pero nunca a esta hora.
Llega un momento de tal tensión para los habitantes del pueblo, que todos están desesperados por irse y no tienen el valor de hacerlo.
-Yo sí soy muy macho -grita uno-. Yo me voy.
Agarra sus muebles, sus hijos, sus animales, los mete en una carreta y atraviesa la calle central donde todo el pueblo lo ve. Hasta que todos dicen: "Si este se atreve, pues nosotros también nos vamos". Y empiezan a desmantelar literalmente el pueblo. Se llevan las cosas, los animales, todo.
Y uno de los últimos que abandona el pueblo, dice: "Que no venga la desgracia a caer sobre lo que queda de nuestra casa", y entonces la incendia y otros incendian también sus casas.
Huyen en un tremendo y verdadero pánico, como en un éxodo de guerra, y en medio de ellos va la señora que tuvo el presagio, le dice a su hijo que está a su lado: "¿Viste, mi hijo, que algo muy grave iba a suceder en este pueblo?".
Por: Gabriel García Márquez
Aquí termina esta gran historia, Esto se llama la profecía auto cumplida.
‘No hagas caso del rumor’. ‘No seas tú mismo un instrumento para crear el caos’. ’Lo negativo atrae a lo negativo’. Sé positivo. TRATEMOS DE CONSTRUIR, NO DE DESTRUIR.
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lunes, febrero 28, 2011
COMO SALIR DEL CLOSET
Cuando el hijo gay sale del clóset
La primera dificultad es que se rompen las expectativas con relación al proyecto de vida que habían construido para ese hijo o hija. El otro paso es superar la visión patológica de la homosexualidad.
Así relata Edwin el drama que vivió cuando sus padres se enteraron de que tenía una preferencia sexual diferente a la de la mayoría:
“Cuando le revelé mi homosexualidad, mi papá se llenó de odio, al punto que terminó echándome de la casa. Diez años después, cuando murió mi hermano heterosexual, pude volver a casa. Mi padre me aceptó como soy y hasta me pidió perdón. Y me pasó lo que le sucede a la mayoría de los gay, que pasamos de ser ‘la loca’ y la vergüenza de la familia, a convertirnos en los superhijos que cuidamos de los padres y de la familia como no lo hacen muchos hijos heterosexuales”.
Situación muy común en estos casos debido a que, según la médica familiar y sexóloga Liliana Arias Castillo, "cuando un hijo o una hija decide salir del clóset, los padres generalmente ingresan al clóset por el temor al manejo de la situación".
Los especialistas explican que esto ocurre debido a que la homosexualidad no figura entre las expectativas que los padres y las madres se han hecho para un hijo o hija. Por eso, “cuando una persona no sigue los patrones que la sociedad espera o no coincide con sus expectativas, los progenitores reaccionan presionando, alejando, evadiendo, rechazando, reprimiéndose o culpándose”, dice la psicóloga clínica y sexóloga Nelssy Bonilla.
“Otros caen en la negación. ‘Eso no me está pasando a mí’, ‘Será que está equivocado (a)’, ‘A lo mejor necesitas ayuda’, o en las culpas como ‘En qué fallamos’, ‘Qué fue lo que hice’, lo cual genera mucha angustia y llegan hasta a la agresión. No faltan los que dicen ‘Prefiero verlo muerto que viviendo con otro hombre’ y no vuelven a tratarlos en años, salvo cuando hay una situación dolorosa como un duelo familiar.
O quienes deciden dominarlos, controlarlos o castigarlos, creyendo que así van a cambiar su preferencia sexual. “La familia vive un proceso de duelo por la pérdida de ese ideal o proyecto de vida que tenían para ese hijo o hija, que incluye ‘Quiero que sea un hombre -o mujer- de bien, que sea un profesional y forme un hogar’, señala Liliana Arias. “Para muchos padres, un hijo es como la extensión de sí mismos. A través suyo buscan proyectarse o alcanzar lo que no pudieron lograr”, dice el psicólogo clínico y terapeuta sexual Virgilio Chiachella.
El especialista destaca que descubrir la homosexualidad de un hijo constituye “un golpe, porque se sale de lo considerado como ideal y natural. Y peor aún si le agregamos elementos religiosos que estigmatizan la condición homosexual como sodomía -por Sodoma y Gomorra- como el paradigma de lo degenerado y lo desviado”.
Golpe que tiene origen en que la gente desconoce que “es una condición humana ser plurales en sentir, pensar y actuar, y aunque existan mayorías, siempre habrá personas diferentes. Así como no hay una sola religión ni un solo color de piel, tampoco hay una sola orientación sexual ni capacidad de amar y ese comportamiento es parte de esa diversidad”, afirma Nelssy Bonilla.
Otra expectativa muy grande que se derrumba es la de los nietos, más cuando se trata de un hijo único, o el varón de la familia, que enfrenta a los padres al interrogante de quién va a prolongar su apellido o a asumir los negocios o las herencias.
Esa angustia llevó a los padres de Marino*, un ejecutivo de 36 años, hijo único, a presionarlo armándole matrimonios, pero cuando ‘le montan’ la fiesta de compromiso, él sufre unos episodios de gastritis con sangrado y termina hospitalizado y se desbarata la boda. La escena se ha repetido tres veces.
“La mamá lo sabe, pero dice que al papá le daría un infarto si lo supiera porque es muy machista. El papá lo presiente, pero no lo quiere saber y el hijo se deja manipular por ambos, pero les sigue haciendo el juego por temor a que el papá se enferme y provoque una ruptura”, dice la sexóloga Liliana Arias.
Con ese concepto falso de que “el fin de la vida sexual era la procreación, se reprimió el homosexualismo. La sexualidad es para disfrutarla, es el placer más grande del ser humano si la disfruta con responsabilidad”, dice el sexólogo Luis Fernando Hoyos.
Liliana Arias asegura que ser gay no implica no tener descendencia. “Hay lesbianas que recurren a la inseminación artificial, y gays que adoptan hijos o que los tienen inseminando en útero prestado o con personas del sexo opuesto que aceptan sin ningún vínculo de pareja”.
El destape
Tanto el hijo como los padres deben escoger muy bien en qué momento y cómo salir del armario. La mayoría de los papás intuye la situación, pero no se atreve a abordar el tema ni los hijos son capaces de planteárselo porque conocen los prejuicios de sus mayores frente a la homosexualidad.
No se debe recurrir a expresiones como ‘Usted por qué no tiene novia’, ‘Baile con sutanita’, o ‘Es que a esta niña no se le conoce novio’, ‘Aquí le traigo a fulanito’, algo que sucede siempre en las fiestas de Navidad o fechas especiales. Es cuando muchos padres y madres han quedado estupefactos, al oir a su hijo o hija gritar con desespero y delante de los invitados: ‘No me molesten más que soy gay’ (o lesbiana).
Por ello, el primer paso es socializar el tema a través del diálogo. Es importante escuchar -el silencio conlleva más sufrimiento- y mirar las oportunidades para que el núcleo familiar salga fortalecido y evitar que se desintegre echándose las culpas.
Por esa necesidad de buscar un responsable, los padres culpan a las madres con reproches como ‘Es que lo consintió mucho’, ‘Lo trató como a una niña’. Pero ellas también los recriminan: ‘Es que tú tenías otra’, ‘Como me abandonaste o -te divorciaste- y no venías a verlo’.
Si la pareja no tiene una buena relación, puede pasar a formar parte de ese 29% que se separa cuando sabe que su hijo es gay.
El siguiente paso para superar el ‘shock’ es reconocer: ‘Bueno, es gay, pero es mi hijo’. Esa actitud conlleva la aceptación de que ese hijo pueda elegir pareja e integrarla al núcleo familiar. “Es cuando los padres entienden que el hijo no les va a traer una nuera sino un yerno o que la hija no les va a traer un yerno sino una nuera”, dice Liliana Arias.
Ramiro*, un profesional mayor de 30 años, buscó ayuda profesional porque no resistía ya la presión social. En terapia él reconoció su identidad sexual y decidió que la terapeuta le comunicara a sus padres la verdad.
“Citamos a la familia, pero sólo acudieron la mamá y los hermanos. Ella dijo que lo sabía y que le encantaba que por fin él lo hubiera podido expresar. Y optaron por pedirle al papá que no lo molestara más, que él iba a hacer su vida y se independizaba, sin decirle que era gay.
Luego, Ramiro invitó a la familia a su nuevo apartamento y ahí le presentó su novio a su papá. El padre toleró muy bien la situación y hoy es superamigo de su hijo y de su yerno, quien ya está incorporado en el círculo familiar”, relata la doctora Arias.
“Es absurdo que un padre decida botar al tarro de la basura una relación tan preciada como la que se tiene con un hijo o una hija porque lo considera enfermo o un ser contranatura”, afirma Virgilio Chiachella.
“Sobre todo si -analiza el experto- muchos heterosexuales no manejan su capacidad reproductiva con responsabilidad ni con sabiduría y su heterosexualidad no sirve de nada pues carece de principios. La esencia del ser humano no está en su preferencia sexual”.
