lunes, diciembre 24, 2018

DÍA 358: ESTA NOCHE ES NOCHEBUENA Y MAÑANA ES NAVIDAD


Si siente que la Navidad despierta en usted su peor versión, si es una fecha que lo pone en extremo sensible, si hoy se levantó triste; no hay problema.
¿Sabe cuál es un excelente remedio para la pena?
Dar.
Dé y ayude a los que pueda.
Hay tanta gente que necesita una mano y tanta otra que requiere calor y compañía.
Disfrute de la increíble sensación de arrancarle una sonrisa a algún desconocido o familiar.
El 24 de diciembre habrá mucha gente feliz de recibir su amor y generosidad.

Esta noche es Nochebuena y mañana es Navidad.

¡Qué hermoso nombre "noche buena", llena de estrellas, cantos, esperanza, unión, fraternidad!

Todas las noches pueden ser Nochebuena y todos los días Navidad, de nosotros depende.

domingo, diciembre 23, 2018

DÍA 357: MADUREZ PSICOLÓGICA Y FELICIDAD

EL ARTE DE VIVIR EN PAZ CON LO QUE NO PODEMOS CAMBIAR
La madurez psicológica se puede definir de muchas formas, pero el escritor escocés M. J. Croan resumió a la perfección este concepto: “La madurez es cuando tu mundo se abre y te das cuenta de que no eres el centro de él”. 

Madurar significa salir de nuestra visión egocéntrica para comprender que existe un mundo más amplio y complejo, un mundo que a menudo nos pondrá a prueba y que no siempre satisfará nuestras expectativas, ilusiones y necesidades. Y sin embargo, cuando maduramos somos capaces de vivir en paz en ese mundo, aceptando todo aquello que no nos gusta pero que no podemos cambiar. 

Negar la realidad: Un mecanismo de afrontamiento inmaduro e inadaptativo 

La negación es un mecanismo de afrontamiento que implica negar fervientemente la realidad, a pesar de los hechos. 

Generalmente este mecanismo se pone en marcha por dos motivos: 

1. Porque nos aferramos a unas ideas rígidas que no queremos cambiar o, 
2. Porque no contamos con los mecanismos psicológicos necesarios para afrontar la situación. 

En ambos casos, negar la realidad nos permite reducir la ansiedad ante una situación que nuestro cerebro emocional ya ha catalogado como particularmente inquietante o incluso amenazante. El problema es que la realidad siempre gana. 

Si un acosador nos aborda en medio de la calle, no cerramos los ojos repitiéndonos mentalmente: “¡Esto no está ocurriendo!”. Comprendemos que estamos en peligro y escapamos o pedimos ayuda. Sin embargo, no reaccionamos de la misma manera con el resto de las situaciones de nuestra vida. Cuando algo no nos gusta, nos decepciona o entristece, ponemos en marcha el mecanismo de negación. 

Negar vehementemente los hechos no hará que cambien. Al contrario, nos conducirá a tomar decisiones poco adaptativas que pueden terminar causándonos más daño. La persona madura, al contrario, acepta la realidad, no con resignación sino con inteligencia. De hecho, el psiquiatra alemán Fritz Kunkel dijo que “ser maduro significa encarar, no evadir, cada nueva crisis que viene”. 

El arte de encontrar el equilibrio en la adversidad 

“Érase una vez un hombre a quien le alteraba tanto ver su propia sombra y le disgustaban tanto sus propias pisadas que decidió librarse de ellas.

“Se le ocurrió un método: huir. Así que se levantó y echó a correr, pero cada vez que ponía un pie en el suelo había otra pisada, mientras que su sombra le alcanzaba sin la menor dificultad.

“Atribuyó el fracaso al hecho de no correr suficientemente deprisa. Corrió más y más rápido, sin parar, hasta caer muerto. 

“No comprendió que le habría bastado con ponerse en un lugar sombreado para que su sombra se desvaneciera y que si se sentaba y se quedaba inmóvil, no habría más pisadas”. 

Esta parábola de Zhuangzi nos recuerda una frase de Ralph Waldo Emerson: “La madurez es la edad en que uno ya no se deja engañar por sí mismo”. El escritor se refería a ese momento en el cual somos plenamente conscientes de los mecanismos psicológicos que ponemos en marcha para lidiar con la realidad y proteger nuestro “yo”, a ese momento en el que nos percatamos que la realidad puede ser difícil pero que nuestra actitud y perspectiva son dos variables esenciales en esa ecuación. 

