martes, octubre 31, 2017
EL AUTISMO NO ES UNA ENFERMEDAD
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Psicólogos Perú: Hipnosis y regresiones. Terapia de Pareja. Psicólogo Luis Venegas Chalen.
lunes, octubre 30, 2017
¿LOS PERFECCIONISTAS SON FELICES?
¿Por qué las personas perfeccionistas no son felices?
Muchas de las personas perfeccionistas no son felices por estas razones.Primero, analizan todo, al pensar demasiado pueden drenar energías y todo se vuelve peor cuando llegan a conclusiones frustrantes.
Tienen altos estándares para todo. Ellos difícilmente están satisfechos con sus logros, relaciones y con la mayoría que los rodea. Creen que todo es una versión mediocre de lo que podría ser su realidad.
Son muy duros consigo mismos, recuerdan todo lo que no salió como ellos querían, recuerdan sus errores, se autocastigan y cargan con culpabilidad.
Creen que nadie los comprende, se sienten solos y mal entendidos, como si nadie o pocos pudieran apreciar sus mentes.
Las personas perfeccionistas tienen mayor tendencia a tener problemas psicológicos y/o trastornos psiquiátricos, como la ansiedad social y el trastorno obsesivo compulsivo.
Fuente: Publimetro
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Psicólogos Perú: Hipnosis y regresiones. Terapia de Pareja. Psicólogo Luis Venegas Chalen.
15 TIPOS DE TE Y BENEFICIOS
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Psicólogos Perú: Hipnosis y regresiones. Terapia de Pareja. Psicólogo Luis Venegas Chalen.
9 HISTORIAS DEL FRACASO AL EXITO
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Psicólogos Perú: Hipnosis y regresiones. Terapia de Pareja. Psicólogo Luis Venegas Chalen.
domingo, octubre 29, 2017
12 PASOS PARA CAMBIAR TU VIDA
Los siguientes 12 pasos te ayudarán a cambiar tu vida para bien. Nadie quiere cosas malas en su vida, ni quedarse estancado e infeliz, a veces nuestra vida se vuelve rutinaria y comienza a ser aburrida, después de realizar los siguientes pasos sentirás que tu vida empieza a mejorar y que comienzas a ser otra persona completamente diferente.
CUERPO Y HÁBITOS
1. Levantarse temprano, Alrededor de las 6 de la mañana. Si lo haces el tiempo que te hacía falta y que nunca tienes durante el día para dedicarte a ti mismo aparecerá de inmediato. Ventajas: silencio y tranquilidad que te permiten concentrarte en tus asuntos mientras los demás duermen. Es un momento ideal para hacer ejercicios matutinos que te permitan disfrutar el día al 100%. La pereza y la falta de deseo de levantarte temprano no son un indicador de cansancio, en realidad podrían interpretarse como un indicador de que no quieres levantarte a vivir tu vida. ¿Para qué levantarse si te espera el metro, el tráfico, el trabajo...? Pero si en cambio el primer pensamiento fuera ”¡Qué bien, un nuevo día, hoy voy a hacer (lo que quieras que no sea dormir) para sentirme bien!". muy probablemente será mucho más fácil salir de la cama. Levántate temprano y dedícate tiempo. Si es difícil levantarse porque no duermes bien, acuéstate más temprano, tú puedes hacerlo si te organizas (más abajo hay consejos para eso).
2. Alimentación ligera. Para los cambios que se aproximan necesitarás una gran cantidad de energía. Lo más probable es que toda la energía que tienes en este momento sea usada por tu organismo para seguir funcionando y contrarrestar la influencia del alcohol, cigarrillos, comida grasosa, pasteles, dulces, etc... Cada quien tiene en su lista debilidades que hay que tachar. Puedes elegir el tipo de alimentación que te parezca correcto. El vegetarianismo es una opción para algunos, otros no podrían vivir sin la carne (y eso es normal), otros deciden eliminar los fritos, y así sucesivamente. Lo que sí es cierto es que el alcohol, las papitas, los refrescos dulces, los embutidos y la comida chatarra no aparecen en ninguna guía nutricional sana, por eso lo mejor es eliminarlos. También sería prudente reducir el tamaño de las porciones y no comer hasta el hastío antes de dormir (y mejor aún, no comer en la noche).
En lo que respecta al resto de la alimentación puedes escuchar lo que tu organismo o tu nutricionista quieran; lo más importante es no ponerse metas prácticamente inalcanzables para eliminar y/o metabolizar las toxinas, por el contrario sería mejor ayudarle al organismo alimentándolo con comida ligera, sana y deliciosa. Tendrás más energía y te sentirás físicamente mejor.
3. Deporte. Quizá lo más importante: tener un cuerpo tonificado (no necesariamente perfecto) y sano es una condición necesaria para disfrutar de una mente sana. El movimiento es vida por eso para despertar la vida que hay en ese cuerpo y mente cansados ¡hay que moverse!. No importa cómo prefieras hacerlo, lo importante es que sea a conciencia. Practicar yoga, trotar y bailar son opciones populares que producen gran placer; aunque también puedes ir al gimnasio, caminar al trabajo o sencillamente olvidarte del ascensor. Depende de ti, Lo importante es ejercitarse a propósito.
LIMPIEZA DE ESPACIOS, ASUNTOS Y LO QUE TE RODEA
4. Limpiar el espacio. Todo lo que no sirve, que no estorbe. Guardar lo viejo en el depósito no vale. Limpia y ordena todos los rincones, todas las mesas, todos los armarios y por todas partes. Piensa: cada cosa que hay en tu casa no solo ocupa espacio, sino que además se lleva un poco de tu energía, hasta la cosa más pequeña ¿vale la pena? Durante algún tiempo yo misma fui fanática de este método y tiré casi todas mis cosas (porque estaban viejas, feas y estorbaban). Deja sólo lo realmente útil, las cosas que te alegren, que te inspiren y que te generen bienestar. Aquí hay un detalle: si aún tienes ese oso de peluche que te regaló esa persona especial en 1998 pero ya no estás con él o ella, pues también es hora de despedirse del oso, o lo que quiera que sea, por más "positivo" que te parezca. Tíralo y no lo pienses, verás que será más fácil respirar, especialmente si después limpias el polvo y el piso.
5. Limpieza de asuntos y deberes. Piensa ¿hace cuántos años quieres aprender inglés? ¿hace cuánto que tenías planeado ir a San Paletas a ver a tu tía? ¿cuántos puntos de los propósitos de año nuevo pasas al año siguiente cada vez? Piensa en todas las promesas similares que te has hecho y has hecho a los demás, y decide qué hacer con ellas, hay dos opciones: (1) lo haces o....(2) lo tachas de la lista para siempre, Que si no puedes tachar de la lista a la tía, pues compra el billete de tren o autobús hoy, o alista tu automóvil porque mañana mismo estarás allá. Haz lo que tienes que hacer en vez de cargar con el peso de esas responsabilidades. Un muy buen amigo mío dice que es algo así como llevar sobre tus hombros un mono que no te deja estar tranquilo. A medida que dejas todo para después, el mono crece y te tapa los ojos, juega contigo y apesta.
6. Limpieza de lo que te rodea. Acaba con las relaciones interpersonales que son como un lastre, y/o te hacen sentir triste o de mal humor. No relacionarse con aquellos que critican constantemente y nunca están satisfechos con nada, con aquellos con quienes ya no tienes nada en común y que no te enseñan nada bueno no sólo no es un pecado, sino que es muy saludable. Date permiso de decir no, de no sonreír si no te nace, de no ser tan educado como deberías si no te place, de ser sincero; si ese es el costo de la libertad, vale la pena pagarlo. En cuanto a los padres, por más que la relación con ellos sea dificil (y espero que no) lo mejor es intentar mejorarla, y pasar más tiempo con ellos.
PLANES, METAS Y SUEÑOS
7. Escribir y realizar los planes La semana pasada ya has debido hacer una lista de cosas por hacer, Mírala. ¿qué te parece? ¿despierta en ti alegría, entusiasmo y deseo de subirte las mangas y comenzar? Si no es así, es posible que valga la pena tachar otro par de puntos. O bien, llevarlos a cabo y luego tacharlos. En cualquiera de los casos aumentará tu fuerza y tu deseo de vivir. Escribe también lo que te hace vibrar, lo que te apasiona; piensa en lo que te gusta y lo que te gustó alguna vez. No olvides planear no sólo el trabajo y el dinero, sino también el descanso, el tiempo con los amigos y las personas que amas, por ultimo pero no menos importante, el tiempo que te dedicarás a ti mismo (de este siempre se olvidan). Hay que hacer un plan que sientas ganas de realizar, que te haga temblar las piernas y te rasquen las manos de emoción; todo a la vez. Es como si quisieras escribir un libro tan interesante de tu vida que después querrías volver a leerlo.
Lo importante es definir fechas y pasos concretos, así tienes prácticamente garantizado que se cumplirá y no caerá en el ciclo del “después“ para alimentar al mono del que ya te hablé.
8. Escribir la lista de lo imposible. Este es uno de mis ejercicios favoritos, lo hago aún hoy y cada vez me vuelvo más descarada (aunque cualquiera diría ¿aún mas?). Se trata de escribir una lista de los sueños que no se cumplirán nunca, ese tipo de cosas que son tan irreales que realizarlas parece algo imposible, puedes escribir también el erradicar el hambre del mundo y subir al Everest (si tienes 89 años). Apaga por un momento tu lógica e imagina que todo en el mundo está a tus pies: tienes tiempo, dinero, las conexiones necesarias, el talento especifico ¿que querrías?. Hablando de eso quiero contarte que la primera ”lista de lo imposible" que escribí en febrero de 2014 ya se ha cumplido por completo, y ahora me causa mucha gracia lo humildes que eran los deseos que en ese momento me parecían “imposibles”. Hacer esto es muy útil porque sabes lo que quieres, y aunque sea muy difícil estás un paso adelante para lograrlo, porque si aparece la oportunidad, la reconocerás.
