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domingo, noviembre 17, 2019

CUANDO ERES AGRADECIDO...

Mientras más agradecido seas,
más cosas que agradecer te llegarán.

jueves, noviembre 27, 2014

5 BENEFICIOS DE SER AGRADECIDO QUE IMPACTARAN TU VIDA

Hoy se celebra el día de acción de gracias en los Estados Unidos. Algo interesante es que en ese día te ves forzado a pensar en razones por qué ser agradecido.

Este proceso es restaurador.

Pensando un poco en ese día y el positivo efecto que he visto en personas que son agradecidas deseo transmitirte 5 Beneficios que te proporcionará el ser agradecido:

1- Te hace más feliz

Hace un tiempo vi una lista de los países más felices del mundo. Me di cuenta que los países más ricos del planeta no figuraban en los primeros lugares. Por el contrario, países que nunca imaginaría estaban entre los mejores.

A lo que viene la pregunta ¿Por qué dichos países habían sido catalogados como los más felices? La respuesta me sorprendió.

Los países que estaban en los primeros lugares tenían algo en común: Las personas eran agradecidas y sus expectativas no eran en extremo ambiciosas.

La respuesta no era un mejor clima, una economía en crecimiento, bienes raíces económicos, bellezas naturales, seguridad… la respuesta era que eran agradecidos y sus expectativas no eran en extremo ambiciosas.

Cuando eres una persona agradecida tu mente se enfoca en lo que tienes y no en lo que te falta. Ese simple hecho te hace una persona mucho más feliz.

2- Beneficia a la persona que lo recibe

Ser agradecido beneficia a otros. ¿Cuántas veces te has sentido bien cuando otra persona te agradece algo? ¿Cuántas veces has sentido tu trabajo valorado, tus ideas importantes, tu persona aceptada cuando alguien te agradece?

Ese es el punto, una persona agradecida no sólo es más feliz sino que también esparce bendición a su alrededor en cada momento que da las gracias a otros.

3- Fortalece relaciones

La consecuencia de beneficiar a otras personas fortalece las relaciones. Hace que las personas quieran estar contigo. Te hace una persona interesante.

Recuerdo que el día de mi matrimonio, mi suegro nos dijo estas palabras: No entren al matrimonio pensando en lo que la otra persona les va a dar. Entren al matrimonio asumiendo que cada cosa que te den es un regalo. Si hacen eso, tendrán un matrimonio por siempre.

4- Desarrolla una actitud Positiva

Cuando somos agradecidos desarrollamos una tendencia a ver el lado positivo de las cosas. En consecuencia, logras mantener una actitud positiva. Vemos el vaso medio lleno, vemos el sol entre las grises nubes.

5- Te hace consciente del mundo a tu alrededor

Ser agradecido te muestra un mundo escondido que la mayoría de las personas no ven. Existe una cadena de “casualidades” que permiten que tú vivas, veas, interactúes con el mundo. Ser agradecido te hace consciente de esa cadena.

¿Sabes las cientos de funciones en tu cuerpo, en el mundo y en el universo que necesitan suceder de forma perfecta para que tu puedas vivir? ¿Para que puedas tener electricidad, agua, un auto, el internet que estás utilizando en este momento?

La vida es un milagro que sólo puedes ver cuando te pones los lentes del agradecimiento.

Esta semana leí lo siguiente “la gratitud puede transformar lo que tenemos en suficiente, una comida en un banquete, una casa en un hogar, y un extraño en un amigo. Por muy difíciles que sean tus circunstancias, estoy seguro que siempre existe algo por lo cual puedes estar agradecido.”

Te propongo un reto extremo. 
Es difícil, pero no imposible.

Por 24 horas (no 2 ni 8 horas) vas a dar las gracias por todo:

Cuando te levantes – Gracias por un nuevo día de vida.

Cuando enciendas la luz – Gracias por la bendición de tener electricidad.

Cuando te bañes – Gracias por tener agua caliente, corriente y productos de aseo personal.

Cuando comas- Gracias por los alimentos, por el hecho de proveer trabajo a toda una cadena de suministro que hace posible comer.

Cuando estés en el tránsito – Gracias por la bendición de tener un vehículo o un transporte público a mi disposición.