Por eso, la madurez psicológica pasa inevitablemente por el autoconocimiento, implica conocer las zancadillas mentales que nos ponemos para no avanzar, los mecanismos que usamos para evadirnos de la realidad y las creencias erróneas que nos mantienen atados. 

Ese conocimiento es básico para lidiar con los problemas y obstáculos que nos pone la vida. Por desgracia, hay personas que, como el hombre de la historia, nunca llegan a alcanzar ese nivel de autoconocimiento y terminan creando más confusión y problemas, alimentando la infelicidad y el caos interior. 

Alcanzar la madurez psicológica no implica aceptar pasivamente la realidad asumiendo una postura resignada sino ser capaces de mirar con otros ojos lo que sucede, aprovechando ese golpe para consolidar nuestra resiliencia, conocernos mejor e incluso crecer. 

William Arthur Ward dijo: “Cometer errores es humano y tropezar es común; la verdadera madurez es ser capaz de reírse de sí mismo”. Ser capaz de reírnos de nuestros antiguos temores porque ahora nos parecen grotescos, de nuestras preocupaciones magnificadas y de esos obstáculos “insalvables” que en realidad no eran, es una enorme muestra de crecimiento. Reirnos de nuestras viejas actitudes y creencias no solo significa que forman parte del pasado, sino que han dejado de tener cualquier influjo emocional sobre nosotros. 

La verdadera madurez psicológica llega cuando practicamos la aceptación radical, cuando miramos a los ojos la realidad y, en vez de venirnos abajo, nos preguntamos: “¿Cuál es el próximo paso?”. Eso significa que, aunque la realidad puede ser dolorosa, no nos quedamos atrapados en el papel de víctimas sufriendo inútilmente sino que protegemos nuestro equilibrio emocional adoptando una actitud proactiva.
Fuente: rinconpsicologia.com

sábado, diciembre 22, 2018

DÍA 356: PROCRASTINADORES VERSUS HACEDORES

Los procrastinadores y los hacedores poseen diferentes cerebros: aquí le explicamos cómo puede hallar el beneficio en todos esos momentos en que su mente se distrae
Ya había dejado de escribir este artículo durante aproximadamente una semana. Irónico, teniendo en cuenta que se trata acerca de postergar las cosas.

Una nueva investigación ha encontrado que en realidad existe una diferencia entre los hacedores (personas que llevan a cabo inmediatamente lo que se proponen) y los procrastinadores (aquellos que no lo hacen y lo postergan para otro momento).

En el estudio, publicado en la revista Psychological Science, los investigadores utilizaron imágenes de resonancia magnética (IRM) para estudiar los cerebros de 264 hombres y mujeres. Luego llenaron una encuesta para analizar qué tan impulsivos o decisivos fueron. Los participantes recibieron una puntuación con respecto a su orientación hacia la acción en base a decisiones (AOD), que esencialmente los dividió en hacedores o procrastinadores.

Las personas con mal control de la acción, los procrastinadores, tenían una amígdala más grande en promedio. La amígdala es la región del cerebro asociada con el control de emociones como el miedo. También es donde se inicia la respuesta de luchar o huir.

"Las personas con mayor volumen de amígdala parecen estar más orientadas hacia el estado actual y, por lo tanto, tienden a dudar en iniciar una intención y tienden a retrasar el inicio de las tareas sin ninguna buena razón", escribieron los autores en el estudio. En otras palabras, las personas que posponen las cosas pueden ser más cautelosas, en lugar de perezosas.

"Básicamente, en los procrastinadores sus centros de miedo se iluminan mucho más", dijo el psicólogo Perpetua Neo a INSIDER. "Hay mucho miedo relacionado con el hacer tareas, por lo que necesitan retrasar su inicio".

Excelencia versus perfeccionismo

A veces, esto puede ser el resultado de ser perfeccionista, y el temor de que su proyecto, presentación o artículo no vaya a funcionar como usted quiere.

"Cuando tu centro de miedo está muy involucrado de esa manera, obviamente que te dará miedo comenzar tu proyecto o tarea", dijo Neo. "Entonces, ¿qué haces? Lo postergas".

Una forma de abordar esto es darse cuenta de la diferencia entre perfeccionismo y excelencia. Los perfeccionistas se miden por su último trabajo. Si no fue perfecto, su autovalía decrece.

"Cuando se agrega la mente ocupada, la evitación, distracciones negativas, ñas lamentaciones, la falta de autoestima y autovalía, y todas las implacables expectativas juntas, resulta en un potente cóctel", dijo Neo. "Tus centros de miedo se iluminarán más y más".

La excelencia es cuando tu valía llega a ser lo que eres, y no hay tanto énfasis en tener que ponerte a prueba a ti mismo cada vez.