Eso fue lo que le pasó a Román*, una persona de principios, emprendedora y con mucho talento en su arte. Maneja valores de familia, es un excelente hijo con su señora madre, muy preocupado por darle buena calidad de vida, lo cual no siempre se ve entre los heterosexuales.
Sin embargo, fue rechazado en forma radical por el padre, quien es muy agresivo. Hay una ruptura muy fuerte que lo ha llevado a varios estados depresivos porque no había podido procesar ese antagonismo con su papá.
“Ante algo que ya es un hecho cumplido y sabiendo que es un individuo valioso, este señor se ha complicado la vida al renunciar a la felicidad del intercambio afectivo con su hijo -es un hombre amargado-, y de paso, le ha negado la oportunidad de tener el afecto de su padre”, dice el doctor Chiachella.
Lo cultural
Los padres también sienten mucha confusión en la que se mezclan vergüenza, dudas y temores al pensar en con quién pueden compartir esa situación.
“Se preguntan qué van a pensar de ellos: que fracasaron como padres, que no supieron ponerle correctivo a tiempo a los hijos o criarlos como personas normales. O si se van a enfrentar a las burlas o a la compasión malintencionada y al rechazo de la sociedad”, dice Arias.
Aceptar un hijo homosexual implica despojarse de creencias equivocadas que obedecen a esa visión patológica sobre la homosexualidad, afirma Nelssy Bonilla, tales como relacionarlo con una conducta desorganizada, con el deseo de cambiar de sexo, con abuso de menores, incluso con promiscuidad.
Por ello, Liliana Arias sugiere cambiar arquetipos que califican a los homosexuales de sádicos, incompetentes, sin iguales capacidades u opciones que un heterosexual. Y entender que “no es una depravación ni aberración, simplemente una preferencia de género que se da igual que la heterosexualidad y no le quita su condición como persona”.
“Y que no es una enfermedad o una degeneración ni sinónimo de prostitución ni nada vergonzante que implique la marginalidad”, sostiene Hoyos.
En ese proceso de aceptación, ayuda ver al homosexual como “una persona cuyos principios y concepción de la vida le permiten aportar a la sociedad, independiente de su orientación sexual, la esencia como individuo va más allá de nuestras inclinaciones”, aconseja Chiachella.
Nelssy Bonilla propone un contexto más amplio para no caer en esos extremos. “Si reconocemos que el principio de la vida es la diversidad, entenderemos que la capacidad de amar también es diversa y que amar a un igual o a un diferente o a ambos es parte de esa pluralidad”.
Como dice Rinna Riesenseld en su libro ‘Papá, mamá, soy gay’, que el diálogo fluya, como el de aquel muchacho que le confesó a su madre: ‘Mamá, a mí me gustan los hombres’ y ella le respondió: ‘A mí también’.
Otra gente cree que la orientación sexual es una decisión intencional que se toma para hacer algo ‘en contra de’. “No, eso es parte del desarrollo, de la naturaleza y de cómo la persona está descubriendo su forma de ser, incluida su sexualidad. Si comprendiéramos eso, nuestra actitud sería de respeto ante una realidad imposible de cambiar”.
*Los nombres son ficticios para proteger la identidad de las fuentes.
CONSEJOS
- Aceptar que la homosexualidad es una preferencia más dentro de las diferentes orientaciones sexuales. No es que el hijo sea malo ni que hayan fallado en la crianza.
- Cada padre o madre debe renunciar al ideal de proyecto de vida que creó para su hijo o hija.
- Las familias que se comunican y se cooperan con una postura de sinceramiento y de apertura, evitan la separación de los padres y manejan mejor esta eventualidad.
- No se trata de salir a decirle a todo el mundo ‘Tengo un hijo homosexual’ pero sí de saber enfrentar la situación y no encerrarse en el armario.
- Liberarse de prejuicios y paradigmas permite manejar una buena o aceptable relación con el hijo o hija homosexual.
- Se requiere una transformación de ideas y de apertura mental. No hay que aferrarse a conceptos consagrados por el tiempo pero que no necesariamente son los más correctos.
- Aceptar al hijo como es, darle apoyo, acogerlo y ayudarle a organizar su vida sexual y afectiva con mucha altura, así como a seguir su desarrollo de vida en los términos normales como persona.
- No caer en sobreprotecciones como tener al hijo escondido ni tratarlo como a un minusválido.
- Brindarle amor, comprensión y ser consciente que no es nada para avergonzarse. Grandes hombres fueron homosexuales: Platón, Aristóteles.
- Buscar la asesoría terapéutica profesional para superar temores y culpas, aclarar ideas y aprender a respetar la vida de la persona.
- Si han existido antecedentes de violencia sexual, hay que aclarar si esa preferencia homosexual está bien definida.
Fuente: Anodis, la Agencia de Noticias sobre Diversidad Sexual es un sistema de información que transmite noticias, opiniones y análisis a través de piezas periodísticas sobre la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Travesti, Transgénero y Transexual (LGBT) en México mediante el uso de Internet y con el apoyo de una red de reporteros, corresponsales, y colaboradores.
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La primera dificultad es que se rompen las expectativas con relación al proyecto de vida que habían construido para ese hijo o hija. El otro paso es superar la visión patológica de la homosexualidad.
Así relata Edwin el drama que vivió cuando sus padres se enteraron de que tenía una preferencia sexual diferente a la de la mayoría:
“Cuando le revelé mi homosexualidad, mi papá se llenó de odio, al punto que terminó echándome de la casa. Diez años después, cuando murió mi hermano heterosexual, pude volver a casa. Mi padre me aceptó como soy y hasta me pidió perdón. Y me pasó lo que le sucede a la mayoría de los gay, que pasamos de ser ‘la loca’ y la vergüenza de la familia, a convertirnos en los superhijos que cuidamos de los padres y de la familia como no lo hacen muchos hijos heterosexuales”.
Situación muy común en estos casos debido a que, según la médica familiar y sexóloga Liliana Arias Castillo, "cuando un hijo o una hija decide salir del clóset, los padres generalmente ingresan al clóset por el temor al manejo de la situación".
Los especialistas explican que esto ocurre debido a que la homosexualidad no figura entre las expectativas que los padres y las madres se han hecho para un hijo o hija. Por eso, “cuando una persona no sigue los patrones que la sociedad espera o no coincide con sus expectativas, los progenitores reaccionan presionando, alejando, evadiendo, rechazando, reprimiéndose o culpándose”, dice la psicóloga clínica y sexóloga Nelssy Bonilla.
“Otros caen en la negación. ‘Eso no me está pasando a mí’, ‘Será que está equivocado (a)’, ‘A lo mejor necesitas ayuda’, o en las culpas como ‘En qué fallamos’, ‘Qué fue lo que hice’, lo cual genera mucha angustia y llegan hasta a la agresión. No faltan los que dicen ‘Prefiero verlo muerto que viviendo con otro hombre’ y no vuelven a tratarlos en años, salvo cuando hay una situación dolorosa como un duelo familiar.
O quienes deciden dominarlos, controlarlos o castigarlos, creyendo que así van a cambiar su preferencia sexual. “La familia vive un proceso de duelo por la pérdida de ese ideal o proyecto de vida que tenían para ese hijo o hija, que incluye ‘Quiero que sea un hombre -o mujer- de bien, que sea un profesional y forme un hogar’, señala Liliana Arias. “Para muchos padres, un hijo es como la extensión de sí mismos. A través suyo buscan proyectarse o alcanzar lo que no pudieron lograr”, dice el psicólogo clínico y terapeuta sexual Virgilio Chiachella.
El especialista destaca que descubrir la homosexualidad de un hijo constituye “un golpe, porque se sale de lo considerado como ideal y natural. Y peor aún si le agregamos elementos religiosos que estigmatizan la condición homosexual como sodomía -por Sodoma y Gomorra- como el paradigma de lo degenerado y lo desviado”.
Golpe que tiene origen en que la gente desconoce que “es una condición humana ser plurales en sentir, pensar y actuar, y aunque existan mayorías, siempre habrá personas diferentes. Así como no hay una sola religión ni un solo color de piel, tampoco hay una sola orientación sexual ni capacidad de amar y ese comportamiento es parte de esa diversidad”, afirma Nelssy Bonilla.
Otra expectativa muy grande que se derrumba es la de los nietos, más cuando se trata de un hijo único, o el varón de la familia, que enfrenta a los padres al interrogante de quién va a prolongar su apellido o a asumir los negocios o las herencias.
Esa angustia llevó a los padres de Marino*, un ejecutivo de 36 años, hijo único, a presionarlo armándole matrimonios, pero cuando ‘le montan’ la fiesta de compromiso, él sufre unos episodios de gastritis con sangrado y termina hospitalizado y se desbarata la boda. La escena se ha repetido tres veces.
“La mamá lo sabe, pero dice que al papá le daría un infarto si lo supiera porque es muy machista. El papá lo presiente, pero no lo quiere saber y el hijo se deja manipular por ambos, pero les sigue haciendo el juego por temor a que el papá se enferme y provoque una ruptura”, dice la sexóloga Liliana Arias.
Con ese concepto falso de que “el fin de la vida sexual era la procreación, se reprimió el homosexualismo. La sexualidad es para disfrutarla, es el placer más grande del ser humano si la disfruta con responsabilidad”, dice el sexólogo Luis Fernando Hoyos.
