sábado, junio 13, 2015

DECIR LA VERDAD MEJORA LA SALUD MENTAL Y FISICA

Una investigación de la Universidad de Notre Dame (en el estado de Indiana, EE.UU.) demostró que decir la verdad mejora la salud mental y física de las personas.

El experimento se llevó a cabo entre 110 participantes, entre 18 y 71 años de edad. Los psicólogos dividieron a los voluntarios en dos grupos, a uno de los cuales se le pidieron que todo el tiempo dijeran la verdad, mientras que el otro podía actuar con libertad.

Todos los participantes del experimento que permitió arribar a tal conclusión concurrieron cada semana a un laboratorio durante un período de 10 semanas. Los especialistas analizaron el estado de salud y controlaron el cumplimiento de las reglas de la prueba con un detector de mentiras. En la etapa final del estudio, los científicos compararon la salud de los miembros del grupo 'honesto' con la de un conjunto de personas que no estaban al tanto del test.

”Hemos encontrado que los voluntarios que no mentían, han mejorado su salud de una forma significativa,” señaló la autora de la investigación, Anita Kelly.

Se comprobó que las personas que redujeron su tendencia a decir mentiras estuvieron menos tensas, tuvieron menos dolores de cabeza e irritación de garganta. Su salud psicológica y física se vieron beneficiadas. Además, 'los honestos' indicaron que sus relaciones con amigos y colegas mejoraron después de que dejaron de decir las mentiras cotidianas o de poner falsas excusas.

Según los psicólogos, la mentira produce una tensión excesiva a nivel emocional y provoca un conflicto interno en el individuo. Como consecuencia de este proceso psicológico aparecen los problemas físicos.

El estudio titulado 'La ciencia de la honestidad' fue presentado en la 120 Convención Anual de la Asociación Estadounidense de Psicología.

Fuente: actualidad.rt.com

viernes, junio 12, 2015

10 COSAS QUE PIDEN TODOS LOS NIÑOS

COMMUNITY MANAGER EN PSICOLOGIA: LUIS VENEGAS CHALEN

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jueves, junio 11, 2015

10 SEÑALES DE QUE ESTAS MADURANDO

¿Cuáles son las señales que indican que estás creciendo emocionalmente?

1. Dejas ir las cosas que te dañan

Aprender a dejar ir, centrarse en las cosas que realmente valen la pena y obviar aquellas que nos dañan o molestan, es una habilidad clave para tener éxito y, sobre todo, para alcanzar el equilibrio emocional. Sin embargo, también es una habilidad muy difícil de desarrollar. Por eso, el simple hecho de aprender a reconocer a las personas tóxicas y saber cómo lidiar con sus comportamientos, sin que generen culpa o ira, ya es un gran paso.

2. Aprendes de los errores

Nadie es perfecto, nadie puede afirmar que nunca se ha equivocado. Por eso, despojarse del perfeccionismo y aceptar que los errores forman parte del camino y que incluso son valiosos, es un signo inequívoco de que has madurado. Cuando comprendemos las equivocaciones como oportunidades para crecer, cambia por completo nuestra perspectiva y podemos emprender proyectos más ambiciosos sin temor a quedarnos a mitad del camino.

3. Dejas de quejarte

Las quejas suelen ser un agujero negro por el cual se escapa la energía porque no conducen a soluciones sino que tan solo generan un malestar aún mayor que nos hace ver el mundo bajo un prisma gris. Sin embargo, las personas más equilibradas y exitosas no tienen la costumbre de llorar sobre la leche derramada, se ponen inmediatamente manos a la obra e intentan darle la vuelta al problema. Si estás actuando más y quejándote menos, es porque estás creciendo emocionalmente.

4. Celebras el éxito de los demás

Aplaudir el éxito de las personas es una señal de madurez, indica que no les envidias y que comprendes que su éxito no significa que hayas fracasado. Ser capaces de reconocer el trabajo y el esfuerzo de los otros, en vez de lanzar críticas denigrantes, no solo contribuye a crear un buen clima sino que implica un cambio de actitud que te beneficiará.

5. Tus relaciones personales son menos conflictivas

El mundo no es conflictivo, solo hay egos demasiado grandes que chocan entre sí y dan lugar a conflictos que se podían haber evitado. Parte de la madurez significa dejar de ver las relaciones interpersonales como un campo de batalla en el que hay ganadores y vencidos. Cuando tus relaciones son más fluidas, logras trabajar mejor y te sientes más a gusto, es porque has madurado y has aprendido que es mejor tener paz que tener razón.

6. No temes pedir ayuda

Pedir ayuda no significa ser débil. De hecho, es una señal de fortaleza y confianza en sí mismo. Ninguna persona ha podido crecer y tener éxito aislada, necesita a los demás. Pedir ayuda significa que has reconocido que no puedes lograr algunas cosas por ti solo y que eres lo suficientemente humilde como para reconocerlo y apoyarte en los demás.

7. Has elevado tus estándares

A medida que maduramos, somos más conscientes de lo que queremos y de lo que no estamos dispuestos a permitir. Una persona madura es segura de sí y establece ciertos límites que los demás no deben traspasar. Por supuesto, no se trata de límites caprichosos sino de reglas que te permiten proteger tus derechos como persona y mantener tu equilibrio psicológico.

8. Has aprendido a abrirte emocionalmente

El amor es arriesgado. Amar significa entregarse y, por consiguiente, exponerse a que alguien nos dañe. Por eso, muchas personas temen comprometerse y se cierran cuando alguien se acerca. Sin embargo, cuando maduramos emocionalmente nos damos cuenta de que la mejor apuesta es abrir nuestro corazón. Es cierto que podemos ser rechazados o salir dañados pero habremos vivido, atesorado experiencias y conectado emocionalmente con alguien.

9. No te importa lo que piensen los demás

Es obvio que la opinión de las personas que están a tu alrededor es importante pero, en cierto punto de la vida, estas deben convertirse solo en sugerencias, no en lineamientos que determinen tu vida. La madurez llega cuando eres capaz de convivir con los demás sin dejarte influenciar demasiado por las expectativas que tienen sobre ti, cuando logras encontrar tu lugar en el mundo, un lugar con el que te sientes a gusto y puedes realizarte.

10. Aceptas tus limitaciones y trabajas para mejorar

La madurez emocional no implica desarrollar un positivismo ilusorio. La persona madura es consciente de sus limitaciones, sabe que hay muchas cosas que no puede cambiar o que están fuera de su alcance. Sin embargo, eso no la deprime. Al contrario, le permite focalizarse en las situaciones sobre las cuales puede realmente incidir. De esta forma, es capaz de economizar sus fuerzas y usarlas allí donde realmente puede obtener frutos.