Cuando estés en el tráfico – Gracias porque felizmente no me he accidentado y puedo darme este tiempo para reflexionar.

… y continúa así por 24 horas… dando gracias por todo.

Luego en los comentarios debajo de este artículo puedes contarme tu experiencia. Cuéntame cómo ha cambiado tu vida, tus relaciones, tu actitud, etc.

¡Gracias por aceptar el reto del agradecimiento extremo por 24 horas!

Por Victor Hugo Manzanilla

lunes, junio 04, 2012

¿HOY YA DIJISTE GRACIAS?



Ps Patricia Cabrera Sena
Es significativo que muchas personas han perdido la costumbre de AGRADECER.
Y cuando decimos “agradecer” nos referimos en el sentido más abarcativo del término.
Decir GRACIAS a la vida, a la gente, a desconocidos, a nosotros mismos, a las circunstancias, … a todo lo que de alguna manera nos fue de utilidad, nos significó un alivio, un placer, una sonrisa, un favor, una grata sorpresa, un crecimiento personal.
Estaba intentando entender desde mi ángulo profesional por qué será que a muchas personas se les hace cada vez más difícil agradecer...
La primera asociacion libre me llevó a pensar que la falla principal en ésta nueva postura entre humanos se basa en la tendencia cada vez mayor de encerrarse en micromundos, de ese modo las personas nos vamos aislando del entorno en forma casi instintiva, y donde antes era lo más normal entregarse en gestos interactivos generosos, amorosos, atentos, de consideración a las necesidades del otro, buscando complacerlo, … ahora lo que hay es distancia, indiferencia, tendencias egoístas, y de una preocupante desconfianza entre todos que cada vez nos aleja más.
En una dinámica así es entendible que no se generen entonces roces sociales agradables, de consideración mutua, con una postura abierta, sincera, y placentera entre todos. 
Cuando decimos GRACIAS desde lo más íntimo, de un modo natural y auténtico, estamos reconociendo al otro el favor que nos ha generado en nuestras vidas, ya sea desde detalles pequeños como también en orbitas importantes de nuestra existencia, la persona HIZO ALGO A FAVOR NUESTRO, aportó en nuestras vidas un cambio conveniente, apuntando exclusivamente a nuestro interés y beneficio.
Ahora bien, si nos detenemos a pensar, a lo largo de nuestros días existen alrededor nuestro una variedad significativa de detalles que merecen un agradecimiento y reconocimiento.
Podemos poner miles de ejemplos, de circunstancias que nos suceden no solo en el hogar sino también en el diario trajín afuera del mismo: palabras amables de personas extrañas, gestos y frases de cortesía intercambiados en una simple compra con los empleados de un local, una puerta que nos sostienen en un lugar público esperando para que podamos entrar, cuando algo se nos cae en la calle y alguien nos lo levanta con una sonrisa, un detalle amoroso y comprensivo de un compañero de trabajo considerando nuestro cansancio, o mal día... , actitudes complacientes o incluso hasta simples gestos de educación que solo reflejan respeto y consideración a nuestra persona. Se puede seguir en una lista larga de infinitas situaciones (bastante más frecuentes de lo que creemos) y que en el fondo solo apuntan a que si tuviéramos una postura sana y complacida, saldría de un modo natural y espontáneo la palabra GRACIAS.


Ahora ingenuamente me pregunto: qué pasaría realmente en las dinámicas sociales, en el roce entre todos (tanto en ambientes familiares como laborales) si dijéramos GRACIAS … teniendo en cuenta lo que acabamos de reconocer: la alta frecuencia con que la que todos podríamos estar diciéndolo... ¡a diario!...
¿Cómo nos sentiríamos no solo diciéndolo sino recibiéndolo de los demás?
¿Qué tipo de ambiente se generaría en nuestro entorno, qué energía flotaría en el aire entre todos?
¿Qué ganamos y qué perdemos?
La respuesta es obvia, la siguiente pregunta entonces sería: ¿por qué no lo hacemos si sabemos las consecuencias? ¿ Por qué no tener entonces una vida interactiva más generosa con el otro y agradecida al mismo tiempo?