Liliana Arias asegura que ser gay no implica no tener descendencia. “Hay lesbianas que recurren a la inseminación artificial, y gays que adoptan hijos o que los tienen inseminando en útero prestado o con personas del sexo opuesto que aceptan sin ningún vínculo de pareja”.
El destape
Tanto el hijo como los padres deben escoger muy bien en qué momento y cómo salir del armario. La mayoría de los papás intuye la situación, pero no se atreve a abordar el tema ni los hijos son capaces de planteárselo porque conocen los prejuicios de sus mayores frente a la homosexualidad.
No se debe recurrir a expresiones como ‘Usted por qué no tiene novia’, ‘Baile con sutanita’, o ‘Es que a esta niña no se le conoce novio’, ‘Aquí le traigo a fulanito’, algo que sucede siempre en las fiestas de Navidad o fechas especiales. Es cuando muchos padres y madres han quedado estupefactos, al oir a su hijo o hija gritar con desespero y delante de los invitados: ‘No me molesten más que soy gay’ (o lesbiana).
Por ello, el primer paso es socializar el tema a través del diálogo. Es importante escuchar -el silencio conlleva más sufrimiento- y mirar las oportunidades para que el núcleo familiar salga fortalecido y evitar que se desintegre echándose las culpas.
Por esa necesidad de buscar un responsable, los padres culpan a las madres con reproches como ‘Es que lo consintió mucho’, ‘Lo trató como a una niña’. Pero ellas también los recriminan: ‘Es que tú tenías otra’, ‘Como me abandonaste o -te divorciaste- y no venías a verlo’.
Si la pareja no tiene una buena relación, puede pasar a formar parte de ese 29% que se separa cuando sabe que su hijo es gay.
El siguiente paso para superar el ‘shock’ es reconocer: ‘Bueno, es gay, pero es mi hijo’. Esa actitud conlleva la aceptación de que ese hijo pueda elegir pareja e integrarla al núcleo familiar. “Es cuando los padres entienden que el hijo no les va a traer una nuera sino un yerno o que la hija no les va a traer un yerno sino una nuera”, dice Liliana Arias.
Ramiro*, un profesional mayor de 30 años, buscó ayuda profesional porque no resistía ya la presión social. En terapia él reconoció su identidad sexual y decidió que la terapeuta le comunicara a sus padres la verdad.
“Citamos a la familia, pero sólo acudieron la mamá y los hermanos. Ella dijo que lo sabía y que le encantaba que por fin él lo hubiera podido expresar. Y optaron por pedirle al papá que no lo molestara más, que él iba a hacer su vida y se independizaba, sin decirle que era gay.
Luego, Ramiro invitó a la familia a su nuevo apartamento y ahí le presentó su novio a su papá. El padre toleró muy bien la situación y hoy es superamigo de su hijo y de su yerno, quien ya está incorporado en el círculo familiar”, relata la doctora Arias.
“Es absurdo que un padre decida botar al tarro de la basura una relación tan preciada como la que se tiene con un hijo o una hija porque lo considera enfermo o un ser contranatura”, afirma Virgilio Chiachella.
“Sobre todo si -analiza el experto- muchos heterosexuales no manejan su capacidad reproductiva con responsabilidad ni con sabiduría y su heterosexualidad no sirve de nada pues carece de principios. La esencia del ser humano no está en su preferencia sexual”.
Eso fue lo que le pasó a Román*, una persona de principios, emprendedora y con mucho talento en su arte. Maneja valores de familia, es un excelente hijo con su señora madre, muy preocupado por darle buena calidad de vida, lo cual no siempre se ve entre los heterosexuales.
Sin embargo, fue rechazado en forma radical por el padre, quien es muy agresivo. Hay una ruptura muy fuerte que lo ha llevado a varios estados depresivos porque no había podido procesar ese antagonismo con su papá.
“Ante algo que ya es un hecho cumplido y sabiendo que es un individuo valioso, este señor se ha complicado la vida al renunciar a la felicidad del intercambio afectivo con su hijo -es un hombre amargado-, y de paso, le ha negado la oportunidad de tener el afecto de su padre”, dice el doctor Chiachella.
Lo cultural
Los padres también sienten mucha confusión en la que se mezclan vergüenza, dudas y temores al pensar en con quién pueden compartir esa situación.
“Se preguntan qué van a pensar de ellos: que fracasaron como padres, que no supieron ponerle correctivo a tiempo a los hijos o criarlos como personas normales. O si se van a enfrentar a las burlas o a la compasión malintencionada y al rechazo de la sociedad”, dice Arias.
Aceptar un hijo homosexual implica despojarse de creencias equivocadas que obedecen a esa visión patológica sobre la homosexualidad, afirma Nelssy Bonilla, tales como relacionarlo con una conducta desorganizada, con el deseo de cambiar de sexo, con abuso de menores, incluso con promiscuidad.
Por ello, Liliana Arias sugiere cambiar arquetipos que califican a los homosexuales de sádicos, incompetentes, sin iguales capacidades u opciones que un heterosexual. Y entender que “no es una depravación ni aberración, simplemente una preferencia de género que se da igual que la heterosexualidad y no le quita su condición como persona”.
“Y que no es una enfermedad o una degeneración ni sinónimo de prostitución ni nada vergonzante que implique la marginalidad”, sostiene Hoyos.
En ese proceso de aceptación, ayuda ver al homosexual como “una persona cuyos principios y concepción de la vida le permiten aportar a la sociedad, independiente de su orientación sexual, la esencia como individuo va más allá de nuestras inclinaciones”, aconseja Chiachella.
Nelssy Bonilla propone un contexto más amplio para no caer en esos extremos. “Si reconocemos que el principio de la vida es la diversidad, entenderemos que la capacidad de amar también es diversa y que amar a un igual o a un diferente o a ambos es parte de esa pluralidad”.
Como dice Rinna Riesenseld en su libro ‘Papá, mamá, soy gay’, que el diálogo fluya, como el de aquel muchacho que le confesó a su madre: ‘Mamá, a mí me gustan los hombres’ y ella le respondió: ‘A mí también’.
Otra gente cree que la orientación sexual es una decisión intencional que se toma para hacer algo ‘en contra de’. “No, eso es parte del desarrollo, de la naturaleza y de cómo la persona está descubriendo su forma de ser, incluida su sexualidad. Si comprendiéramos eso, nuestra actitud sería de respeto ante una realidad imposible de cambiar”.
*Los nombres son ficticios para proteger la identidad de las fuentes.
CONSEJOS
- Aceptar que la homosexualidad es una preferencia más dentro de las diferentes orientaciones sexuales. No es que el hijo sea malo ni que hayan fallado en la crianza.
- Cada padre o madre debe renunciar al ideal de proyecto de vida que creó para su hijo o hija.
- Las familias que se comunican y se cooperan con una postura de sinceramiento y de apertura, evitan la separación de los padres y manejan mejor esta eventualidad.
- No se trata de salir a decirle a todo el mundo ‘Tengo un hijo homosexual’ pero sí de saber enfrentar la situación y no encerrarse en el armario.
- Liberarse de prejuicios y paradigmas permite manejar una buena o aceptable relación con el hijo o hija homosexual.
- Se requiere una transformación de ideas y de apertura mental. No hay que aferrarse a conceptos consagrados por el tiempo pero que no necesariamente son los más correctos.
- Aceptar al hijo como es, darle apoyo, acogerlo y ayudarle a organizar su vida sexual y afectiva con mucha altura, así como a seguir su desarrollo de vida en los términos normales como persona.
- No caer en sobreprotecciones como tener al hijo escondido ni tratarlo como a un minusválido.
- Brindarle amor, comprensión y ser consciente que no es nada para avergonzarse. Grandes hombres fueron homosexuales: Platón, Aristóteles.
- Buscar la asesoría terapéutica profesional para superar temores y culpas, aclarar ideas y aprender a respetar la vida de la persona.
- Si han existido antecedentes de violencia sexual, hay que aclarar si esa preferencia homosexual está bien definida.
Fuente: Anodis, la Agencia de Noticias sobre Diversidad Sexual es un sistema de información que transmite noticias, opiniones y análisis a través de piezas periodísticas sobre la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Travesti, Transgénero y Transexual (LGBT) en México mediante el uso de Internet y con el apoyo de una red de reporteros, corresponsales, y colaboradores.
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Psicólogos Perú: Hipnosis y regresiones. Terapia de Pareja. Psicólogo Luis Venegas Chalen.
domingo, febrero 27, 2011
EVITAR TENER MAL GENIO Y NO GRITAR A LOS NIÑOS
Me imagino que estás muy a menudo de mal humor con tus hijos y les gritas a la mínima. Pero no sé cuál es tu realidad para poder contextualizar las posibles causas de ese explotar con tus hijos: ¿Trabajas y te queda poco tiempo para ellos?¿ No trabajas y estás renunciado a cosas que te empiezan a pesar? ¿Eres madre/padre soltera/o y tienes muchas responsabilidades que te ahogan? ¿Tus hijos son muy pequeños y de edades seguidas, con lo que el trabajo es realmente agotador?