"Puedes hacer referencia a tu historial aunque no sea el mejor o el más impresionante ya  que estás orgulloso de ello", dijo Neo. "No necesitas ser el mejor en todas las cosas. Solo porque te equivocaste en algo no significa que ya todo se arruinó".

La respuesta no es dejar de postergar, sino postergar mejor

"En realidad creo que la dilación es una gran cosa", dijo Neo. "Y si vas a postergar, también puedes personalizar tu postergación. Porque en realidad, la vida es lo que pasa cuando postergas".

Si sabes que vas a distraerte por varias horas antes de las fechas límite o de entrega, entonces podrías pasar ese tiempo saliendo al mundo, haciendo cosas que disfrutas, o incluso aprendiendo algo nuevo, como un idioma o una habilidad.

"Jugar es cuando aprendes y te vuelves creativo, así que no te sientas mal por jugar", dijo Neo. "Si tuvieras que personalizar tu procrastinación, haz lo que desees, diviértete y tal vez disfruta de aprender una nueva habilidad, ¿qué tan feliz serás?"

Dar pasos de bebe

Una de las formas más simples de abordar la postergación consiste en hacer que sus objetivos sean realmente concretos y que no sean demasiado abrumadores. El científico del comportamiento BJ Fogg ideó un método llamado "pequeños hábitos", que consiste en dar pequeños pasos.

Por ejemplo, si desea convencer a alguien para que se limpie los dientes con hilo dental, haga que le pase hilo dental a un solo diente. Una vez que tomas el hilo dental y limpias un solo diente, le pasarás el hilo dental a todos tus dientes. O, si desea ponerse en forma, propóngase hacer una sola flexión cuando se despierte. Probablemente termine haciendo 20 o 30 flexiones.

También debes dejar de regañarte cuando no te sientas motivado. No esperes que la motivación llegue en algún momento, dijo Neo, sino que debes aplicar el impulso.

"Se trata de crear esos pequeños pasos: ¿qué puedo hacer hoy? Y luego recompensarme", dijo. "Mucha gente piensa que solo va a recompensarse cuando logre algo espectacular. Más bien lo que significa es que se van a estresar demasiado".

Si haces ejercicio durante siete días seguidos, luego recompénsate con un brownie, la dopamina fluirá hacia los centros de recompensas de tu cerebro y querrás mantener esa rutina. Estás creando un ciclo virtuoso, en lugar de uno perjudicial donde te castigas a ti mismo.

Además, cuando escuches tu voz interior en tu cabeza, puedes notar que no es tu voz. Esas palabras pueden pertenecer a alguien de tu pasado, como tu madre, tu padre o tu profesor.

"Siempre puedes hallar la manera, o contratar a alguien para que te ayude a hallar la manera de callar esas voces perjudiciales", dijo Neo. "Porque cuando ya no te interrumpen, puedes lograr hacer mucho más".

Traducido de: https://www.businessinsider.com/procrastinators-and-doers-have-different-brains-2018-10

viernes, diciembre 21, 2018

DÍA 355: LO QUE CALLAMOS NOS ACABA ENFERMANDO

La unión de la mente y el cuerpo es tan íntima y determinante que deberíamos prestar más atención a ese mundo emocional que tanto descuidamos en el día a día.
Porque lo creamos o no, todo lo que callamos nos acaba enfermando, así lo sostiene Salomón Sellam. La investigación psicosomática (relación entre la psicología y la medicina) lleva años de investigación y de interesantes análisis que suelen publicarse de forma periódica en revistas como el Journal of Psychosomatic research. Asimismo, entidades como la American Psychosomatic Society nos traen de forma regular los últimos descubrimientos al respecto de esa relación tan directa entre la biología y nuestro mundo emocional. Te invitamos a descubrir los ejes básicos que vertebran esta disciplina que deberíamos tener más en cuenta en el día a día.

¿Qué son las enfermedades psicosomáticas?

Imaginemos ahora que tenemos un compañero de trabajo que suele criticarnos a nuestras espaldas. No es algo puntual, sino que esta conducta se ha alargado en el tiempo hasta el punto de ser un hábito y crear un entorno de trabajo muy negativo. Si callamos todo lo que sentimos durante meses, toda esa emoción escondida creará efectos en nuestra salud (es como estar sujetando ese vaso con el brazo en alto durante meses). Una enfermedad psicosomática es cuando la mente (psique) crea una alteración sobre el cuerpo (soma)

Esta realidad es tan común que se cree incluso que algunas enfermedades físicas pueden agravarse por factores mentales como el estrés y la ansiedad.
Efectos físicos de todo aquello que callamos en el día a día
Cuando algo nos molesta y no lo gestionamos de forma adecuada, nuestro cerebro lo trasforma en una emoción negativa con consecuencias orgánicas: aumenta la actividad de los impulsos nerviosos para liberar determinados neurotransmisores como la adrenalina. 

