sábado, agosto 02, 2014
3 DIVISIONES PARA SOLUCIONAR TUS PROBLEMAS
Primera división
El primer paso es separar los problemas por áreas (trabajo, familia, salud, relaciones, etc.). Pregúntate en qué medida las cosas en cada área ocurren de una manera satisfactoria para ti. No tengas miedo en ponerles nota del 0 al 10, así evitarás pensar de manera polarizada y tendrás un análisis de tu situación más preciso. Trata de ser lo más específico que puedas, tómate tu tiempo, y si hace falta, hazlo por escrito. Es muy probable que en el proceso descubras que no todo va mal, que son dos o tres cosas las que no están saliendo como esperabas y el resto está razonablemente bien. No te asustes ni te culpes por ello, estamos diseñados para prestar más atención a lo malo, y por eso a veces, sin darnos cuenta, nos olvidamos de lo que va bien en nuestras vidas. Como resultado de esta división, debes quedarte con una imagen realista de tu situación, con una descripción clara de dónde están los problemas y con cierto alivio al darte cuenta de que no todo está saliendo mal.
Segunda división
Separa los problemas de las preocupaciones, y ¿cuál es la diferencia? Muy sencillo, un problema por definición es algo de lo que puedes ocuparte, es decir, tienes cierto control o influencia sobre ello y por lo tanto si pones en marcha alguna acción obtendrás algún resultado. Las preocupaciones son todo lo contrario, generalmente consisten en intentos absurdos de actuar sobre cosas que no controlamos en absoluto. Muchas veces se trata de acontecimientos que han ocurrido en el pasado (por ejemplo, haber fallado a alguien importante) o van a ocurrir dentro de demasiado tiempo (por ejemplo, el futuro profesional de nuestros hijos cuando tienen apenas 5 años). Otras veces se trata de situaciones que se pueden controlar, pero ese control le corresponde a otra persona (por ejemplo, que suban los impuestos).
Como resultado de esta división deberás tener una lista concreta de los problemas a los que te enfrentas, solamente aquellos sobre los que tienes cierto control y son lo suficientemente importantes
En cualquier caso, lo que caracteriza a una preocupación es la inutilidad, es decir, aunque invirtieras cinco horas más al día a preocuparte la situación no se modificaría. Como resultado de esta división deberás tener una lista concreta de los problemas a los que te enfrentas, solamente aquellos sobre los que tienes cierto control y son lo suficientemente importantes, y ¿con el resto? Mi consejo es que guardes tu lista de las preocupaciones en un cajón, y quizá más adelante, cuando hayas puesto orden en los problemas importantes, podrás revisarla para decidir si mueves alguna de las preocupaciones a la lista de los problemas o si tiras la lista completa a la basura.
Tercera división
Divide los problemas en problemas más pequeños, tanto como necesites para tener la sensación de que pueden abordarse. Esta es la clave: tener la sensación de que puedes hacer algo, de que con un esfuerzo asumible puedes obtener algún resultado. Esta es la clave de la esperanza tal y como la entendemos en psicología, y es uno de los principales rasgos que definen a las personas felices y enérgicas. Casi siempre que algo nos parece difícil, hay un primer paso mucho más pequeño que podemos dar y que nos acercará a nuestro objetivo. Imaginemos una mudanza. A la mayoría solo oír esa palabra nos da escalofríos y nos entran ganas de salir corriendo. Una mudanza es algo enorme, inabarcable, que podría desmotivar a cualquiera, pero meter libros en una caja de cartón no, ¿verdad? Si descomponemos la mudanza en 10-15 pasos de ese tamaño, solo tenemos que prestar atención y comprometernos con cada uno de ellos al tiempo, solo con uno, y cuando hayamos terminado, ¡a por el siguiente! El resultado de esta división debería ser una lista de “mini” problemas tan pequeños que si aún nos resulta difícil darles solución es que quizá nos hemos equivocado en las divisiones anteriores.
Por: Daniel Peña Molino, Doctor en Psicología, Consultor de Recursos Humanos y Coach Ejecutivo
www.psicologosperu.com
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Psicólogos Perú: Hipnosis y regresiones. Terapia de Pareja. Psicólogo Luis Venegas Chalen.
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