9. Hacer planes cada día. Cada noche escribe los planes para el día siguiente, ya sean planes cortos, medianos, específicos o como sea, pero debe haber un plan. Incluso si el otro día ya no te acordarás de que tenías ese plan, tu productividad aumentará mucho. ¡está comprobado! Además, no olvides mirar de vez en cuando tu plan global y preguntarte ¿es hacia allá para donde voy? ¿para dónde voy? e incluso ¿voy a alguna parte? ¿por qué?
AMPLIAR LAS FRONTERAS O LIMITACIONES
10. Tratar de vivir de otra manera. No hay necesidad de hacer cambios abismales; puedes ir al trabajo por otro camino, entrar a un café al que nunca habías entrado o a una tienda hasta ahora desconocida. Al menos por una vez intenta practicar diferentes tipos de deporte; trata de hacer lo que nunca habías hecho. Durante un día normal, cuando hagas las cosas que normalmente haces pregúntate ¿qué puedo hacer de otra manera ahora mismo? Hay que crear la costumbre de probar algo nuevo cada día, y salir poco a poco de la rutina.
11. Salir de la zona de confort. Por supuesto que todo lo anterior -si en verdad lo has hecho- ya habrá significado salir un poco de la zona de confort, pero te invito a ir más lejos, ver a la cara a tus miedos, y no sólo verlos a la cara sino combatirlos. Aquí puedo decir que soy partidaria de los métodos radicales ¿temes a las alturas? Pues ve a saltar en paracaídas ¿le temes a tu jefe? ve a su oficina con nuevas ideas para mejorar la eficiencia del lugar donde trabajes ¿tienes miedo de conocer gente nueva? entonces ve a una fiesta donde no conozcas a casi nadie -o a nadie de ser posible- para no tener la opción de esconderse tras conversaciones con algún camarada y dejar pasar la oportunidad de agarrar al toro por los cachos y hablarle a gente nueva. Intenta probarte a ti mismo en situaciones “extremas“ como esas.
12. Descansar. ¿y qué pensabas? ¿sólo hay que trabajar? No. Pero si vas a descansar es indispensable hacerlo fuera de casa, indispensable desconectar el internet y apagar el teléfono, también es indispensable hacerlo solo. En este último punto es igualmente esencial tener una buena y sincera ”retroalimentación". ¿qué ha pasado? ¿que ha cambiado? ¿qué cambios permanentes habrá en mi vida después de esto?.
Lo que te espera a mitad de este camino (no digo al final, porque este es un camino sin final) superará tus expectativas. Llevando a cabo estas instrucciones cada día y dándoles cabida en tu vida te sentirás en armonía, serás consciente de lo que puedes, verás la luz al final del túnel, y el sendero que va al camino correcto y que con el tiempo será tu camino.
Fuente: Genial
CUERPO Y HÁBITOS
1. Levantarse temprano, Alrededor de las 6 de la mañana. Si lo haces el tiempo que te hacía falta y que nunca tienes durante el día para dedicarte a ti mismo aparecerá de inmediato. Ventajas: silencio y tranquilidad que te permiten concentrarte en tus asuntos mientras los demás duermen. Es un momento ideal para hacer ejercicios matutinos que te permitan disfrutar el día al 100%. La pereza y la falta de deseo de levantarte temprano no son un indicador de cansancio, en realidad podrían interpretarse como un indicador de que no quieres levantarte a vivir tu vida. ¿Para qué levantarse si te espera el metro, el tráfico, el trabajo...? Pero si en cambio el primer pensamiento fuera ”¡Qué bien, un nuevo día, hoy voy a hacer (lo que quieras que no sea dormir) para sentirme bien!". muy probablemente será mucho más fácil salir de la cama. Levántate temprano y dedícate tiempo. Si es difícil levantarse porque no duermes bien, acuéstate más temprano, tú puedes hacerlo si te organizas (más abajo hay consejos para eso).
2. Alimentación ligera. Para los cambios que se aproximan necesitarás una gran cantidad de energía. Lo más probable es que toda la energía que tienes en este momento sea usada por tu organismo para seguir funcionando y contrarrestar la influencia del alcohol, cigarrillos, comida grasosa, pasteles, dulces, etc... Cada quien tiene en su lista debilidades que hay que tachar. Puedes elegir el tipo de alimentación que te parezca correcto. El vegetarianismo es una opción para algunos, otros no podrían vivir sin la carne (y eso es normal), otros deciden eliminar los fritos, y así sucesivamente. Lo que sí es cierto es que el alcohol, las papitas, los refrescos dulces, los embutidos y la comida chatarra no aparecen en ninguna guía nutricional sana, por eso lo mejor es eliminarlos. También sería prudente reducir el tamaño de las porciones y no comer hasta el hastío antes de dormir (y mejor aún, no comer en la noche).
En lo que respecta al resto de la alimentación puedes escuchar lo que tu organismo o tu nutricionista quieran; lo más importante es no ponerse metas prácticamente inalcanzables para eliminar y/o metabolizar las toxinas, por el contrario sería mejor ayudarle al organismo alimentándolo con comida ligera, sana y deliciosa. Tendrás más energía y te sentirás físicamente mejor.
3. Deporte. Quizá lo más importante: tener un cuerpo tonificado (no necesariamente perfecto) y sano es una condición necesaria para disfrutar de una mente sana. El movimiento es vida por eso para despertar la vida que hay en ese cuerpo y mente cansados ¡hay que moverse!. No importa cómo prefieras hacerlo, lo importante es que sea a conciencia. Practicar yoga, trotar y bailar son opciones populares que producen gran placer; aunque también puedes ir al gimnasio, caminar al trabajo o sencillamente olvidarte del ascensor. Depende de ti, Lo importante es ejercitarse a propósito.
LIMPIEZA DE ESPACIOS, ASUNTOS Y LO QUE TE RODEA
4. Limpiar el espacio. Todo lo que no sirve, que no estorbe. Guardar lo viejo en el depósito no vale. Limpia y ordena todos los rincones, todas las mesas, todos los armarios y por todas partes. Piensa: cada cosa que hay en tu casa no solo ocupa espacio, sino que además se lleva un poco de tu energía, hasta la cosa más pequeña ¿vale la pena? Durante algún tiempo yo misma fui fanática de este método y tiré casi todas mis cosas (porque estaban viejas, feas y estorbaban). Deja sólo lo realmente útil, las cosas que te alegren, que te inspiren y que te generen bienestar. Aquí hay un detalle: si aún tienes ese oso de peluche que te regaló esa persona especial en 1998 pero ya no estás con él o ella, pues también es hora de despedirse del oso, o lo que quiera que sea, por más "positivo" que te parezca. Tíralo y no lo pienses, verás que será más fácil respirar, especialmente si después limpias el polvo y el piso.
5. Limpieza de asuntos y deberes. Piensa ¿hace cuántos años quieres aprender inglés? ¿hace cuánto que tenías planeado ir a San Paletas a ver a tu tía? ¿cuántos puntos de los propósitos de año nuevo pasas al año siguiente cada vez? Piensa en todas las promesas similares que te has hecho y has hecho a los demás, y decide qué hacer con ellas, hay dos opciones: (1) lo haces o....(2) lo tachas de la lista para siempre, Que si no puedes tachar de la lista a la tía, pues compra el billete de tren o autobús hoy, o alista tu automóvil porque mañana mismo estarás allá. Haz lo que tienes que hacer en vez de cargar con el peso de esas responsabilidades. Un muy buen amigo mío dice que es algo así como llevar sobre tus hombros un mono que no te deja estar tranquilo. A medida que dejas todo para después, el mono crece y te tapa los ojos, juega contigo y apesta.
6. Limpieza de lo que te rodea. Acaba con las relaciones interpersonales que son como un lastre, y/o te hacen sentir triste o de mal humor. No relacionarse con aquellos que critican constantemente y nunca están satisfechos con nada, con aquellos con quienes ya no tienes nada en común y que no te enseñan nada bueno no sólo no es un pecado, sino que es muy saludable. Date permiso de decir no, de no sonreír si no te nace, de no ser tan educado como deberías si no te place, de ser sincero; si ese es el costo de la libertad, vale la pena pagarlo. En cuanto a los padres, por más que la relación con ellos sea dificil (y espero que no) lo mejor es intentar mejorarla, y pasar más tiempo con ellos.
PLANES, METAS Y SUEÑOS
7. Escribir y realizar los planes La semana pasada ya has debido hacer una lista de cosas por hacer, Mírala. ¿qué te parece? ¿despierta en ti alegría, entusiasmo y deseo de subirte las mangas y comenzar? Si no es así, es posible que valga la pena tachar otro par de puntos. O bien, llevarlos a cabo y luego tacharlos. En cualquiera de los casos aumentará tu fuerza y tu deseo de vivir. Escribe también lo que te hace vibrar, lo que te apasiona; piensa en lo que te gusta y lo que te gustó alguna vez. No olvides planear no sólo el trabajo y el dinero, sino también el descanso, el tiempo con los amigos y las personas que amas, por ultimo pero no menos importante, el tiempo que te dedicarás a ti mismo (de este siempre se olvidan). Hay que hacer un plan que sientas ganas de realizar, que te haga temblar las piernas y te rasquen las manos de emoción; todo a la vez. Es como si quisieras escribir un libro tan interesante de tu vida que después querrías volver a leerlo.