¿Qué son las enfermedades psicosomáticas?

Este neurotransmisor, junto con el cortisol, que también aumenta en nuestro torrente sanguíneo, puede ocasionar lo siguiente: 

– Los bloqueos emocionales, el estrés y la ansiedad afectan a la actividad de ciertas células del sistema inmunitario, de forma que somos más vulnerables a las enfermedades. 
-Aumento de la frecuencia cardíaca. 
-Sensación de mareo (náuseas). 
-Temblores. 
-Transpiración. 
-Boca seca. 
-Dolor de pecho. 
-Dolores de cabeza. 
-Dolores de estómago

Enfermedad: Se me considera como una avería del cuerpo la cual hay que reparar rápidamente para que el enfermo pueda continuar haciendo su vida habitual. 

Salud: Es cierto, nadie te ve como una reacción inteligente del cuerpo y de la mente que puede conducir a que el enfermo recupere el estado de equilibrio del que se había apartado. 

Enfermedad: Me da mucha rabia que me confundan con los “síntomas”. Es como si vamos al cine y confundiéramos a la pantalla de proyección con el proyector. A cada síntoma físico, le ha precedido un pensamiento, un sentimiento, una creencia negativa, algo que nos ha hecho sentirnos mal.

Salud: Es algo que repito todos los días, no es posible cambiar el contenido de una película actuando sobre la pantalla. Tendríamos que recurrir a la cinta y al proyector. Recurrir a las ideas negativas, a los pensamientos sombríos, a la dejadez, al abandono. Todo eso, convenientemente trabajado, modifica el estado de la pantalla de proyección que es nuestro cuerpo. 

Enfermedad: El primer paso hacia la curación consiste en estar dispuestos a aceptar el síntoma, por muy inoportuno que parezca. A escucharlo, reconocerlo y descubrir, ayudado por el lenguaje del cuerpo, la verdadera causa que lo ha originado.

Salud: Cuando el enfermo habla de sus síntomas corporales, siempre nos está informando sobre un problema psíquico. Por ejemplo: 
-“No lo veo claro” 
-“Estoy hasta las narices” 
-“Voy de cabeza” 
-“No pude frenar a tiempo” 
-“No lo puedo tragar” 
-“Cuando lo veo se me revuelve el estómago” 

Enfermedad: El síntoma es la manifestación física de algo que rechazamos en el interior. Casi siempre nos obliga a modificar una conducta para corregir nuestro desequilibrio y eso es bueno para la evolución. Nos obliga a actuar…

Si una persona se niega a asumir conscientemente un principio, este principio se introduce en el cuerpo y se manifiesta en forma de síntoma. Entonces el individuo no tiene más remedio que asumir el principio rechazado. El síntoma indica lo que le “falta” al paciente, porque el síntoma es en sí el principio ausente que se hace material y visible en el cuerpo. No es de extrañar que nos gusten tan poco nuestros síntomas, ya que nos obligan a asumir aquellos principios que nosotros repudiamos. Fuente: Mejor con salud

Por eso ayuda el hecho de exteriorizar nuestras preocupaciones o problemas, pero no de cualquier forma (gritando, alterándose, enojándose, perdiendo el control, etc.) sino en forma racional, civilizada, serena, adulta, madura, consciente, con inteligencia y estabilidad emocional

Para eso existen los familiares sensatos, las amistades discretas, los profesionales de la salud (psicólogos, psicoterapeutas), los terapeutas alternativos, los coaches, los consejeros espirituales, etc.

jueves, diciembre 20, 2018

DÍA 354: CÓMO LIDIAR CON EL ESTRÉS DE LA TEMPORADA NAVIDEÑA

Cada persona tiene su visión de cómo deberían ser las vacaciones perfectas, pero cuando la realidad no satisface las expectativas, puede traer como consecuencia el estrés. 

He aquí algunos consejos para ayudarle a lidiar con sus expectativas en esta temporada navideña:

1° Establezca expectativas realistas. Ninguna Navidad, Hanukkah, Kwanzaa u otra celebración navideña es perfecta. Considere cualquier error como una oportunidad para poner en práctica su flexibilidad, adaptación y resiliencia. Un árbol torcido o una comida que no salió bien no arruinará su feriado, sino más bien generará un recuerdo familiar. Si la lista de deseos de sus hijos está fuera de su presupuesto, hable con ellos sobre expectativas realistas y recuérdeles que la intención de estas festividades no consiste en dar regalos costosos.

