Según Wikipedia:
La autoimagen (conocida en inglés como self-image) es la imagen o representación mental que se obtiene de uno mismo y que no representa solamente los detalles que pueden estar disponibles a la vista (como la altura, peso, color del cabello, género, coeficiente intelectual, etc.), sino también los elementos propios que se han aprendido acerca de sí mismo, ya sea por experiencias personales o por la internalización de los juicios de los demás. Una definición simple de lo que representa la auto-imagen de una persona es la respuesta a esta pregunta - "¿Qué es lo que cree o piensa la gente de usted?".
La autoimagen es esa fotografía interna (y con frecuencia falsa), que tenemos de nosotros mismos y que está presente, cada vez que decimos o pensamos “yo soy” o “yo no soy” y es la responsable de decir “yo puedo” o “yo no puedo”.
La autoimagen se puede clasificar en tres tipos:
Autoimagen resultante de cómo el individuo se ve a sí mismo.
Autoimagen resultante de la forma en que otros ven a la persona.
Autoimagen resultante de la forma en que el individuo percibe lo que ven los demás de sí mismo.
Estos tres tipos pueden, o no, configurar una representación exacta de la persona. Aunque todos, algunos o ninguno de ellos puede ser cierto.
Auto imagen Pobre
Un concepto de una pobre imagen de sí mismo puede ser el resultado perjudicial del acumulo de críticas que una persona recoge desde niño. Los niños son particularmente vulnerables a la aceptación de críticas y juicios negativos por parte de figuras de autoridad, ya que todavía no tienen las competencias necesarias para evaluar críticamente las mismas.
La mala auto imagen de sí mismo no siempre es causada por otras personas. Una persona puede recibir halagos frecuentes sobre su aspecto o su personalidad pero ser incapaz de aceptarlo por sí mismo. Los juicios negativos, o la carencia de juicios fecundos sobre uno mismo, pueden ser desastrosos si no se controlan adecuadamente.
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