Lo importante es definir fechas y pasos concretos, así tienes prácticamente garantizado que se cumplirá y no caerá en el ciclo del “después“ para alimentar al mono del que ya te hablé.
8. Escribir la lista de lo imposible. Este es uno de mis ejercicios favoritos, lo hago aún hoy y cada vez me vuelvo más descarada (aunque cualquiera diría ¿aún mas?). Se trata de escribir una lista de los sueños que no se cumplirán nunca, ese tipo de cosas que son tan irreales que realizarlas parece algo imposible, puedes escribir también el erradicar el hambre del mundo y subir al Everest (si tienes 89 años). Apaga por un momento tu lógica e imagina que todo en el mundo está a tus pies: tienes tiempo, dinero, las conexiones necesarias, el talento especifico ¿que querrías?. Hablando de eso quiero contarte que la primera ”lista de lo imposible" que escribí en febrero de 2014 ya se ha cumplido por completo, y ahora me causa mucha gracia lo humildes que eran los deseos que en ese momento me parecían “imposibles”. Hacer esto es muy útil porque sabes lo que quieres, y aunque sea muy difícil estás un paso adelante para lograrlo, porque si aparece la oportunidad, la reconocerás.
9. Hacer planes cada día. Cada noche escribe los planes para el día siguiente, ya sean planes cortos, medianos, específicos o como sea, pero debe haber un plan. Incluso si el otro día ya no te acordarás de que tenías ese plan, tu productividad aumentará mucho. ¡está comprobado! Además, no olvides mirar de vez en cuando tu plan global y preguntarte ¿es hacia allá para donde voy? ¿para dónde voy? e incluso ¿voy a alguna parte? ¿por qué?
AMPLIAR LAS FRONTERAS O LIMITACIONES
10. Tratar de vivir de otra manera. No hay necesidad de hacer cambios abismales; puedes ir al trabajo por otro camino, entrar a un café al que nunca habías entrado o a una tienda hasta ahora desconocida. Al menos por una vez intenta practicar diferentes tipos de deporte; trata de hacer lo que nunca habías hecho. Durante un día normal, cuando hagas las cosas que normalmente haces pregúntate ¿qué puedo hacer de otra manera ahora mismo? Hay que crear la costumbre de probar algo nuevo cada día, y salir poco a poco de la rutina.
11. Salir de la zona de confort. Por supuesto que todo lo anterior -si en verdad lo has hecho- ya habrá significado salir un poco de la zona de confort, pero te invito a ir más lejos, ver a la cara a tus miedos, y no sólo verlos a la cara sino combatirlos. Aquí puedo decir que soy partidaria de los métodos radicales ¿temes a las alturas? Pues ve a saltar en paracaídas ¿le temes a tu jefe? ve a su oficina con nuevas ideas para mejorar la eficiencia del lugar donde trabajes ¿tienes miedo de conocer gente nueva? entonces ve a una fiesta donde no conozcas a casi nadie -o a nadie de ser posible- para no tener la opción de esconderse tras conversaciones con algún camarada y dejar pasar la oportunidad de agarrar al toro por los cachos y hablarle a gente nueva. Intenta probarte a ti mismo en situaciones “extremas“ como esas.
12. Descansar. ¿y qué pensabas? ¿sólo hay que trabajar? No. Pero si vas a descansar es indispensable hacerlo fuera de casa, indispensable desconectar el internet y apagar el teléfono, también es indispensable hacerlo solo. En este último punto es igualmente esencial tener una buena y sincera ”retroalimentación". ¿qué ha pasado? ¿que ha cambiado? ¿qué cambios permanentes habrá en mi vida después de esto?.
Lo que te espera a mitad de este camino (no digo al final, porque este es un camino sin final) superará tus expectativas. Llevando a cabo estas instrucciones cada día y dándoles cabida en tu vida te sentirás en armonía, serás consciente de lo que puedes, verás la luz al final del túnel, y el sendero que va al camino correcto y que con el tiempo será tu camino.
Fuente: Genial
Psicólogos Perú: Hipnosis y regresiones. Terapia de Pareja. Psicólogo Luis Venegas Chalen.
sábado, octubre 28, 2017
TEST DE DIBUJO DEL ARBOL: PERSONALIDAD
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Psicólogos Perú: Hipnosis y regresiones. Terapia de Pareja. Psicólogo Luis Venegas Chalen.
viernes, octubre 27, 2017
6 CUALIDADES PRINCIPALES DE LOS LIDERES
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Psicólogos Perú: Hipnosis y regresiones. Terapia de Pareja. Psicólogo Luis Venegas Chalen.
jueves, octubre 26, 2017
17 SECRETOS PARA TENER BUENA SALUD Y MAS VIDA
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Psicólogos Perú: Hipnosis y regresiones. Terapia de Pareja. Psicólogo Luis Venegas Chalen.
miércoles, octubre 25, 2017
LAS INTELIGENCIAS MULTIPLES DE LOS ESTUDIANTES
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Psicólogos Perú: Hipnosis y regresiones. Terapia de Pareja. Psicólogo Luis Venegas Chalen.
domingo, octubre 22, 2017
LAS HERIDAS EN LA FAMILIA
Las heridas en el círculo familiar son las que tardan más tiempo en curarse
No podemos permitir que un pasado familiar disfuncional y traumático afecte a nuestro presente y nuestro futuro. Debemos ser capaces de superarlo y sanarnos para ser felices
Las heridas generadas en el círculo familiar ocasionan traumas, carencias profundas y vacíos que no siempre logramos reparar.
El impacto por el padre ausente, por la madre tóxica, el lenguaje agresivo, los gritos o esa crianza falta de seguridad y afecto traen algo más que la clásica falta de autoestima o esos miedos que tanto nos cuesta superar.
Muchas veces, la dificultad para resolver muchos de esos impactos íntimos y privados se halla en un cerebro tempranamente herido.
No podemos olvidar que el estrés experimentado a lo largo del tiempo y a edades tempranas provoca que la arquitectura de nuestro cerebro cambie, que estructuras asociadas a las emociones se vean alteradas.
Todo ello trae como consecuencia una mayor vulnerabilidad, una indefensión más profunda que conlleva un riesgo mayor a la hora de sufrir determinados trastornos emocionales.
La familia es nuestro primer contacto con el mundo social, y si ese contexto no nutre nuestras necesidades esenciales, el impacto puede ser constante a lo largo de nuestro ciclo vital.
Veamos a continuación con detalle por qué es tan difícil superar todas esas heridas sufridas en la época más temprana de nuestra vida.
La cultura nos dice que la familia es un pilar incondicional (aunque, a veces, se equivoca)
El último escenario donde uno piensa que va a ser herido, traicionado, decepcionado o incluso abandonado es, sin duda, en el seno de nuestra familia.
Sin embargo, ocurre con más frecuencia de la que pensamos.
Esas figuras de referencia que tienen como obligación darnos lo mejor, ofrecernos confianza, aliento, positividad, amor y seguridad, a veces nos fallan voluntaria o involuntariamente.
Para un niño, un adolescente o incluso para un adulto, experimentar esa traición o esa decepción en el seno familiar supone desarrollar un trauma para el cual nunca se está preparado.
La traición o la carencia generada en el seno de una familia es más dolorosa que la simple traición de un amigo o un compañero de trabajo. Es un atentado contra nuestra propia identidad y nuestras raíces.
La herida en una familia se hereda entre generaciones
Una familia es algo más que una árbol genealógico, que un mismo código genético, que unos mismos apellidos.
Las familias comparten historias y legados emocionales. Muchas veces, esos pasados traumáticos se heredan de generación en generación de muy diversas formas.
Desde la epigenética nos recuerdan, por ejemplo, que todo lo que acontece en nuestro ambiente más cercano deja su impacto en nuestros genes.
De ahí, que factores como el miedo, el estrés intenso o los traumas se hereden muchas veces de padres a hijos.
Ello hace que, en ocasiones, seamos más o menos tendentes a sufrir depresiones o que reaccionemos con mejores o peores herramientas ante situaciones adversas.
Aunque establezcamos distancia de nuestro círculo familiar, las heridas siguen presentes
En un momento dado, lo hacemos; decimos basta y nos atrevemos a cortar con ese vínculo dañino para establecer una necesaria distancia de esa familia disfuncional y traumática.
Ahora bien, el simple hecho de decidirnos a decir adiós a quien nos hizo daño no trae por sí mismo la sanación a la herida. Es un principio, pero no la solución definitiva.
No es nada fácil dejar atrás una historia y unas dinámicas, unos recuerdos y unos vacíos.
Muchas de esas dimensiones quedan ancladas a nuestra personalidad e incluso en el modo de relacionarnos con los demás.
Las personas con un pasado traumático suelen ser más desconfiadas, les cuesta mucho asentar relaciones sólidas.
Quien ha sido herido necesita, además, sentirse reafirmado; ansía que los demás llenen esas carencias, de ahí que muchas veces se sientan frustrados porque pocas personas llegan a ofrecerles todo lo que necesitan.
Lo recomendable en estos casos es sanarnos primero como persona antes de buscar en los demás lo que necesitamos.
Podemos llegar a cuestionarnos a nosotros mismos
Esto es quizá lo más complejo y lo más triste.
La persona que ha pasado gran parte de su ciclo vital más temprano en un hogar disfuncional o en el seno de una familia con estilo de crianza negativo, puede llegar a verse a sí mismo como alguien que no merece ser amado.
La educación recibida y el estilo de paternidad o de maternidad en el que hemos sido criados erige las raíces de nuestra personalidad y nuestra autoestima.