De todas formas, y de forma general, gritar, el mal humor, la ira están expresando algo que estás reteniendo. Algo guardado que te está haciendo daño a ti sobre todo, y también a tus hijos pues ellos pagan las consecuencias. Si tú estás bien, contenta/o, en paz contigo misma/o, con días buenos y días menos buenos pero con una constante de bienestar, entonces también estás bien con tus hijos y tu entorno se beneficia de ello.
Perder los nervios, gritar, enfadarse es inevitable en determinados momentos y ocasiones. Somos humanos y criar es sacrificado, no da tregua, es estar siempre en la entrega a pesar de cómo nos sintamos nosotros. Da igual estemos cansados, o enfermos, o con muchísimo sueño, hemos de estar ahí para ellos. Da igual que tengamos ganas de hacer cosas que nuestros pequeños nos impiden, sin apenas momentos para nosotros, para la pareja, para la vida social, hemos de estar ahí para ellos. Y es cansado, a veces hasta pesado y odiado.
Retener estos sentimientos, no aceptarlos es dañino y se volverá en contra nuestro en cualquier momento. Hay que buscar maneras de abrir la válvula y darle escape: gritar al aire, al espejo, compartirlo honestamente con alguien, patalear, etc. Así nos ocupamos de nuestros temas, de nuestra carga y no hacemos pagar a nadie por ella.
Por otro lado, también es importante saber que tus hijos necesitan de tu presencia y tiempo. Por lo que cuando estés con ellos después de su larga jornada escolar (y posiblemente la tuya laboral), no te líes a hacer mil cosas de la casa.
Baja las expectativas, las obligaciones, la exigencia de tengo que comprar, organizar, los baños, las cenas, etc., pues eso aún te alterará más. Siéntate con ellos, juega un ratito. Si son mayorcitos pide colaboración para hacer la cena, o para guardar la compra. Que el baño no sea un ritual sin disfrute, sino otra ocasión para estar juntos. Ellos te necesitan pero tú también los necesitas para que te abran el corazón, para nutrirte del verdadero valor de las cosas.
Cuando estamos criando no podemos atenderlo todo ni llevar la misma vida sin hijos que con hijos. Hemos de poner el acento, la mirada principal en ellos. Lo demás seguro es secundario y prescindible.
Por: Cristina García
Para educar a un niño en el camino que debe ir, debes seguir tú también ese camino.
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De todas formas, y de forma general, gritar, el mal humor, la ira están expresando algo que estás reteniendo. Algo guardado que te está haciendo daño a ti sobre todo, y también a tus hijos pues ellos pagan las consecuencias. Si tú estás bien, contenta/o, en paz contigo misma/o, con días buenos y días menos buenos pero con una constante de bienestar, entonces también estás bien con tus hijos y tu entorno se beneficia de ello.
Perder los nervios, gritar, enfadarse es inevitable en determinados momentos y ocasiones. Somos humanos y criar es sacrificado, no da tregua, es estar siempre en la entrega a pesar de cómo nos sintamos nosotros. Da igual estemos cansados, o enfermos, o con muchísimo sueño, hemos de estar ahí para ellos. Da igual que tengamos ganas de hacer cosas que nuestros pequeños nos impiden, sin apenas momentos para nosotros, para la pareja, para la vida social, hemos de estar ahí para ellos. Y es cansado, a veces hasta pesado y odiado.
Retener estos sentimientos, no aceptarlos es dañino y se volverá en contra nuestro en cualquier momento. Hay que buscar maneras de abrir la válvula y darle escape: gritar al aire, al espejo, compartirlo honestamente con alguien, patalear, etc. Así nos ocupamos de nuestros temas, de nuestra carga y no hacemos pagar a nadie por ella.
Por otro lado, también es importante saber que tus hijos necesitan de tu presencia y tiempo. Por lo que cuando estés con ellos después de su larga jornada escolar (y posiblemente la tuya laboral), no te líes a hacer mil cosas de la casa.
Baja las expectativas, las obligaciones, la exigencia de tengo que comprar, organizar, los baños, las cenas, etc., pues eso aún te alterará más. Siéntate con ellos, juega un ratito. Si son mayorcitos pide colaboración para hacer la cena, o para guardar la compra. Que el baño no sea un ritual sin disfrute, sino otra ocasión para estar juntos. Ellos te necesitan pero tú también los necesitas para que te abran el corazón, para nutrirte del verdadero valor de las cosas.
Cuando estamos criando no podemos atenderlo todo ni llevar la misma vida sin hijos que con hijos. Hemos de poner el acento, la mirada principal en ellos. Lo demás seguro es secundario y prescindible.
Por: Cristina García
Para educar a un niño en el camino que debe ir, debes seguir tú también ese camino.
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sábado, febrero 26, 2011
LA HUMILDAD
LA CARRETA VACIA
Caminaba con mi padre, cuando él se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó: “Además del cantar de los pájaros, ¿escuchas alguna cosa más?”.
Agudicé mis oídos y algunos segundos después le respondí: “Estoy escuchando el ruido de una carreta”.
“Eso es” -dijo mi padre- “es una carreta vacía”.
Pregunté a mi padre: “¿Cómo sabes que es una carreta vacía si aún no la vemos?”.
Entonces mi padre respondió: “Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por causa del ruido. Cuánto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace”.
Me convertí en adulto y hasta hoy, cuando noto a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose prepotente y haciendo de menos a la gente, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo: “Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace”.
La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas.
Y recuerden que existen personas tan pobres que lo único que tienen es dinero. Y nadie está más vacío que aquel que está lleno de egoísmo de un supuesto Mi Mismo.
"ENVEJECER ES OBLIGATORIO, MADURAR ES OPCIONAL”
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Caminaba con mi padre, cuando él se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó: “Además del cantar de los pájaros, ¿escuchas alguna cosa más?”.
Agudicé mis oídos y algunos segundos después le respondí: “Estoy escuchando el ruido de una carreta”.
“Eso es” -dijo mi padre- “es una carreta vacía”.
Pregunté a mi padre: “¿Cómo sabes que es una carreta vacía si aún no la vemos?”.
Entonces mi padre respondió: “Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por causa del ruido. Cuánto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace”.
Me convertí en adulto y hasta hoy, cuando noto a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose prepotente y haciendo de menos a la gente, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo: “Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace”.
La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas.
Y recuerden que existen personas tan pobres que lo único que tienen es dinero. Y nadie está más vacío que aquel que está lleno de egoísmo de un supuesto Mi Mismo.
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viernes, febrero 25, 2011
EL TAMAÑO DE LAS PERSONAS
Los tamaños varían conforme el grado de compromiso:
Una persona es enorme para uno, cuando habla de lo que leyó y vivió, cuando trata con cariño y respeto, cuando mira a los ojos y sonríe inocente.
Es pequeña cuando solo piensa en si misma, cuando se comporta de una manera poco gentil, cuando fracasa justamente en el momento en que tendría que demostrar lo que hay de más importante entre dos personas: la amistad, el cariño, el respeto, el celo y asimismo el amor.
Una persona es gigante cuando se interesa por tu vida, cuando busca alternativas para tu crecimiento, cuando sueña junto contigo.
Una persona es grande cuando perdona, cuando comprende, cuando se coloca en el lugar del otro, cuando obra, no de acuerdo con lo que esperan de ella, sino de acuerdo con lo que espera de sí misma.
Una persona es pequeña cuando se deja regir por comportamientos clichés.
Una misma persona puede aparentar grandeza o pequeñez dentro de una relación, puede crecer o disminuir en un espacio de pocas semanas.
Una decepción puede disminuir el tamaño de un amor que parecía ser grande.
Una ausencia puede aumentar el tamaño de un amor que parecía ser ínfimo.
Es difícil convivir con esta elasticidad: las personas se agigantan y se encogen a nuestros ojos.
Nuestro juzgamiento es hecho, no a través de centímetros y metros, sino de acciones y reacciones, de expectativas y frustraciones.
Una persona es única al extender la mano, y al recogerla inesperadamente, se torna otra.
El egoísmo unifica a los insignificantes.
No es la altura, ni el peso, ni los músculos que tornan a una persona grande; es su sensibilidad, sin tamaño.
Por: William Shakespeare
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Una persona es enorme para uno, cuando habla de lo que leyó y vivió, cuando trata con cariño y respeto, cuando mira a los ojos y sonríe inocente.
Es pequeña cuando solo piensa en si misma, cuando se comporta de una manera poco gentil, cuando fracasa justamente en el momento en que tendría que demostrar lo que hay de más importante entre dos personas: la amistad, el cariño, el respeto, el celo y asimismo el amor.
Una persona es gigante cuando se interesa por tu vida, cuando busca alternativas para tu crecimiento, cuando sueña junto contigo.
Una persona es grande cuando perdona, cuando comprende, cuando se coloca en el lugar del otro, cuando obra, no de acuerdo con lo que esperan de ella, sino de acuerdo con lo que espera de sí misma.
Una persona es pequeña cuando se deja regir por comportamientos clichés.
Una misma persona puede aparentar grandeza o pequeñez dentro de una relación, puede crecer o disminuir en un espacio de pocas semanas.
Una decepción puede disminuir el tamaño de un amor que parecía ser grande.
