EL CEREBRO ADOLESCENTE
Un tsunami de testosterona
Entre las edades de 9 y 15 años, el circuito cerebral masculino, con sus miles de millones de neuronas y trillones de conexiones, empieza a activarse a medida que su nivel de testosterona se eleva veinte veces más.
De allí en adelante, la testosterona masculiniza biológicamente todos los pensamientos y comportamientos que emerjan del cerebro.
Estimula el rápido crecimiento de los circuitos cerebrales masculinos que se estuvieron formando antes de nacer.
Asimismo hace que sus testículos crezcan, activa el crecimiento de sus músculos y huesos, hace que crezca barba y vello púbico, hace que su voz se torne más profunda y que su pene se alargue y engruese.
Igualmente hace que los circuitos cerebrales sexuales, en su hipotálamo, crezcan más del doble en comparación con el cerebro de las niñas.
El cerebro masculino ahora está estructurado para priorizar en su mente la búsqueda de satisfacción sexual.
A inicios de la pubertad, cuando las imágenes de senos y otras partes corporales femeninas inundan la corteza visual cerebral, algunos muchachos se preguntan si no se estarán convirtiendo en “pervertidos”.
Les tomará algún tiempo acostumbrarse a su renovado interés por las chicas, el cual funciona en piloto automático.
El sexo no es la única cosa que pasa por la mente de un adolescente varón.
A medida que la testosterona va inundando las células cerebrales del adolescente, va estimulando a una hormona denominada vasopresina.
Juntas, la testosterona y la vasopresina, hacen que el cerebro se torne territorial acerca de su cuarto y sensible a las críticas de sus compañeros, ya sean supuestas o reales.
Y cuando estas hormonas se mezclan con la hormona del estrés, denominada cortisol, sobrecargan su cuerpo y mente, preparándolo para la respuesta de pelear o huir con respecto a los desafíos en su mundo.
Nuestros cerebros se han venido conformando a través de cientos de miles de años de vivir en grupos jerárquicos.
Y aunque no todos los adolescentes varones desean ser “los reyes de la colina”, sí desean estar más cerca de la cima del poder y alejarse de los últimos lugares en lo posible.
Y ello puede significar asumir riesgos que pueden meterlo en problemas.
Mensaje para los padres de hijos adolescentes varones:
“No se preocupen. Se requiere unos 8 a 9 años para que el cerebro adolescente complete el remodelado que se inició al ingresar a la pubertad. Sus circuitos cerebrales reforzados hormonalmente se estabilizarán al final de su adolescencia o luego de cumplir veinte años”.
“Su hijo es como cualquier otro chico adolescente que ha pasado por el Planeta Tierra. Va a ver videos pornográficos, va a rehuir de las tareas, va a involucrarse en peleas y se le va a caer la baba por las chicas. Una vez que pase esta etapa, volverá a entrar en razón”.
[continuará...]
Resumen de las investigaciones de Louann Brizendine, M.D.
http://www.psicologosperu.com/
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