El impacto negativo de estas huellas es muy intenso; de ahí que muchas veces uno mismo tenga dudas sobre la propia eficacia, su valía como persona o incluso si es digno o no de cumplir sus sueños.
Nuestro círculo familiar puede darnos alas o puede arrancárnoslas. Es algo triste y devastador.
Sin embargo, hay algo que nunca podemos olvidar: nadie puede elegir quiénes van a ser sus padres, quienes sus familiares, pero siempre llegará un momento en que tengamos ya la capacidad y la obligación de elegir cómo va a ser nuestra vida.
Elegir ser fuertes, ser felices, libres y maduros emocionalmente es algo esencial, de ahí la necesidad de superar y sanar nuestro pasado.
No podemos permitir que un pasado familiar disfuncional y traumático afecte a nuestro presente y nuestro futuro. Debemos ser capaces de superarlo y sanarnos para ser felices
Las heridas generadas en el círculo familiar ocasionan traumas, carencias profundas y vacíos que no siempre logramos reparar.
El impacto por el padre ausente, por la madre tóxica, el lenguaje agresivo, los gritos o esa crianza falta de seguridad y afecto traen algo más que la clásica falta de autoestima o esos miedos que tanto nos cuesta superar.
Muchas veces, la dificultad para resolver muchos de esos impactos íntimos y privados se halla en un cerebro tempranamente herido.
No podemos olvidar que el estrés experimentado a lo largo del tiempo y a edades tempranas provoca que la arquitectura de nuestro cerebro cambie, que estructuras asociadas a las emociones se vean alteradas.
Todo ello trae como consecuencia una mayor vulnerabilidad, una indefensión más profunda que conlleva un riesgo mayor a la hora de sufrir determinados trastornos emocionales.
La familia es nuestro primer contacto con el mundo social, y si ese contexto no nutre nuestras necesidades esenciales, el impacto puede ser constante a lo largo de nuestro ciclo vital.
Veamos a continuación con detalle por qué es tan difícil superar todas esas heridas sufridas en la época más temprana de nuestra vida.
La cultura nos dice que la familia es un pilar incondicional (aunque, a veces, se equivoca)
El último escenario donde uno piensa que va a ser herido, traicionado, decepcionado o incluso abandonado es, sin duda, en el seno de nuestra familia.
Sin embargo, ocurre con más frecuencia de la que pensamos.
Esas figuras de referencia que tienen como obligación darnos lo mejor, ofrecernos confianza, aliento, positividad, amor y seguridad, a veces nos fallan voluntaria o involuntariamente.
Para un niño, un adolescente o incluso para un adulto, experimentar esa traición o esa decepción en el seno familiar supone desarrollar un trauma para el cual nunca se está preparado.
La traición o la carencia generada en el seno de una familia es más dolorosa que la simple traición de un amigo o un compañero de trabajo. Es un atentado contra nuestra propia identidad y nuestras raíces.
La herida en una familia se hereda entre generaciones
Una familia es algo más que una árbol genealógico, que un mismo código genético, que unos mismos apellidos.
Las familias comparten historias y legados emocionales. Muchas veces, esos pasados traumáticos se heredan de generación en generación de muy diversas formas.
Desde la epigenética nos recuerdan, por ejemplo, que todo lo que acontece en nuestro ambiente más cercano deja su impacto en nuestros genes.
De ahí, que factores como el miedo, el estrés intenso o los traumas se hereden muchas veces de padres a hijos.
Ello hace que, en ocasiones, seamos más o menos tendentes a sufrir depresiones o que reaccionemos con mejores o peores herramientas ante situaciones adversas.
Aunque establezcamos distancia de nuestro círculo familiar, las heridas siguen presentes
En un momento dado, lo hacemos; decimos basta y nos atrevemos a cortar con ese vínculo dañino para establecer una necesaria distancia de esa familia disfuncional y traumática.
Ahora bien, el simple hecho de decidirnos a decir adiós a quien nos hizo daño no trae por sí mismo la sanación a la herida. Es un principio, pero no la solución definitiva.
No es nada fácil dejar atrás una historia y unas dinámicas, unos recuerdos y unos vacíos.
Muchas de esas dimensiones quedan ancladas a nuestra personalidad e incluso en el modo de relacionarnos con los demás.
Las personas con un pasado traumático suelen ser más desconfiadas, les cuesta mucho asentar relaciones sólidas.
Quien ha sido herido necesita, además, sentirse reafirmado; ansía que los demás llenen esas carencias, de ahí que muchas veces se sientan frustrados porque pocas personas llegan a ofrecerles todo lo que necesitan.
Lo recomendable en estos casos es sanarnos primero como persona antes de buscar en los demás lo que necesitamos.
Podemos llegar a cuestionarnos a nosotros mismos
Esto es quizá lo más complejo y lo más triste.
La persona que ha pasado gran parte de su ciclo vital más temprano en un hogar disfuncional o en el seno de una familia con estilo de crianza negativo, puede llegar a verse a sí mismo como alguien que no merece ser amado.
La educación recibida y el estilo de paternidad o de maternidad en el que hemos sido criados erige las raíces de nuestra personalidad y nuestra autoestima.
El impacto negativo de estas huellas es muy intenso; de ahí que muchas veces uno mismo tenga dudas sobre la propia eficacia, su valía como persona o incluso si es digno o no de cumplir sus sueños.
Nuestro círculo familiar puede darnos alas o puede arrancárnoslas. Es algo triste y devastador.
Sin embargo, hay algo que nunca podemos olvidar: nadie puede elegir quiénes van a ser sus padres, quienes sus familiares, pero siempre llegará un momento en que tengamos ya la capacidad y la obligación de elegir cómo va a ser nuestra vida.
Elegir ser fuertes, ser felices, libres y maduros emocionalmente es algo esencial, de ahí la necesidad de superar y sanar nuestro pasado.
Fuente: mejorconsalud
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Psicólogos Perú: Hipnosis y regresiones. Terapia de Pareja. Psicólogo Luis Venegas Chalen.
viernes, octubre 20, 2017
9 FRASES PARA FRENAR A LAS PERSONAS GROSERAS
Algunas personas tienen una relación de amor/odio con su familia, jefe , amigos e incluso su pareja. Pues aquellas personas pueden ser en un momento totalmente cariñosas y en otro momento muy ofensivas. Entonces nos preguntamos ¿Cómo llegan a tener novio/a? ¿Cómo llegan a conseguir trabajo con ese carácter?. Este tipo de personas no suelen pensar lo que van a decir llegando a ofender muchas personas.
No hay duda, cuando una persona es grosera contigo es normal que te sientas molesto y reacciones a la defensiva, pero debes tener cuidado porque caer en sus provocaciones te puede llevar a meterte en serios problemas.
Pero si resistes los sentimientos de rabia y enojo, puedes responder a comentarios inapropiados y acusaciones groseras sin perder el autocontrol y con frases que dejarán “desarmada” a la otra persona. A continuación te mencionamos las frases más efectivas para conseguirlo.
1. MUCHAS GRACIAS
Esta poderosa palabra le demostrará a la persona grosera que no estás enfadado y la desarmará por completo, debido a que ese tipo de personas siempre quieren provocar para que sus víctimas se enfurezcan. Recuerda que si te mantienes cortés ante la persona grosera le dejarás claro que no te afecta lo que te dice.
Un simple “gracias” dice mucho. No sólo muestras a la otra persona que sus palabras no te afectaron sino refleja madurez de tu parte. Este pensamiento mantendrá tus pensamientos y acciones positivas, además demuestras que las palabras groseras simplemente no tienen poder sobre ti.
GRACIAS también porque gracias a esas personas aprendemos a defendernos, nos agudiza la rapidez mental para tener una respuesta ingeniosa y, al final, nos hace más fuertes y sabios.
2. RESPETO TU OPINIÓN
Esto no pondrá fin a la conversación, pero te permitirá demostrarle que estás dispuesto a conversar si te trata con respeto. Es una actitud inteligente. Mostrarás a la persona grosera que sólo deseas comunicarte de manera adulta, sin rebajarte a su nivel. Las personas groseras siempre querrán hacerte sentir inferior en una conversación, pero demuéstrales que puedes llevar una conversación con dignidad y respeto.
3. LO MEJOR ES DETENER ESTA CONVERSACIÓN AHORA
Si te encuentras demasiado enfadado para responder a alguien de una manera civilizada, sólo tienes que poner fin a la conversación. No creo que quieras causar daño permanente a una relación por perder la calma, pero tampoco te quieres faltar el respeto a ti mismo.
Lamentablemente, las personas groseras no se preocupan por las personas que perjudican, debido a que disfrutan de herir los sentimientos de los demás, por lo que con esta frase les harás saber que no te gusta lo que dice y no te interesa escuchar más.
4. ¿POR QUÉ ME DICES ESO? ¿QUÉ ESPERAS GANAR?
Estas dos preguntas son ideales para cuando alguien quiere ponerte en una situación incómoda o quiere provocarte.
5. TE GUSTA SER GROSERO o GROSERA, ¿NO?
Por lo general, cuando una persona suele ser grosera casi todo el tiempo no es capaz de darse cuenta que es desagradable para la gran mayoría de las personas.
6. SIEMPRE TIENES ALGO NEGATIVO QUE DECIR, ¿VERDAD?
Esto llamará la atención de estas personas, haciéndoles pensar dos veces antes de elegir los temas de conversación. No sólo va a llamar su atención en sus propias palabras, sino también los obligan a reconsiderar lo que dirán en el futuro.
7. ME ESTÁS FALTANDO EL RESPETO
Probablemente si le haces saber a la persona grosera que sus palabras te ofenden la hagas recapacitar sobre su comportamiento, pero si persiste te ayudará a asegurarte de que no es buena compañía, por lo que no debe preocuparte si comprende o no lo que le dijiste.