Es verdad que con el tiempo se han perdido muchas cosas, entre ellas normas básicas de educación y trato con los demás.
En tiempos pasados (sin irnos muy lejos) se nos había enseñado que era una regla social asumida por todos el saber decir “gracias” ante ciertos gestos amables y generosos de los demás.
Y es cierto que junto con el perderse esa “costumbre formada”, en ciertos aspectos hasta impuesta por una simple regla de educación social... también se fue generando entre todos un distanciamiento que evidencia una desagradable indiferencia que nos vuelve cada vez más ajenos e insensibles unos de otros.
Hemos llegado incluso a tristes casos en donde se ve con dolorosa claridad que uno hace demasiado por otro o por muchos y los demás simplemente parecen no enterarse, ni valorarlo, y por lógica ni reconocerlo y menos aún agradecerlo.
Más allá de lo injusto de la situación, de lo inapropiado, o de lo doloroso, o desconsiderado, están las consecuencias obvias: la indiferencia, la frialdad, la distancia, el aislamiento social.


Decir gracias es una forma básica de amar. Cuando valoramos y respetamos cada gesto amable del otro hacia nosotros estamos dándole sentido a su esfuerzo puesto en nuestra persona. Estamos motivándolo a que continúe en posturas igual de amorosas con los demás, estamos aplaudiéndolo en sus gestos constructivos y generosos, estamos aportando a su crecimiento personal, a que se sienta resignificado ante los otros, que sepa que lo mucho o lo poco que hizo valió demasiado para otro, se le enseña el camino correcto para que lo repita mañana, con nosotros o con otros, le estamos ayudando en su autoestima, acercándonos a él, y no alejándonos... le estamos abrazando con una sola palabra.
Decir GRACIAS tiene demasiado que ver con unir, construir, motivar, amar.... como para estar jugando a los distraídos. Y si no pruébalo, comienza hoy mismo, dile gracias a cualquier detalle de tu entorno que otro haga por ti, intenta iniciarte en lo más difícil: captar esos elementos muy puntuales y sutiles que de tan simples a veces no los vemos... y cuando percibas que esa persona pensó en ti, dile GRACIAS... y completa la palabra con un gesto auténtico de gratitud, complacencia y retribución. Porque como ya está dicho y comprobado, lo que damos vuelve con creces, y si una postura sincera de apertura al otro reconociéndolo y valorándolo le sirve a él mismo, ...imagínate el resultado final en tu propia vida a largo plazo. Si puedes facilitar un entorno de sonrisas no dudes en hacerlo porque serás el primer beneficiado. Es un simple movimiento que logrará demasiados cambios en tus logros futuros personales, redimensionándolos.
Por último una canción que pueden disfrutar en éste link  ( http://www.youtube.com/watch?v=kzzkJRxoDrE&feature=related ) y que resume muy bien la postura que sugerimos en éste artículo y que todos deberíamos tener de un modo natural y no impuesto:   

Gracias A La Vida
Mercedes Sosa
Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me dio dos luceros que cuando los abro
Perfecto distingo lo negro del blanco
Y en el alto cielo su fondo estrellado
Y en las multitudes el hombre que yo amo
Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me ha dado el oído que en todo su ancho
Graba noche y día grillos y canarios
Martirios, turbinas, ladridos, chubascos
Y la voz tan tierna de mi bien amado
Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me ha dado el sonido y el abecedario
Con él, las palabras que pienso y declaro
Madre, amigo, hermano
Y luz alumbrando la ruta del alma del que estoy amando
Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me ha dado la marcha de mis pies cansados
Con ellos anduve ciudades y charcos
Playas y desiertos, montañas y llanos
Y la casa tuya, tu calle y tu patio
Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me dio el corazón que agita su marco
Cuando miro el fruto del cerebro humano
Cuando miro el bueno tan lejos del malo
Cuando miro el fondo de tus ojos claros
Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me ha dado la risa y me ha dado el llanto
Así yo distingo dicha de quebranto
Los dos materiales que forman mi canto
Y el canto de ustedes que es el mismo canto
Y el canto de todos que es mi propio canto
Gracias a la vida, gracias a la vida

Ps. Patricia Cabrera Sena