2° Sea proactivo. Si le preocupan las posibles conversaciones difíciles que puedan surgir en las reuniones familiares, como suele sucede durante las festividades, recuerde que estos eventos tienen que ver con reunir a las personas, no separarlas. Concéntrese en los buenos recuerdos y en lo que usted y su familia tienen en común. Planee actividades que fomenten la diversión y la risa, como jugar un juego familiar o ver álbumes de fotos antiguas.

3° Mantenga las cosas en perspectiva. En general, la temporada navideña es breve. Esto ayuda a mantener un contexto más amplio y una perspectiva a más largo plazo. Si algo sale mal, tenga en cuenta que no es el fin del mundo. Recuerde las cosas buenas que tiene en su vida y sea consciente de que esta situación pasará. Habrá tiempo, pasadas las festividades, para retornar a la rutina usual o para hacer las otras cosas que dejamos de lado o que no tuvimos tiempo de hacer durante dichas festividades.

4° Recuerde lo que realmente importa. El comercialismo puede eclipsar el verdadero sentimiento de la Navidad. Si su lista de gastos en regalos sobrepase su presupuesto mensual, deténgase y reformúlela. Recuerde que la familia, los amigos y los vínculos son lo que más importa.

5° Dedique un tiempo para sí mismo. Puede sentirse la presión de querer ser todo para todos. Recuerde que usted es una persona individual y solamente puede hacerse cargo de determinadas cosas. A veces, dedicarse a su cuidado personal es lo mejor que puede hacer; los demás se beneficiarán si usted está menos estresado. Reflexione sobre los aspectos de su vida que le proporcionan alegría, dar un largo paseo, recibir un masaje, escuchar su música favorita o leer un nuevo libro. Todos necesitamos tiempo para recargar nuestras baterías. Sea consciente y concéntrese en el presente en lugar de quedarse estancado en el pasado o preocuparse por las cosas futuras.

Traducido del artículo original en: American Psychological Association - Help Center

martes, diciembre 18, 2018

DÍA 352: PSEUDOESTUDIOS: ESTADISTICAS TENDENCIOSAS

Por: Hugo Macias 

Siempre han existido esos estudios con resultados mínimos. Básicamente cada tesis universitaria es un estudio. Y normalmente en ciencias, el siguiente paso es buscar diferenciar entre correlación y causación.

Ejemplo (muy sencillo e inexistente): Estudio dice que gente que compra más agua en botellas pequeñas es más propensa al cáncer.

Un Estudio con esos resultados puede ser correcto. Y de existir hasta podría hacerse viral. Pero igualmente de existir, si lo leyéramos podríamos encontrar que el estudio se trató de una encuesta realizada a miles de personas dónde se les preguntó: 1. Cuántas botellas de agua compran a la semana. 2. Han tenido cáncer

Y resulta que los que han tenido cáncer de piel compran muchas botellas de agua. Aquí tenemos una correlación. Pero no es la causa del cáncer. Qué tal que si les dio cáncer por que salen a correr bajo el sol 4-5 días a la semana y al terminar de correr se compran su botella de agua. 

Es un ejemplo muy tonto pero de alguna manera la ciencia trabaja así, solo que con ambientes más complejos. Es útil buscar correlaciones de ciertas situaciones y de ahí ir aislando las causas. Y muchos de esos pequeños estudios sirven para eso. La ciencia es acumulativa.

La diferencia entre antes y ahora es que ahora existe el internet y el clickbait. La información nos llega miles de veces más rápido que antes. Títulos rimbombantes para llamar la atención y dar click. 

Ahí la ciencia no está mal. Los que están mal son los "periodistas" que solo buscan el click (y las ganancias por publicidad) fáciles y las personas que no utilizan un poco de criterio para identificar estás prácticas.

Háganse un favor, tengan criterio, y si hay duda investiguen o ya en el menos de los casos, mantengan la duda. No es tan difícil y nos ahorrará muchos problemas. 

Pero por favor y más importante, dejen a la ciencia fuera de este pleito, que sigue haciendo su trabajo y estas cosas solo la desprestigian. Un estudio no va a cambiar la situación. Un solo ratón que se haya curado de cáncer no es suficiente para tener una cura. Un chocolate no te va a curar la depresión. Un aguacate no mejorará tu cabello. 

Pero la ciencia es acumulativa y con cada uno de esos pequeños estudios se da un paso más cerca del objetivo.