8. ME AMO, Y YO TAMBIÉN TE QUIERO
Esto sólo puede aplicarse en ciertas situaciones con los amigos, la familia y tu pareja, pues esto no se lo dirías a tu jefe, ¿verdad? La bondad siempre prevalece sobre la negatividad; la oscuridad no puede prosperar en donde está presente la luz. Cuando expresas a la otra persona lo mucho que amas la vida, sus comentarios se vuelven irrelevantes y pierden potencia rápidamente. Tus palabras tienen la capacidad de aumentar toda la energía de una habitación y promover la conversación más positiva.
9. RISA O SONRISA
Esta reacción busca atrapar a la persona grosera con la guardia baja y hacer que esta se sienta incómoda. Una risa hará que el momento que parece grave se aligere un poco y enviarás un mensaje de que los comentarios groseros de otras personas no afectan tu estado de ánimo o la visión de la vida.
¡EL MEJOR DESQUITE ES QUE TE VEAN FELIZ! (demostrando que no podrán arruinar tu felicidad, por más que lo intenten).
En pocas palabras: Solo tú eliges cómo reaccionar ante cualquier situación dada, ¡así que elige siempre la felicidad!
Fuente: Power of Positivity
No hay duda, cuando una persona es grosera contigo es normal que te sientas molesto y reacciones a la defensiva, pero debes tener cuidado porque caer en sus provocaciones te puede llevar a meterte en serios problemas.
Pero si resistes los sentimientos de rabia y enojo, puedes responder a comentarios inapropiados y acusaciones groseras sin perder el autocontrol y con frases que dejarán “desarmada” a la otra persona. A continuación te mencionamos las frases más efectivas para conseguirlo.
1. MUCHAS GRACIAS
Esta poderosa palabra le demostrará a la persona grosera que no estás enfadado y la desarmará por completo, debido a que ese tipo de personas siempre quieren provocar para que sus víctimas se enfurezcan. Recuerda que si te mantienes cortés ante la persona grosera le dejarás claro que no te afecta lo que te dice.
Un simple “gracias” dice mucho. No sólo muestras a la otra persona que sus palabras no te afectaron sino refleja madurez de tu parte. Este pensamiento mantendrá tus pensamientos y acciones positivas, además demuestras que las palabras groseras simplemente no tienen poder sobre ti.
GRACIAS también porque gracias a esas personas aprendemos a defendernos, nos agudiza la rapidez mental para tener una respuesta ingeniosa y, al final, nos hace más fuertes y sabios.
2. RESPETO TU OPINIÓN
Esto no pondrá fin a la conversación, pero te permitirá demostrarle que estás dispuesto a conversar si te trata con respeto. Es una actitud inteligente. Mostrarás a la persona grosera que sólo deseas comunicarte de manera adulta, sin rebajarte a su nivel. Las personas groseras siempre querrán hacerte sentir inferior en una conversación, pero demuéstrales que puedes llevar una conversación con dignidad y respeto.
3. LO MEJOR ES DETENER ESTA CONVERSACIÓN AHORA
Si te encuentras demasiado enfadado para responder a alguien de una manera civilizada, sólo tienes que poner fin a la conversación. No creo que quieras causar daño permanente a una relación por perder la calma, pero tampoco te quieres faltar el respeto a ti mismo.
Lamentablemente, las personas groseras no se preocupan por las personas que perjudican, debido a que disfrutan de herir los sentimientos de los demás, por lo que con esta frase les harás saber que no te gusta lo que dice y no te interesa escuchar más.
4. ¿POR QUÉ ME DICES ESO? ¿QUÉ ESPERAS GANAR?
Estas dos preguntas son ideales para cuando alguien quiere ponerte en una situación incómoda o quiere provocarte.
5. TE GUSTA SER GROSERO o GROSERA, ¿NO?
Por lo general, cuando una persona suele ser grosera casi todo el tiempo no es capaz de darse cuenta que es desagradable para la gran mayoría de las personas.
6. SIEMPRE TIENES ALGO NEGATIVO QUE DECIR, ¿VERDAD?
Esto llamará la atención de estas personas, haciéndoles pensar dos veces antes de elegir los temas de conversación. No sólo va a llamar su atención en sus propias palabras, sino también los obligan a reconsiderar lo que dirán en el futuro.
Probablemente si le haces saber a la persona grosera que sus palabras te ofenden la hagas recapacitar sobre su comportamiento, pero si persiste te ayudará a asegurarte de que no es buena compañía, por lo que no debe preocuparte si comprende o no lo que le dijiste.
8. ME AMO, Y YO TAMBIÉN TE QUIERO
Esto sólo puede aplicarse en ciertas situaciones con los amigos, la familia y tu pareja, pues esto no se lo dirías a tu jefe, ¿verdad? La bondad siempre prevalece sobre la negatividad; la oscuridad no puede prosperar en donde está presente la luz. Cuando expresas a la otra persona lo mucho que amas la vida, sus comentarios se vuelven irrelevantes y pierden potencia rápidamente. Tus palabras tienen la capacidad de aumentar toda la energía de una habitación y promover la conversación más positiva.
9. RISA O SONRISA
Esta reacción busca atrapar a la persona grosera con la guardia baja y hacer que esta se sienta incómoda. Una risa hará que el momento que parece grave se aligere un poco y enviarás un mensaje de que los comentarios groseros de otras personas no afectan tu estado de ánimo o la visión de la vida.
¡EL MEJOR DESQUITE ES QUE TE VEAN FELIZ! (demostrando que no podrán arruinar tu felicidad, por más que lo intenten).
En pocas palabras: Solo tú eliges cómo reaccionar ante cualquier situación dada, ¡así que elige siempre la felicidad!
Fuente: Power of Positivity
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Psicólogos Perú: Hipnosis y regresiones. Terapia de Pareja. Psicólogo Luis Venegas Chalen.
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Psicólogos Perú: Hipnosis y regresiones. Terapia de Pareja. Psicólogo Luis Venegas Chalen.
¿SE PUEDE OLVIDAR CON HIPNOSIS?
Pregunta: "En el pasado me han ocurrido cosas negativas que quiero olvidar de mi mente y por ello quiero saber si la hipnoterapia me servirá para ello".
Respuestas:
Los recuerdos son algo que no se pueden borrar de la mente (a excepción de la amnesia). Todos debemos aprender a convivir con ellos y a aceptarlos como parte de nuestra vida y nuestro pasado. Nos sirven para aprender de ellos y no volver a repetir los mismos errores. Si estás teniendo problemas con recuerdos del pasado lo más aconsejable es que recurras a un psicólogo. La hipnosis o hipnoterapia te ayudará a poder convivir con ellos sin que te impidan vivir de una manera positiva, saludable y que puedas tener paz y satisfacción en tu vida.
Hasta donde se sabe, no hay manera de eliminar los recuerdos más allá de la amnesia y, aunque la hubiera, no sería la forma más adaptativa de solucionar los problemas del pasado. Los errores y las malas experiencias del pasado, por duro que sea, están para hacernos crecer, dándonos las herramientas necesarias para enfrentarnos al presente. La hipnosis y las regresiones son recursos psicológicos que nos ayudan a gestionar esas situaciones, y para ello se requiere motivación y dedicación por parte del paciente. Si te animas a dar el paso, te aconsejo acudir a psicoterapia y/o hipnoterapia online contactándonos en www.HipnosisLimaPeru.com.
Para poder olvidar hay que transformar, porque el recuerdo no es acumulación sino construcción. Lo que quiere decir que si no hay una transformación en la manera cómo afrontas y percibes el mundo y la realidad en este momento, no hay transformación de los recuerdos posible. La hipnosis no transforma al sujeto en contra de su voluntad, es decir, si la persona no puede o no desea hacer algo, aunque conscientemente diga desearlo, no hay manera de inducirlo por más que se le hipnotice a hacerlo.
Es normal que desees borrar esos sucesos porque se puede pensar que así se haría una limpieza del pasado y se podría seguir mejor hacia un futuro. Pero como profesional de la Psicología te comento que no es la mejor opción aunque lo parezca. Porque todo lo que nos sucede es por algo y se puede aprender de ello, para cambiar y mejorar y aprender cómo somos y nuestra fortaleza interior que nos hace seguir para adelante. Te aconsejo recurrir a terapia psicológica con hipnosis para hacer una limpieza más sana asumiendo lo que has vivido y aprendiendo de ello para poder salir fortalecido/a.
Cuanto más te esfuerces en olvidar cosas, menos lo conseguirás. Los recuerdos dolorosos no se olvidan; se trabajan para encontrarles un sentido y un lugar en tu experiencia vital donde ya no duelan. Desafortunadamente, a lo largo de nuestras vidas a veces nos ocurren acontecimientos emocionalmente muy duros; la única solución es aceptarlos, comprender ese dolor, encontrarle alguna utilidad y "archivarlos". Aprende estas herramientas psicológicas aquí, en los enlaces abajo señalados.
La hipnosis no se utiliza para olvidar el pasado, el pasado no se puede olvidar.
No somos robots ni máquinas a las que se les puede borrar o eliminar datos como por arte de magia, por más que deseemos borrarlos. Así aprendemos.
De lo contrario, nos quedamos con un pensamiento infantil, mágico, inmediatista.
Pero la hipnosis, regresiones y otras técnicas psicológicas pueden conseguir que el pasado deje de perturbarte y causarte malestar o al menos aliviarlo bastante, que no sea lo primero que se te venga a la mente y que sientas que puedes controlarlo y que ese recuerdo ya no te domina.