Una ausencia puede aumentar el tamaño de un amor que parecía ser ínfimo.
Es difícil convivir con esta elasticidad: las personas se agigantan y se encogen a nuestros ojos.
Nuestro juzgamiento es hecho, no a través de centímetros y metros, sino de acciones y reacciones, de expectativas y frustraciones.
Una persona es única al extender la mano, y al recogerla inesperadamente, se torna otra.
El egoísmo unifica a los insignificantes.
No es la altura, ni el peso, ni los músculos que tornan a una persona grande; es su sensibilidad, sin tamaño.
Por: William Shakespeare
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jueves, febrero 24, 2011
LA ENFERMEDAD COMO OPORTUNIDAD
DR JORGE CARVAJAL - MEDICO DE ALMAS
Cirujano de almas, sanador espiritual, médico auténtico que escucha a sus pacientes con el corazón y que cura no sólo al cuerpo, sino también al ser. Jorge Carvajal lleva 20 años de investigación médica, que complementa con su profunda filosofía de la vida, para ayudarnos a reencontrar nuestra verdadera identidad y recuperar nuestra salud, que es la salud de la humanidad.
La enfermedad como oportunidad y otra visión de la salud
¿Qué es la enfermedad?
Es un maestro, una oportunidad para organizar una armonía superior en nuestra propia vida, a nivel físico, emocional, mental y espiritual.
¿Qué enferma primero, el cuerpo o el alma?
El alma no puede enfermar, porque es lo que hay perfecto en ti, el alma evoluciona, aprende. En realidad, buena parte de las enfermedades son todo lo contrario: son la resistencia del cuerpo emocional y mental al alma. Cuando nuestra personalidad se resiste al designio del alma es cuando enfermamos.
La Salud y Las Emociones
¿Hay emociones perjudiciales para la salud? ¿Cuáles son las que más nos perjudican?
Un 70 por ciento de las enfermedades del ser humano vienen del campo de conciencia emocional. Las enfermedades muchas veces proceden de emociones no procesadas, no expresadas, reprimidas. El temor, que es la ausencia de amor, es la gran enfermedad, el común denominador de buena parte de las enfermedades que hoy tenemos. Cuando el temor se queda congelado afecta al riñón, a las glándulas suprarrenales, a los huesos, a la energía vital, y puede convertirse en pánico.
¿Nos hacemos los fuertes y descuidamos nuestra salud?
De héroes están llenos los cementerios. Te tienes que cuidar. Tienes tus límites, no vayas más allá. Tienes que reconocer cuáles son tus límites y superarlos porque si no los reconoces, vas a destruir tu cuerpo.
¿Cómo nos afecta la ira?
La ira es santa, es sagrada, es una emoción positiva porque te lleva a la autoafirmación, a la búsqueda de tu territorio, a defender lo que es tuyo, lo que es justo. Pero cuando la ira se vuelve irritabilidad, agresividad, resentimiento, odio, se vuelve contra ti, y afecta al hígado, la digestión, el sistema inmunológico…
¿La alegría por el contrario nos ayuda a estar sanos?
La alegría es la más bella de las emociones porque es la emoción de la inocencia, del corazón, y es la más sanadora de todas, porque no es contraria a ninguna otra. Un poquito de tristeza con alegría escribe poemas. La alegría con miedo nos lleva a contextualizar el miedo y a no darle tanta importancia.
¿La alegría suaviza el ánimo?
Sí, la alegría suaviza todas las otras emociones porque nos permite procesarlas desde la inocencia. La alegría pone al resto de las emociones en contacto con el corazón y les da un sentido ascendente. Las canaliza para que lleguen al mundo de la mente.
¿Y la tristeza?
La tristeza es un sentimiento que puede llevarte a la depresión cuando te envuelves en ella y no la expresas, pero también puede ayudarte. La tristeza te lleva a contactar contigo mismo y a restaurar el control interno.
Todas las emociones negativas tienen su propio aspecto positivo, las hacemos negativas cuando las reprimimos.
¿Es mejor aceptar esas emociones que consideramos negativas como parte de uno mismo?
Como parte para transformarlas, es decir, cuando se aceptan fluyen, y ya no se estancan, y se pueden transmutar. Tenemos que canalizarlas para que lleguen desde el corazón hasta la cabeza.
¡Qué difícil!
Sí, es muy difícil. Realmente las emociones básicas son el amor y el temor (que es ausencia de amor), así que todo lo que existe es amor, por exceso o defecto.
Constructivo o destructivo. Porque también existe el amor que se aferra, el amor que sobreprotege, el amor tóxico, destructivo.
¿Cómo prevenir la enfermedad?
Somos creadores, así que yo creo que la mejor forma es creando salud. Y si creamos salud no tendremos ni que prevenir la enfermedad ni que atacarla, porque seremos salud.
¿Y si aparece la enfermedad?
Pues tendremos que aceptarla porque somos humanos. También enfermó Krishnamurti de un cáncer de páncreas y no era nadie que llevara una vida desordenada. Mucha gente muy valiosa espiritualmente ha enfermado.
Debemos explicarlo para aquellos que creen que enfermar es fracasar. El fracaso y el éxito son dos maestros, pero nada más.
Y cuando tú eres el aprendiz, tienes que aceptar e incorporar la lección de la enfermedad en tu vida.
Cada vez más personas sufren ansiedad.
La ansiedad es un sentimiento de vacío, que a veces se vuelve un hueco en el estómago, una sensación de falta de aire. Es un vacío existencial que surge cuando buscamos fuera en lugar de buscar dentro. Surge cuando buscamos en los acontecimientos externos, cuando buscamos muletas, apoyos externos, cuando no tenemos la solidez de la búsqueda interior. Si no aceptamos la soledad y no nos convertimos en nuestra propia compañía, vamos a experimentar ese vacío y vamos a intentar llenarlo con cosas y posesiones. Pero como no se puede llenar con cosas, cada vez el vacío aumenta.
¿Y qué podemos hacer para liberarnos de esa angustia?
La angustia no se puede pasar comiendo chocolate, o con más calorías, o buscando un príncipe azul afuera. La angustia se pasa cuando entras en tu interior, te aceptas como eres y te reconcilias contigo mismo. La angustia viene de que no somos lo que queremos ser, pero tampoco lo que somos, entonces estamos en el “debería ser”, y no somos ni lo uno ni lo otro.
El estrés es otro de los males de nuestra época.
El estrés viene de la competitividad, de que quiero ser perfecto, quiero ser mejor, de que quiero dar una nota que no es la mía, de que quiero imitar.
Y realmente sólo se puede competir cuando decides ser tu propia competencia, es decir, cuando quieres ser único, original, auténtico, no una fotocopia de nadie. El estrés destructivo perjudica el sistema inmunológico.
Pero un buen estrés es una maravilla, porque te permite estar alerta y despierto en las crisis, y poder aprovecharlas como una oportunidad para emerger a un nuevo nivel de conciencia.
¿Qué nos recomendaría para sentirnos mejor con nosotros mismos?
La soledad. Estar con uno mismo cada día es maravilloso. Estar 20 minutos con uno mismo es el comienzo de la meditación; es tender un puente hacia la verdadera salud; es acceder al altar interior, al ser interior. Mi recomendación es que la gente ponga su despertador 20 minutos antes para no robarle tiempo a sus ocupaciones. Si dedicas, no el tiempo que te sobra, sino esos primeros minutos de la mañana, cuando estás fresco y descansado, a meditar, esa pausa te va a recargar, porque en la pausa habita el potencial del alma.
¿Qué es para usted la felicidad?
Es la esencia de la vida. Es el sentido mismo de la vida, encarnamos para ser felices, no para otra cosa. Pero la felicidad no es placer, es integridad. Cuando todos los sentidos se consagran al ser, podemos ser felices. Somos felices cuando creemos en nosotros, cuando confiamos en nosotros, cuando nos encomendamos transpersonalmente a un nivel que trasciende el pequeño yo o el pequeño ego. Somos felices cuando tenemos un sentido que va más allá de la vida cotidiana, cuando no aplazamos la vida, cuando no nos desplazamos a nosotros mismos, cuando estamos en paz y a salvo con la vida y con nuestra conciencia.
Vivir el Presente
¿Es importante vivir en el presente? ¿Cómo lograrlo?
Dejamos ir el pasado y no hipotecamos la vida a las expectativas de futuro cuando nos volcamos en el ser y no en el tener. Yo me digo que la felicidad tiene que ver con la realización, y ésta con la capacidad de habitar la realidad. Y vivir en realidad es salir del mundo de la confusión.
¿Tan confundidos estamos, en su opinión?
Tenemos tres ilusiones enormes que nos confunden. Primero creemos que somos un cuerpo y no un alma, cuando el cuerpo es el instrumento de la vida y se acaba con la muerte. Segundo, creemos que el sentido de la vida es el placer; pero a más placer no hay más felicidad, sino más dependencia. Placer y felicidad no es lo mismo. Hay que consagrar el placer a la vida y no la vida al placer. La tercera ilusión es el poder; creemos tener el poder infinito de vivir.
¿Y qué necesitamos realmente para vivir?, ¿acaso el amor?