Como consejo de emergencia, cuanto más intentes olvidar el pasado más lo recordarás y se convertirá en un problema mayor.
Deja que vengan los recuerdos, aprende cómo controlarlos (puede ser mediante hipnoterapia y/o psicoterapia) y mantente ocupado en cosas que te gusten y en lo que tienes que hacer en tu día a día.
Con el tiempo, vas a ir dejando de lado ese pensamiento obsesivo hasta el punto que, de repente un día, sin darte cuenta ya no estés pensando en esa persona, y quizás hasta te llegues a preguntar "'¿cómo se llamaba esa persona?", en algún momento de tu vida. Por eso se dice que el tiempo lo cura todo. Todos hemos pasado por eso. Así funcionamos los seres humanos.
LA CLAVE NO ES OLVIDAR SINO SANAR ESA HERIDA.
Si deseas mayor información, puedes hacer clic en el enlace que figura aquí abajo. Gracias.
mundopsicologos
Respuestas:
No somos robots ni máquinas a las que se les puede borrar o eliminar datos como por arte de magia, por más que deseemos borrarlos. Así aprendemos.
De lo contrario, nos quedamos con un pensamiento infantil, mágico, inmediatista.
Pero la hipnosis, regresiones y otras técnicas psicológicas pueden conseguir que el pasado deje de perturbarte y causarte malestar o al menos aliviarlo bastante, que no sea lo primero que se te venga a la mente y que sientas que puedes controlarlo y que ese recuerdo ya no te domina.
Como consejo de emergencia, cuanto más intentes olvidar el pasado más lo recordarás y se convertirá en un problema mayor.
Deja que vengan los recuerdos, aprende cómo controlarlos (puede ser mediante hipnoterapia y/o psicoterapia) y mantente ocupado en cosas que te gusten y en lo que tienes que hacer en tu día a día.
Con el tiempo, vas a ir dejando de lado ese pensamiento obsesivo hasta el punto que, de repente un día, sin darte cuenta ya no estés pensando en esa persona, y quizás hasta te llegues a preguntar "'¿cómo se llamaba esa persona?", en algún momento de tu vida. Por eso se dice que el tiempo lo cura todo. Todos hemos pasado por eso. Así funcionamos los seres humanos.
LA CLAVE NO ES OLVIDAR SINO SANAR ESA HERIDA.
Si deseas mayor información, puedes hacer clic en el enlace que figura aquí abajo. Gracias.
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jueves, octubre 19, 2017
HABILIDADES SOCIALES: INFOGRAFIA
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SALARIO EMOCIONAL: CLAVE PARA FIDELIZAR AL TALENTO
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miércoles, octubre 18, 2017
ALIMENTOS CERO CALORIAS
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martes, octubre 17, 2017
INSTRUCCIONES PARA VIVIR EN LA TIERRA
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¿POR QUE CUESTA TENER AMIGOS? 7 RAZONES
Tener amigos en la edad adulta puede ser complicado para muchas personas. Entender las nuevas “normas del juego” en relación a las amistades entabladas en la infancia y la adolescencia es un primer paso. Comprender qué cuestiones pueden hacer difícil entablar nuevas amistades es el siguiente.
Se necesita trabajo para mantener la amistades a lo largo del tiempo. Conocer gente puede ser ya una cuestión complicada para algunas personas a medida que se hacen mayores. Pero una cosa son los conocidos o las “amistades” y otra muy diferente es tener amigos.
Hacer amigos en la edad adulta es mucho más difícil que en la adolescencia. Es más, muchas de esas relaciones que teníamos como relaciones de amistad se destapan y descubrimos que no había verdadera amistad. Así muchas personas llegan a la edad adulta y se dan cuenta que no tienen apenas amigos, aunque muchos anhelan tener este tipo de relaciones.
Motivos que dificultan la amistad
Las personas que sienten que no tiene muchos amigos deben tener en cuenta las posibles razones por las que ocurre esto. Para empezar hay que tener en cuenta que las reglas del juego cambian con los años. Las personas evolucionan, crean su vida en torno a su trabajo y su familia y pasan por diferentes experiencias. Todo esto influye en sus relaciones con los demás.
Además, cuando somos niños y adolescentes, seguimos unas pautas de conducta dictadas por el entorno, haciendo lo que creemos que debemos hacer. Pero, con el paso del tiempo, vamos entendiendo las cosas de otra manera y muchas situaciones que antes aceptábamos como válidas dejan de serlo.
En este sentido, hay cierto tipo de cuestiones y actitudes que dificultan mucho hacer amigos y mantener relaciones de amistad que se refieren; sobre todo, al carácter y forma de ser de cada uno. Hazte las siguientes preguntas para descubrir los motivos que pueden estar haciendo difícil que tengas amigos.
1) ¿Te quejas mucho?
¿Eres una de esas personas que está quejándose constantemente de su trabajo, la falta de dinero o la de lo injusta y ruin que es la vida? A la gente no le gusta malgastar su tiempo con gente negativa y pesimista. Trata de desarrollar una actitud más positiva y buscar temas más interesantes para discutir en lugar de hablar siempre de tus problemas y lo mal que está el mundo.
2) ¿Eres egoísta?
La amistad conlleva dar y recibir. A veces toca dar más de lo que se recibe. Esto incluye escuchar, ceder y compartir, tanto en lo material como en lo espiritual. Pero si solo estás dispuesto a recibir la balanza se desequilibra. Ten en cuenta que ser egoísta es una actitud y que nadie querrá ser tu amigo si actúas solo pensando en ti.
3) ¿Te preocupas por la gente?
Si no te importa lo que ocurre en la vida de las personas que te rodean es muy difícil que consigas construir y mantener cualquier amistad. Si quieres hacer amigos debes empezar por mostrar interés genuino en ellos.
4) ¿Dramatizas? ¿Causas problemas?
Si eres una persona problemática y que dramatiza en exceso los problemas te encontrarás que la gente no muestra interés en lo que te pasa, es más, que procura desaparecer. Si te gusta hacer las cosas para irritar a otros, no sabes guardar secretos, criticas o buscar culpar a los demás es muy difícil que la gente sienta interés en entablar cualquier tipo de relación contigo.
5) ¿Llevas la cuenta del daño que te hacen los demás?
La amistad es un tipo de relación que implica perdonar. Pero si eres de ese tipo de gente que lleva la cuenta de las injurias y perjuicios de los demás estás dando a entender que te sientes el centro del universo y que consideras que todo debe girar en torno a ti. Así no se puede mantener ni iniciar ningún tipo de relación, y mucho menos una relación de amistad.
6) ¿Chismorreas?
Chismorrear de los demás da muy mala imagen de las personas. Puede resultar divertido en un principio, pero cuando oyes a alguien hablar mal de otras personas, contar cosas personales o reírse de sus defectos y problemas no puedes evitar pensar: ¿hablará así de mal de mí también?
7) ¿Eres un mandón? ¿Escuchas a los demás? ¿Respetas los límites?
Ser un mandón tampoco te ayudará a tener amigos. Una cosa es tener iniciativa y querer ayudar y otra muy diferente organizar la situación o hablar ex cátedra, diciendo a todo el mundo lo que tiene que hacer.
Para hacer amigos, escuchar y no pasarte de la raya siempre son buenas ideas. Ir de listo, saltarte los límites del respeto y actuar como si todo el mundo tuviera que hacer lo que tú dices no es lo más recomendable si quieres entablar relaciones saludables.
Autora: Eva Maria Rodríguez
Se necesita trabajo para mantener la amistades a lo largo del tiempo. Conocer gente puede ser ya una cuestión complicada para algunas personas a medida que se hacen mayores. Pero una cosa son los conocidos o las “amistades” y otra muy diferente es tener amigos.
Hacer amigos en la edad adulta es mucho más difícil que en la adolescencia. Es más, muchas de esas relaciones que teníamos como relaciones de amistad se destapan y descubrimos que no había verdadera amistad. Así muchas personas llegan a la edad adulta y se dan cuenta que no tienen apenas amigos, aunque muchos anhelan tener este tipo de relaciones.
Motivos que dificultan la amistad
Las personas que sienten que no tiene muchos amigos deben tener en cuenta las posibles razones por las que ocurre esto. Para empezar hay que tener en cuenta que las reglas del juego cambian con los años. Las personas evolucionan, crean su vida en torno a su trabajo y su familia y pasan por diferentes experiencias. Todo esto influye en sus relaciones con los demás.
Además, cuando somos niños y adolescentes, seguimos unas pautas de conducta dictadas por el entorno, haciendo lo que creemos que debemos hacer. Pero, con el paso del tiempo, vamos entendiendo las cosas de otra manera y muchas situaciones que antes aceptábamos como válidas dejan de serlo.
En este sentido, hay cierto tipo de cuestiones y actitudes que dificultan mucho hacer amigos y mantener relaciones de amistad que se refieren; sobre todo, al carácter y forma de ser de cada uno. Hazte las siguientes preguntas para descubrir los motivos que pueden estar haciendo difícil que tengas amigos.
1) ¿Te quejas mucho?
¿Eres una de esas personas que está quejándose constantemente de su trabajo, la falta de dinero o la de lo injusta y ruin que es la vida? A la gente no le gusta malgastar su tiempo con gente negativa y pesimista. Trata de desarrollar una actitud más positiva y buscar temas más interesantes para discutir en lugar de hablar siempre de tus problemas y lo mal que está el mundo.
2) ¿Eres egoísta?
La amistad conlleva dar y recibir. A veces toca dar más de lo que se recibe. Esto incluye escuchar, ceder y compartir, tanto en lo material como en lo espiritual. Pero si solo estás dispuesto a recibir la balanza se desequilibra. Ten en cuenta que ser egoísta es una actitud y que nadie querrá ser tu amigo si actúas solo pensando en ti.
3) ¿Te preocupas por la gente?
Si no te importa lo que ocurre en la vida de las personas que te rodean es muy difícil que consigas construir y mantener cualquier amistad. Si quieres hacer amigos debes empezar por mostrar interés genuino en ellos.
4) ¿Dramatizas? ¿Causas problemas?
Si eres una persona problemática y que dramatiza en exceso los problemas te encontrarás que la gente no muestra interés en lo que te pasa, es más, que procura desaparecer. Si te gusta hacer las cosas para irritar a otros, no sabes guardar secretos, criticas o buscar culpar a los demás es muy difícil que la gente sienta interés en entablar cualquier tipo de relación contigo.
5) ¿Llevas la cuenta del daño que te hacen los demás?
La amistad es un tipo de relación que implica perdonar. Pero si eres de ese tipo de gente que lleva la cuenta de las injurias y perjuicios de los demás estás dando a entender que te sientes el centro del universo y que consideras que todo debe girar en torno a ti. Así no se puede mantener ni iniciar ningún tipo de relación, y mucho menos una relación de amistad.
6) ¿Chismorreas?
Chismorrear de los demás da muy mala imagen de las personas. Puede resultar divertido en un principio, pero cuando oyes a alguien hablar mal de otras personas, contar cosas personales o reírse de sus defectos y problemas no puedes evitar pensar: ¿hablará así de mal de mí también?
7) ¿Eres un mandón? ¿Escuchas a los demás? ¿Respetas los límites?
Ser un mandón tampoco te ayudará a tener amigos. Una cosa es tener iniciativa y querer ayudar y otra muy diferente organizar la situación o hablar ex cátedra, diciendo a todo el mundo lo que tiene que hacer.
Para hacer amigos, escuchar y no pasarte de la raya siempre son buenas ideas. Ir de listo, saltarte los límites del respeto y actuar como si todo el mundo tuviera que hacer lo que tú dices no es lo más recomendable si quieres entablar relaciones saludables.
Autora: Eva Maria Rodríguez
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lunes, octubre 16, 2017
¡FELIZ CUMPLEAÑOS, PSICOLOGOS PERU!
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Psicólogos Perú: Hipnosis y regresiones. Terapia de Pareja. Psicólogo Luis Venegas Chalen.
domingo, octubre 15, 2017
25 FRASES PARA CALMAR HIJOS FURIOSOS
Ya sea que tu hijo o hija sea tranquilo, que su mecha se tarde en encenderse o que explote ante la primera provocación, nunca está de más conocer sobre control de la ira. Finalmente somos nosotros como padres quienes debemos controlarnos en su totalidad sin dejarnos llevar por nuestro enojo. Por ello, aquí les dejamos 25 frases que podemos utilizar en estas situaciones en que debemos mantener la cabeza fría con nuestros pequeños, y hasta con nuestros adolescentes.
1. En vez de: “¡Deja de aventar/tirar las cosas!”
Intenta: “Veo que estás aventando tus juguetes, ¿no quieres jugar con ellos? ¿Eso es lo que está pasando?”
Esta técnica de hablante/escucha está diseñada para ayudarnos a comunicar nuestros sentimientos de una manera no confrontacional. No solamente permite que las vías de comunicación se abran, sino que también te permite plantear la situación desde tu perspectiva, lo que le permite al niño replantear la misma situación desde su perspectiva.
2. En vez de: “¡Los niños grandes no hacen X!”
Intenta: “Los niños grandes, incluso los adultos tenemos sentimientos y está bien, algunos de éstos son pasajeros”.
Seamos honestos, entre más grandes tus niños sean, más grandes serán sus problemas y más grandes serán sus emociones. Decirles que los niños grandes no sienten enojo, frustración, ansiedad, lo que sea, es simplemente mentirles. Esta frase, en cambio, también los motiva a manejar y procesar sus emociones de una forma sana.
3. En vez de: “¡No te atrevas a pegar!
Intenta: “Está bien enojare, pero no puedo dejar que pegues. Debemos mantenernos seguros a todos”.
Ésta establece perfectamente que la emoción está bien, pero la acción no. Separar estos dos elementos hará que tu niño aprenda, efectivamente, a hacer esta separación.
4. En vez de: “¡Estás siendo bien difícil!”
Intenta: “Ésta es complicada ¿no? Pero vamos a entenderla y superarla juntos”.
Cuando los niños están que no lo calienta ni el sol, debemos entender por qué. Esta frase refuerza la idea de que están en el mismo equipo, trabajando para el mismo objetivo.
5. En vez de: “¡Ya, suficiente! ¡Estás fuera!”
Intenta: “Vamos a calmarnos los dos y encontrar nuestro punto juntos”.
Esto cambia la idea de “afuera” a “adentro”, permite así la reconexión en vez del aislamiento.
6. En vez de: “¡A lavarse los dientes ya!”
Intenta: “¿Te gustaría lavarle los dientes a Elmo primero y luego a los tuyos?”
Los pequeños a veces se frustran cuando no tienen control de su ambiente, bueno, todos. Pero con esta frase, le ofreces una opción, una forma de control en donde ellos tienen el poder de elegir.
7. En vez de: “¡Cómete tu comida o te vas a quedar sin hambre!”
Intenta: “¿Cómo podemos hacer que la comida sea más rica?”
Esto le da al pequeño una responsabilidad de encontrar una solución.
8. En vez de: “¡Este cuarto está asqueroso! No puedes salir hasta que esté limpio”.
Intenta: “¿Qué te parece si empezamos a limpiar esta esquina desordenada? Yo te ayudo”.
En vez de centrar toda tu atención a terminar una tarea que se ve imposible, intenta plantear la meta más sencilla. Sobre todo si es una tarea que a nadie le gusta hacer, lo importante es iniciarla.
9. En vez de: “¡Ya estuvo! ¡Nos vamos!
Intenta: “¿Qué te falta para que estés listo para irnos?”
Permite a los niños que piensen en los procesos de transición de sus vidas. Esto va a ayudar frente a una pelea de poder y les va a dar una oportunidad para pensar en que están haciendo el paso a una nueva actividad. También es una rutina excelente para cuando hacen juegos de rol y no están yendo realmente a ningún lado.
10. En vez de: “¡No te estés haciendo berrinche!”
Intenta: ¿Qué te parece si me lo vuelves a decir en tu voz normal?”
Algunos niños hacen berrinche sin siquiera darse cuenta. Al pedirles que lo digan en un tono normal, les enseñas a que la forma en que dices las cosas es muy importante.
11. En vez de: “¡Ya no te estés quejando!”
Intenta: “Ya te escuché. ¿Se te ocurre alguna solución?”
De nuevo, esto le da la responsabilidad al niño. La próxima vez que se esté quejando de la escuela/hermanos/comida/, mejor realicen una lluvia de ideas para llegar a una solución. Con esto debes recordarle que no hay respuesta incorrecta y que entre más boba sea, mejor.
12. En vez de: ¿Cuántas veces te lo tengo que repetir?”
Intenta: “Creo que no me escuchaste la primera vez. ¿Qué te parece si te lo digo y me lo repites?”
Hacer que tu niño repita el mensaje, hacer más fuerte el mensaje. Variar en el volumen y tono le da un elemento divertido.
13. En vez de: “Ya no te frustres”.
Intenta: “¿Está demasiado complicado? ¿Qué te parece si nos damos un descanso y regresamos en 52 minuto?”
Suena muy aleatorio, pero se ha estudiado que la mayor productividad se realiza en un ritmo de trabajo de 52 minutos y un descanso de 17. Al descansar de tareas estresantes, permite regresar a ellas con mejores ánimos y otra perspectiva, más concentrados que antes. Y es lo mismo para la tarea, para el piano, para cualquier deporte.
14. En vez de: “¡A tu cuarto!”
Intenta: “Bueno, me voy a quedar aquí hasta que estés listo para darme un abrazo”.
Aislar a los niños solamente les da el mensaje de que hay algo mal con ellos. Al darles su espacio hasta que esté listo para reintegrarse, le estás asegurando que siempre estarás para él.
15. En vez de: “¡Me estás avergonzando!”
Intenta: “Vamos a algún lugar privado donde podamos arreglar eso”.
Esto no se trata sobre ti, es sobre él y sus sentimientos. Al quitar a los dos de la situación, le estás recordando ese trabajo en equipo, esto sin prestarle demasiada atención a su conducta.
16. En vez de: (Exhalar y girar tus ojos)
Intenta: (Míralo a los ojos, recuerda las mayores fortalezas de tu niño y dale una sonrisa)
Practica mantener la perspectiva pensando en las virtudes de tu niño.
17. En vez de: “¡Estás insoportable!”
Intenta: “Creo que estás pasando un mal momento, vamos a trabajar juntos en esto”.
Siempre, siempre, separa la conducta del niño, tu niño no es su conducta, más bien, trabaja la emoción y motiva a que encuentren una solución juntos.
18. En vez de: “¡Deja de gritar!”
Intenta: “Voy a imaginar que le voy a soplar a tus velitas de cumpleaños. ¿Me quieres ayudar?”
La respiración profunda ayuda a calmar completamente el cuerpo y hacerlo a través de un juego lo hace más sencillo. Para los niños mayores, tal vez sea más efectivo que quieran respirar como Darth Vader.
19. En vez de: “¡Ya no puedo contigo en este momento!”
Intenta: “Me estoy frustrando, pero voy a estar aquí calmándome”.
Enséñales cómo identificar y controlar sus emociones al darles un modelo en tiempo real.