El amor, tan traído y tan llevado, y tan calumniado, es una fuerza renovadora. El amor es magnífico porque crea cohesión. En el amor todo está vivo, como un río que se renueva a sí mismo. En el amor siempre uno puede renovarse, porque todo lo ordena.
En el amor no hay usurpación, no hay desplazamiento, no hay miedo, no hay resentimiento, porque cuando tú te ordenas porque vives el amor, cada cosa ocupa su lugar, y entonces se restaura la armonía. Ahora, desde la perspectiva humana, lo asimilamos con la debilidad, pero el amor no es débil.
Nos debilita cuando entendemos que alguien a quien amamos no nos ama…
Hay una gran confusión en nuestra cultura. Creemos que sufrimos por amor, que nuestras catástrofes son por amor… pero no es por amor, es por enamoramiento, que es una variedad del apego. Eso que llamamos habitualmente amor es una droga. Igual que se depende de la cocaína, la marihuana o la morfina, también se depende del enamoramiento. Es una muleta para apoyarse, en vez de llevar a alguien en mi corazón para liberarlo y liberarme. El verdadero amor tiene una esencia fundamental que es la libertad, y siempre conduce a la libertad.
Pero a veces nos sentimos atados a un amor.
Si el amor conduce a la dependencia es eros. Eros es un fósforo, y cuando lo enciendes se te consume rápidamente, en dos minutos ya te quemas el dedo. Hay muchos amores que son así, pura chispa. Aunque esa chispa puede servir para encender el leño del verdadero amor. Cuando el leño está encendido produce el fuego, Ese es el amor impersonal, que produce luz y calor.
¿Puede darnos algún consejo para alcanzar el amor verdadero?
Solamente la verdad. Confía en la verdad; no tienes que ser como la princesa de los sueños del otro, no tienes que ser ni más ni menos de lo que eres. Tienes un derecho sagrado, que es el derecho a equivocarte; tienes otro, que es el derecho a perdonar, porque el error es tu maestro. Ámate, sincérate y considérate. Si tú no te quieres, no vas a encontrar a nadie que te pueda querer. El amor produce amor. Si te amas, vas a encontrar el amor. Si no, vacío. Pero nunca busques una migaja; eso es indigno de ti.
La clave entonces es amarse a sí mismo.
Y al prójimo como a ti mismo. Si no te amas a ti, no amas a Dios, ni a tu hijo, porque te estás apegando, estás condicionando al otro. Acéptate como eres; lo que no aceptamos no lo podemos transformar, y la vida es una corriente de transformación permanente.
______________
Jorge Carvajal, es médico de la Universidad de Antioquia, pionero de la Medicina Bioenergética en Hispanoamérica y creador de la Sintergética. Es el creador de ViaVida, sociedad destinada a la investigación, la asistencia y la docencia, que constituye la plataforma para la expansión mundial de esta nueva forma de ver la medicina. Entre sus publicaciones, destacan Contextos de Sintergética y Láser y Sintergética, dirigidos a médicos; Por los caminos de la Bioenergética, Por los Senderos del Alma y sus recopilaciones de poemas El fuego del Amor y Agua y Cielo en el Sendero.
http://www.psicologosperu.com/
Cirujano de almas, sanador espiritual, médico auténtico que escucha a sus pacientes con el corazón y que cura no sólo al cuerpo, sino también al ser. Jorge Carvajal lleva 20 años de investigación médica, que complementa con su profunda filosofía de la vida, para ayudarnos a reencontrar nuestra verdadera identidad y recuperar nuestra salud, que es la salud de la humanidad.
La enfermedad como oportunidad y otra visión de la salud
¿Qué es la enfermedad?
Es un maestro, una oportunidad para organizar una armonía superior en nuestra propia vida, a nivel físico, emocional, mental y espiritual.
¿Qué enferma primero, el cuerpo o el alma?
El alma no puede enfermar, porque es lo que hay perfecto en ti, el alma evoluciona, aprende. En realidad, buena parte de las enfermedades son todo lo contrario: son la resistencia del cuerpo emocional y mental al alma. Cuando nuestra personalidad se resiste al designio del alma es cuando enfermamos.
La Salud y Las Emociones
¿Hay emociones perjudiciales para la salud? ¿Cuáles son las que más nos perjudican?
Un 70 por ciento de las enfermedades del ser humano vienen del campo de conciencia emocional. Las enfermedades muchas veces proceden de emociones no procesadas, no expresadas, reprimidas. El temor, que es la ausencia de amor, es la gran enfermedad, el común denominador de buena parte de las enfermedades que hoy tenemos. Cuando el temor se queda congelado afecta al riñón, a las glándulas suprarrenales, a los huesos, a la energía vital, y puede convertirse en pánico.
¿Nos hacemos los fuertes y descuidamos nuestra salud?
De héroes están llenos los cementerios. Te tienes que cuidar. Tienes tus límites, no vayas más allá. Tienes que reconocer cuáles son tus límites y superarlos porque si no los reconoces, vas a destruir tu cuerpo.
¿Cómo nos afecta la ira?
La ira es santa, es sagrada, es una emoción positiva porque te lleva a la autoafirmación, a la búsqueda de tu territorio, a defender lo que es tuyo, lo que es justo. Pero cuando la ira se vuelve irritabilidad, agresividad, resentimiento, odio, se vuelve contra ti, y afecta al hígado, la digestión, el sistema inmunológico…
¿La alegría por el contrario nos ayuda a estar sanos?
La alegría es la más bella de las emociones porque es la emoción de la inocencia, del corazón, y es la más sanadora de todas, porque no es contraria a ninguna otra. Un poquito de tristeza con alegría escribe poemas. La alegría con miedo nos lleva a contextualizar el miedo y a no darle tanta importancia.
¿La alegría suaviza el ánimo?
Sí, la alegría suaviza todas las otras emociones porque nos permite procesarlas desde la inocencia. La alegría pone al resto de las emociones en contacto con el corazón y les da un sentido ascendente. Las canaliza para que lleguen al mundo de la mente.
¿Y la tristeza?
La tristeza es un sentimiento que puede llevarte a la depresión cuando te envuelves en ella y no la expresas, pero también puede ayudarte. La tristeza te lleva a contactar contigo mismo y a restaurar el control interno.
Todas las emociones negativas tienen su propio aspecto positivo, las hacemos negativas cuando las reprimimos.
¿Es mejor aceptar esas emociones que consideramos negativas como parte de uno mismo?
Como parte para transformarlas, es decir, cuando se aceptan fluyen, y ya no se estancan, y se pueden transmutar. Tenemos que canalizarlas para que lleguen desde el corazón hasta la cabeza.
¡Qué difícil!
Sí, es muy difícil. Realmente las emociones básicas son el amor y el temor (que es ausencia de amor), así que todo lo que existe es amor, por exceso o defecto.
Constructivo o destructivo. Porque también existe el amor que se aferra, el amor que sobreprotege, el amor tóxico, destructivo.
¿Cómo prevenir la enfermedad?
Somos creadores, así que yo creo que la mejor forma es creando salud. Y si creamos salud no tendremos ni que prevenir la enfermedad ni que atacarla, porque seremos salud.
¿Y si aparece la enfermedad?
Pues tendremos que aceptarla porque somos humanos. También enfermó Krishnamurti de un cáncer de páncreas y no era nadie que llevara una vida desordenada. Mucha gente muy valiosa espiritualmente ha enfermado.
Debemos explicarlo para aquellos que creen que enfermar es fracasar. El fracaso y el éxito son dos maestros, pero nada más.
Y cuando tú eres el aprendiz, tienes que aceptar e incorporar la lección de la enfermedad en tu vida.
Cada vez más personas sufren ansiedad.
La ansiedad es un sentimiento de vacío, que a veces se vuelve un hueco en el estómago, una sensación de falta de aire. Es un vacío existencial que surge cuando buscamos fuera en lugar de buscar dentro. Surge cuando buscamos en los acontecimientos externos, cuando buscamos muletas, apoyos externos, cuando no tenemos la solidez de la búsqueda interior. Si no aceptamos la soledad y no nos convertimos en nuestra propia compañía, vamos a experimentar ese vacío y vamos a intentar llenarlo con cosas y posesiones. Pero como no se puede llenar con cosas, cada vez el vacío aumenta.
¿Y qué podemos hacer para liberarnos de esa angustia?
La angustia no se puede pasar comiendo chocolate, o con más calorías, o buscando un príncipe azul afuera. La angustia se pasa cuando entras en tu interior, te aceptas como eres y te reconcilias contigo mismo. La angustia viene de que no somos lo que queremos ser, pero tampoco lo que somos, entonces estamos en el “debería ser”, y no somos ni lo uno ni lo otro.
El estrés es otro de los males de nuestra época.
El estrés viene de la competitividad, de que quiero ser perfecto, quiero ser mejor, de que quiero dar una nota que no es la mía, de que quiero imitar.
Y realmente sólo se puede competir cuando decides ser tu propia competencia, es decir, cuando quieres ser único, original, auténtico, no una fotocopia de nadie. El estrés destructivo perjudica el sistema inmunológico.
Pero un buen estrés es una maravilla, porque te permite estar alerta y despierto en las crisis, y poder aprovecharlas como una oportunidad para emerger a un nuevo nivel de conciencia.
¿Qué nos recomendaría para sentirnos mejor con nosotros mismos?
La soledad. Estar con uno mismo cada día es maravilloso. Estar 20 minutos con uno mismo es el comienzo de la meditación; es tender un puente hacia la verdadera salud; es acceder al altar interior, al ser interior. Mi recomendación es que la gente ponga su despertador 20 minutos antes para no robarle tiempo a sus ocupaciones. Si dedicas, no el tiempo que te sobra, sino esos primeros minutos de la mañana, cuando estás fresco y descansado, a meditar, esa pausa te va a recargar, porque en la pausa habita el potencial del alma.
¿Qué es para usted la felicidad?
Es la esencia de la vida. Es el sentido mismo de la vida, encarnamos para ser felices, no para otra cosa. Pero la felicidad no es placer, es integridad. Cuando todos los sentidos se consagran al ser, podemos ser felices. Somos felices cuando creemos en nosotros, cuando confiamos en nosotros, cuando nos encomendamos transpersonalmente a un nivel que trasciende el pequeño yo o el pequeño ego. Somos felices cuando tenemos un sentido que va más allá de la vida cotidiana, cuando no aplazamos la vida, cuando no nos desplazamos a nosotros mismos, cuando estamos en paz y a salvo con la vida y con nuestra conciencia.
Vivir el Presente
¿Es importante vivir en el presente? ¿Cómo lograrlo?
Dejamos ir el pasado y no hipotecamos la vida a las expectativas de futuro cuando nos volcamos en el ser y no en el tener. Yo me digo que la felicidad tiene que ver con la realización, y ésta con la capacidad de habitar la realidad. Y vivir en realidad es salir del mundo de la confusión.
¿Tan confundidos estamos, en su opinión?
Tenemos tres ilusiones enormes que nos confunden. Primero creemos que somos un cuerpo y no un alma, cuando el cuerpo es el instrumento de la vida y se acaba con la muerte. Segundo, creemos que el sentido de la vida es el placer; pero a más placer no hay más felicidad, sino más dependencia. Placer y felicidad no es lo mismo. Hay que consagrar el placer a la vida y no la vida al placer. La tercera ilusión es el poder; creemos tener el poder infinito de vivir.
¿Y qué necesitamos realmente para vivir?, ¿acaso el amor?
El amor, tan traído y tan llevado, y tan calumniado, es una fuerza renovadora. El amor es magnífico porque crea cohesión. En el amor todo está vivo, como un río que se renueva a sí mismo. En el amor siempre uno puede renovarse, porque todo lo ordena.
En el amor no hay usurpación, no hay desplazamiento, no hay miedo, no hay resentimiento, porque cuando tú te ordenas porque vives el amor, cada cosa ocupa su lugar, y entonces se restaura la armonía. Ahora, desde la perspectiva humana, lo asimilamos con la debilidad, pero el amor no es débil.
Nos debilita cuando entendemos que alguien a quien amamos no nos ama…
Hay una gran confusión en nuestra cultura. Creemos que sufrimos por amor, que nuestras catástrofes son por amor… pero no es por amor, es por enamoramiento, que es una variedad del apego. Eso que llamamos habitualmente amor es una droga. Igual que se depende de la cocaína, la marihuana o la morfina, también se depende del enamoramiento. Es una muleta para apoyarse, en vez de llevar a alguien en mi corazón para liberarlo y liberarme. El verdadero amor tiene una esencia fundamental que es la libertad, y siempre conduce a la libertad.
Pero a veces nos sentimos atados a un amor.
Si el amor conduce a la dependencia es eros. Eros es un fósforo, y cuando lo enciendes se te consume rápidamente, en dos minutos ya te quemas el dedo. Hay muchos amores que son así, pura chispa. Aunque esa chispa puede servir para encender el leño del verdadero amor. Cuando el leño está encendido produce el fuego, Ese es el amor impersonal, que produce luz y calor.
¿Puede darnos algún consejo para alcanzar el amor verdadero?
Solamente la verdad. Confía en la verdad; no tienes que ser como la princesa de los sueños del otro, no tienes que ser ni más ni menos de lo que eres. Tienes un derecho sagrado, que es el derecho a equivocarte; tienes otro, que es el derecho a perdonar, porque el error es tu maestro. Ámate, sincérate y considérate. Si tú no te quieres, no vas a encontrar a nadie que te pueda querer. El amor produce amor. Si te amas, vas a encontrar el amor. Si no, vacío. Pero nunca busques una migaja; eso es indigno de ti.
La clave entonces es amarse a sí mismo.
Y al prójimo como a ti mismo. Si no te amas a ti, no amas a Dios, ni a tu hijo, porque te estás apegando, estás condicionando al otro. Acéptate como eres; lo que no aceptamos no lo podemos transformar, y la vida es una corriente de transformación permanente.
______________
Jorge Carvajal, es médico de la Universidad de Antioquia, pionero de la Medicina Bioenergética en Hispanoamérica y creador de la Sintergética. Es el creador de ViaVida, sociedad destinada a la investigación, la asistencia y la docencia, que constituye la plataforma para la expansión mundial de esta nueva forma de ver la medicina. Entre sus publicaciones, destacan Contextos de Sintergética y Láser y Sintergética, dirigidos a médicos; Por los caminos de la Bioenergética, Por los Senderos del Alma y sus recopilaciones de poemas El fuego del Amor y Agua y Cielo en el Sendero.
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Psicólogos Perú: Hipnosis y regresiones. Terapia de Pareja. Psicólogo Luis Venegas Chalen.
miércoles, febrero 23, 2011
LOS PENSAMIENTOS Y LAS PALABRAS
Mario Alonso Puig, Cirujano y Conferencista: “Un minuto entreteniendo un pensamiento negativo deja el sistema inmunitario en una situación delicada durante seis horas”.
ENTRENAR
Hasta ahora lo decían los iluminados, los meditadores y los sabios; ahora también lo dice la ciencia: son nuestros pensamientos los que en gran medida han creado y crean continuamente nuestro mundo.
“Hoy sabemos que la confianza en uno mismo, el entusiasmo y la ilusión tienen la capacidad de favorecer las funciones superiores del cerebro. La zona prefrontal del cerebro, el lugar donde tiene lugar el pensamiento más avanzado, donde se inventa nuestro futuro, donde valoramos alternativas y estrategias para solucionar los problemas y tomar decisiones, está tremendamente influida por el sistema límbico, que es nuestro cerebro emocional. Por eso, lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando”. Hay que entrenar esa mente.
-Más de 25 años ejerciendo de cirujano. ¿Conclusión?
-Puedo atestiguar que una persona ilusionada, comprometida y que confía en sí misma puede ir mucho más allá de lo que cabría esperar por su trayectoria.
-¿Psiconeuroinmunobiología?
-Sí, es la ciencia que estudia la conexión que existe entre el pensamiento, la palabra, la mentalidad y la fisiología del ser humano. Una conexión que desafía el paradigma tradicional. El pensamiento y la palabra son una forma de energía vital que tiene la capacidad (y ha sido demostrado de forma sostenible) de interactuar con el organismo y producir cambios físicos muy profundos.
-¿De qué se trata?
-Se ha demostrado en diversos estudios que un minuto entreteniendo un pensamiento negativo deja el sistema inmunitario en una situación delicada durante seis horas. El distrés, esa sensación de agobio permanente, produce cambios muy sorprendentes en el funcionamiento del cerebro y en la constelación hormonal.
-¿Qué tipo de cambios?
-Tiene la capacidad de lesionar neuronas de la memoria y del aprendizaje localizadas en el hipocampo. Y afecta a nuestra capacidad intelectual porque deja sin riego sanguíneo aquellas zonas del cerebro más necesarias para tomar decisiones adecuadas.
-¿Tenemos recursos para combatir al enemigo interior, o eso es cosa de sabios?
-Un valioso recurso contra la preocupación es llevar la atención a la respiración abdominal, que tiene por sí sola la capacidad de producir cambios en el cerebro. Favorece la secreción de hormonas como la serotonina y la endorfina y mejora la sintonía de ritmos cerebrales entre los dos hemisferios.
-¿Cambiar la mente a través del cuerpo?
-Sí. Hay que sacar el foco de atención de esos pensamientos que nos están alterando, provocando desánimo, ira o preocupación, y que hacen que nuestras decisiones partan desde un punto de vista inadecuado. Es más inteligente, no más razonable, llevar el foco de atención a la respiración, que tiene la capacidad de serenar nuestro estado mental.
-¿Dice que no hay que ser razonable?
-Siempre encontraremos razones para justificar nuestro mal humor, estrés o tristeza, y esa es una línea determinada de pensamiento. Pero cuando nos basamos en cómo queremos vivir, por ejemplo sin tristeza, aparece otra línea. Lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando.
-Exagera.
-Cuando nuestro cerebro da un significado a algo, nosotros lo vivimos como la absoluta realidad, sin ser conscientes de que sólo es una interpretación de la realidad.
-Más recursos
-La palabra es una forma de energía vital. Se ha podido fotografiar con tomografía de emisión de positrones cómo las personas que decidieron hablarse a sí mismas de una manera más positiva, específicamente personas con transtornos psiquiátricos, consiguieron remodelar físicamente su estructura cerebral, precisamente los circuitos que les generaban estas enfermedades.
-¿Podemos cambiar nuestro cerebro con buenas palabras?
-Santiago Ramon y Cajal, premio Nobel de Medicina en 1906, dijo una frase tremendamente potente que en su momento pensamos que era metáforica. Ahora sabemos que es literal: “Todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro”.
-¿Seguro que no exagera?
-No. Según cómo nos hablamos a nosotros mismos moldeamos nuestras emociones, que cambian nuestras percepciones. La transformación del observador (nosotros) altera el proceso observado. No vemos el mundo que es, vemos el mundo que somos.
-¿Hablamos de filosofía o de ciencia?
-Las palabras por sí solas activan los núcleos amigdalinos. Pueden activar, por ejemplo, los núcleos del miedo que transforman las hormonas y los procesos mentales. Científicos de Harward han demostrado que cuando la persona consigue reducir esa cacofonía interior y entrar en el silencio, las migrañas y el dolor coronario pueden reducirse un 80%.
-¿Cuál es el efecto de las palabras no dichas?
-Solemos confundir nuestros puntos de vista con la verdad, y eso se transmite: la percepción va más allá de la razón. Según estudios de Albert Merhabian, de la Universidad de California (UCLA), el 93% del impacto de una comunicación va por debajo de la conciencia.
-¿Por qué nos cuesta tanto cambiar?
-El miedo nos impide salir de la zona de confort, tendemos a la seguridad de lo conocido, y esa actitud nos impide realizarnos. Para crecer hay que salir de esa zona.
-La mayor parte de los actos de nuestra vida se rigen por el inconsciente.
-Reaccionamos según unos automatismos que hemos ido incorporando. Pensamos que la espontaneidad es un valor; pero para que haya espontaneidad primero ha de haber preparación, sino sólo hay automatismos. Cada vez estoy más convencido del poder que tiene el entrenamiento de la mente.
-Deme alguna pista.
-Cambie hábitos de pensamiento y entrene su integridad honrando su propia palabra. Cuando decimos “voy a hacer esto” y no lo hacemos alteramos físicamente nuestro cerebro. El mayor potencial es la conciencia.
-Ver lo que hay y aceptarlo.
-Si nos aceptamos por lo que somos y por lo que no somos, podemos cambiar. Lo que se resiste, persiste. La aceptación es el núcleo de la transformación.
MARIO ALONSO PUIG: Tengo 48 años. Nací y vivo en Madrid. Estoy casado y tengo tres niños. Soy cirujano general y del aparato digestivo en el Hospital de Madrid. Hay que ejercitar y desarrollar la flexibilidad y la tolerancia. Se puede ser muy firme con las conductas y amable con las personas. Soy católico. Acabo de publicar Madera Líder (Empresa Activa)
Entrevista aparecida en La Vanguardia Digital, de España.
www.psicologosperu.com
ENTRENAR
Hasta ahora lo decían los iluminados, los meditadores y los sabios; ahora también lo dice la ciencia: son nuestros pensamientos los que en gran medida han creado y crean continuamente nuestro mundo.
“Hoy sabemos que la confianza en uno mismo, el entusiasmo y la ilusión tienen la capacidad de favorecer las funciones superiores del cerebro. La zona prefrontal del cerebro, el lugar donde tiene lugar el pensamiento más avanzado, donde se inventa nuestro futuro, donde valoramos alternativas y estrategias para solucionar los problemas y tomar decisiones, está tremendamente influida por el sistema límbico, que es nuestro cerebro emocional. Por eso, lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando”. Hay que entrenar esa mente.
-Más de 25 años ejerciendo de cirujano. ¿Conclusión?
-Puedo atestiguar que una persona ilusionada, comprometida y que confía en sí misma puede ir mucho más allá de lo que cabría esperar por su trayectoria.
-¿Psiconeuroinmunobiología?
-Sí, es la ciencia que estudia la conexión que existe entre el pensamiento, la palabra, la mentalidad y la fisiología del ser humano. Una conexión que desafía el paradigma tradicional. El pensamiento y la palabra son una forma de energía vital que tiene la capacidad (y ha sido demostrado de forma sostenible) de interactuar con el organismo y producir cambios físicos muy profundos.
-¿De qué se trata?
-Se ha demostrado en diversos estudios que un minuto entreteniendo un pensamiento negativo deja el sistema inmunitario en una situación delicada durante seis horas. El distrés, esa sensación de agobio permanente, produce cambios muy sorprendentes en el funcionamiento del cerebro y en la constelación hormonal.
-¿Qué tipo de cambios?
-Tiene la capacidad de lesionar neuronas de la memoria y del aprendizaje localizadas en el hipocampo. Y afecta a nuestra capacidad intelectual porque deja sin riego sanguíneo aquellas zonas del cerebro más necesarias para tomar decisiones adecuadas.
-¿Tenemos recursos para combatir al enemigo interior, o eso es cosa de sabios?
-Un valioso recurso contra la preocupación es llevar la atención a la respiración abdominal, que tiene por sí sola la capacidad de producir cambios en el cerebro. Favorece la secreción de hormonas como la serotonina y la endorfina y mejora la sintonía de ritmos cerebrales entre los dos hemisferios.
-¿Cambiar la mente a través del cuerpo?
-Sí. Hay que sacar el foco de atención de esos pensamientos que nos están alterando, provocando desánimo, ira o preocupación, y que hacen que nuestras decisiones partan desde un punto de vista inadecuado. Es más inteligente, no más razonable, llevar el foco de atención a la respiración, que tiene la capacidad de serenar nuestro estado mental.
-¿Dice que no hay que ser razonable?
-Siempre encontraremos razones para justificar nuestro mal humor, estrés o tristeza, y esa es una línea determinada de pensamiento. Pero cuando nos basamos en cómo queremos vivir, por ejemplo sin tristeza, aparece otra línea. Lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando.
-Exagera.
-Cuando nuestro cerebro da un significado a algo, nosotros lo vivimos como la absoluta realidad, sin ser conscientes de que sólo es una interpretación de la realidad.
-Más recursos
-La palabra es una forma de energía vital. Se ha podido fotografiar con tomografía de emisión de positrones cómo las personas que decidieron hablarse a sí mismas de una manera más positiva, específicamente personas con transtornos psiquiátricos, consiguieron remodelar físicamente su estructura cerebral, precisamente los circuitos que les generaban estas enfermedades.
-¿Podemos cambiar nuestro cerebro con buenas palabras?
-Santiago Ramon y Cajal, premio Nobel de Medicina en 1906, dijo una frase tremendamente potente que en su momento pensamos que era metáforica. Ahora sabemos que es literal: “Todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro”.
-¿Seguro que no exagera?
-No. Según cómo nos hablamos a nosotros mismos moldeamos nuestras emociones, que cambian nuestras percepciones. La transformación del observador (nosotros) altera el proceso observado. No vemos el mundo que es, vemos el mundo que somos.
-¿Hablamos de filosofía o de ciencia?
-Las palabras por sí solas activan los núcleos amigdalinos. Pueden activar, por ejemplo, los núcleos del miedo que transforman las hormonas y los procesos mentales. Científicos de Harward han demostrado que cuando la persona consigue reducir esa cacofonía interior y entrar en el silencio, las migrañas y el dolor coronario pueden reducirse un 80%.
-¿Cuál es el efecto de las palabras no dichas?
-Solemos confundir nuestros puntos de vista con la verdad, y eso se transmite: la percepción va más allá de la razón. Según estudios de Albert Merhabian, de la Universidad de California (UCLA), el 93% del impacto de una comunicación va por debajo de la conciencia.
-¿Por qué nos cuesta tanto cambiar?
-El miedo nos impide salir de la zona de confort, tendemos a la seguridad de lo conocido, y esa actitud nos impide realizarnos. Para crecer hay que salir de esa zona.
-La mayor parte de los actos de nuestra vida se rigen por el inconsciente.
-Reaccionamos según unos automatismos que hemos ido incorporando. Pensamos que la espontaneidad es un valor; pero para que haya espontaneidad primero ha de haber preparación, sino sólo hay automatismos. Cada vez estoy más convencido del poder que tiene el entrenamiento de la mente.
-Deme alguna pista.
-Cambie hábitos de pensamiento y entrene su integridad honrando su propia palabra. Cuando decimos “voy a hacer esto” y no lo hacemos alteramos físicamente nuestro cerebro. El mayor potencial es la conciencia.
-Ver lo que hay y aceptarlo.
-Si nos aceptamos por lo que somos y por lo que no somos, podemos cambiar. Lo que se resiste, persiste. La aceptación es el núcleo de la transformación.
MARIO ALONSO PUIG: Tengo 48 años. Nací y vivo en Madrid. Estoy casado y tengo tres niños. Soy cirujano general y del aparato digestivo en el Hospital de Madrid. Hay que ejercitar y desarrollar la flexibilidad y la tolerancia. Se puede ser muy firme con las conductas y amable con las personas. Soy católico. Acabo de publicar Madera Líder (Empresa Activa)
Entrevista aparecida en La Vanguardia Digital, de España.
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