20. En vez de: “¡Ya! ¡Es mi última palabra!”
Intenta: “Te amo y necesito que entiendas que no está bien que ______. ¿Hay algo que yo deba entender?”
Dale a los niños una forma visual de expresarse cómo se sienten, te puede sorprender lo que pueden decir y la clase de soluciones al problema que pueden encontrar.
21. En vez de: “¡Yo NO voy a cambiar!”
Intenta: “Lamento que no te parezca como _____. ¿Hay algo que podamos hacer para la próxima?”
Cambiar la atención del problema a la solución, elimina el conflicto de poder asociado al mismo problema.
22. En vez de: “¡Deja de decir que no!”
Intenta: “Escucho que estás diciendo mucho que no. Entiendo que algo no te gusta, pero vamos a trabajar en ver qué podemos hacer distinto”.
Al reconocer las negativas de tu niño, estás disminuyendo el problema. En vez de hacer una discusión de sí y no, hay que hacer una para encontrar la solución.
23. En vez de: “¡Ya no te enojes!”
Intenta: Entiendo que te puedes enojar. Vamos a intentar nuestro grito de guerra”.
Cuando gritamos al estar lastimados físicamente, podemos interrumpir los mensajes de dolor mandados por nuestro cerebro. Y aunque no esté lastimado físicamente, un grito de guerra puede funcionar para liberar toda la energía de furia de una forma lúdica.
24. En vez de: “¡No exageres!”
Intenta: “Estás teniendo una emoción muy fuerte, que ocasiona una reacción muy fuerte. Pero si la emoción fuera un monstruo, ¿cómo sería?”
Cuando los niños están cansados, hambrientos o hiperactivos, vamos a exagerar. Darle una cara a la emoción hace más externo el problema y le permite al niño responder a su monólogo interno. Esto ayuda subsecuentemente a controlar la emoción cada vez más.
25. En vez de: “¡Suficiente!”
Intenta: “Estoy aquí para ti. Te amo. Estás a salvo. (Entonces siéntate en calma con tu niño y permite que la emoción pase)”
Cuando los niños están en ese punto de furia o pánico, sus cuerpos están experimentando una respuesta al estrés. Hacerlos sentir seguros, los apoya hasta que estas emociones pasen. Esta es una habilidad vital de resiliencia.
1. En vez de: “¡Deja de aventar/tirar las cosas!”
Intenta: “Veo que estás aventando tus juguetes, ¿no quieres jugar con ellos? ¿Eso es lo que está pasando?”
Esta técnica de hablante/escucha está diseñada para ayudarnos a comunicar nuestros sentimientos de una manera no confrontacional. No solamente permite que las vías de comunicación se abran, sino que también te permite plantear la situación desde tu perspectiva, lo que le permite al niño replantear la misma situación desde su perspectiva.
2. En vez de: “¡Los niños grandes no hacen X!”
Intenta: “Los niños grandes, incluso los adultos tenemos sentimientos y está bien, algunos de éstos son pasajeros”.
Seamos honestos, entre más grandes tus niños sean, más grandes serán sus problemas y más grandes serán sus emociones. Decirles que los niños grandes no sienten enojo, frustración, ansiedad, lo que sea, es simplemente mentirles. Esta frase, en cambio, también los motiva a manejar y procesar sus emociones de una forma sana.
3. En vez de: “¡No te atrevas a pegar!
Intenta: “Está bien enojare, pero no puedo dejar que pegues. Debemos mantenernos seguros a todos”.
Ésta establece perfectamente que la emoción está bien, pero la acción no. Separar estos dos elementos hará que tu niño aprenda, efectivamente, a hacer esta separación.
4. En vez de: “¡Estás siendo bien difícil!”
Intenta: “Ésta es complicada ¿no? Pero vamos a entenderla y superarla juntos”.
Cuando los niños están que no lo calienta ni el sol, debemos entender por qué. Esta frase refuerza la idea de que están en el mismo equipo, trabajando para el mismo objetivo.
5. En vez de: “¡Ya, suficiente! ¡Estás fuera!”
Intenta: “Vamos a calmarnos los dos y encontrar nuestro punto juntos”.
Esto cambia la idea de “afuera” a “adentro”, permite así la reconexión en vez del aislamiento.
6. En vez de: “¡A lavarse los dientes ya!”
Intenta: “¿Te gustaría lavarle los dientes a Elmo primero y luego a los tuyos?”
Los pequeños a veces se frustran cuando no tienen control de su ambiente, bueno, todos. Pero con esta frase, le ofreces una opción, una forma de control en donde ellos tienen el poder de elegir.
7. En vez de: “¡Cómete tu comida o te vas a quedar sin hambre!”
Intenta: “¿Cómo podemos hacer que la comida sea más rica?”
Esto le da al pequeño una responsabilidad de encontrar una solución.
8. En vez de: “¡Este cuarto está asqueroso! No puedes salir hasta que esté limpio”.
Intenta: “¿Qué te parece si empezamos a limpiar esta esquina desordenada? Yo te ayudo”.
En vez de centrar toda tu atención a terminar una tarea que se ve imposible, intenta plantear la meta más sencilla. Sobre todo si es una tarea que a nadie le gusta hacer, lo importante es iniciarla.
9. En vez de: “¡Ya estuvo! ¡Nos vamos!
Intenta: “¿Qué te falta para que estés listo para irnos?”
Permite a los niños que piensen en los procesos de transición de sus vidas. Esto va a ayudar frente a una pelea de poder y les va a dar una oportunidad para pensar en que están haciendo el paso a una nueva actividad. También es una rutina excelente para cuando hacen juegos de rol y no están yendo realmente a ningún lado.
10. En vez de: “¡No te estés haciendo berrinche!”
Intenta: ¿Qué te parece si me lo vuelves a decir en tu voz normal?”
Algunos niños hacen berrinche sin siquiera darse cuenta. Al pedirles que lo digan en un tono normal, les enseñas a que la forma en que dices las cosas es muy importante.
11. En vez de: “¡Ya no te estés quejando!”
Intenta: “Ya te escuché. ¿Se te ocurre alguna solución?”
De nuevo, esto le da la responsabilidad al niño. La próxima vez que se esté quejando de la escuela/hermanos/comida/, mejor realicen una lluvia de ideas para llegar a una solución. Con esto debes recordarle que no hay respuesta incorrecta y que entre más boba sea, mejor.
12. En vez de: ¿Cuántas veces te lo tengo que repetir?”
Intenta: “Creo que no me escuchaste la primera vez. ¿Qué te parece si te lo digo y me lo repites?”
Hacer que tu niño repita el mensaje, hacer más fuerte el mensaje. Variar en el volumen y tono le da un elemento divertido.
13. En vez de: “Ya no te frustres”.
Intenta: “¿Está demasiado complicado? ¿Qué te parece si nos damos un descanso y regresamos en 52 minuto?”
Suena muy aleatorio, pero se ha estudiado que la mayor productividad se realiza en un ritmo de trabajo de 52 minutos y un descanso de 17. Al descansar de tareas estresantes, permite regresar a ellas con mejores ánimos y otra perspectiva, más concentrados que antes. Y es lo mismo para la tarea, para el piano, para cualquier deporte.
14. En vez de: “¡A tu cuarto!”
Intenta: “Bueno, me voy a quedar aquí hasta que estés listo para darme un abrazo”.
Aislar a los niños solamente les da el mensaje de que hay algo mal con ellos. Al darles su espacio hasta que esté listo para reintegrarse, le estás asegurando que siempre estarás para él.
15. En vez de: “¡Me estás avergonzando!”
Intenta: “Vamos a algún lugar privado donde podamos arreglar eso”.
Esto no se trata sobre ti, es sobre él y sus sentimientos. Al quitar a los dos de la situación, le estás recordando ese trabajo en equipo, esto sin prestarle demasiada atención a su conducta.
16. En vez de: (Exhalar y girar tus ojos)
Intenta: (Míralo a los ojos, recuerda las mayores fortalezas de tu niño y dale una sonrisa)
Practica mantener la perspectiva pensando en las virtudes de tu niño.
17. En vez de: “¡Estás insoportable!”
Intenta: “Creo que estás pasando un mal momento, vamos a trabajar juntos en esto”.
Siempre, siempre, separa la conducta del niño, tu niño no es su conducta, más bien, trabaja la emoción y motiva a que encuentren una solución juntos.
18. En vez de: “¡Deja de gritar!”
Intenta: “Voy a imaginar que le voy a soplar a tus velitas de cumpleaños. ¿Me quieres ayudar?”
La respiración profunda ayuda a calmar completamente el cuerpo y hacerlo a través de un juego lo hace más sencillo. Para los niños mayores, tal vez sea más efectivo que quieran respirar como Darth Vader.
19. En vez de: “¡Ya no puedo contigo en este momento!”
Intenta: “Me estoy frustrando, pero voy a estar aquí calmándome”.
Enséñales cómo identificar y controlar sus emociones al darles un modelo en tiempo real.
20. En vez de: “¡Ya! ¡Es mi última palabra!”
Intenta: “Te amo y necesito que entiendas que no está bien que ______. ¿Hay algo que yo deba entender?”
Dale a los niños una forma visual de expresarse cómo se sienten, te puede sorprender lo que pueden decir y la clase de soluciones al problema que pueden encontrar.
21. En vez de: “¡Yo NO voy a cambiar!”
Intenta: “Lamento que no te parezca como _____. ¿Hay algo que podamos hacer para la próxima?”
Cambiar la atención del problema a la solución, elimina el conflicto de poder asociado al mismo problema.
22. En vez de: “¡Deja de decir que no!”
Intenta: “Escucho que estás diciendo mucho que no. Entiendo que algo no te gusta, pero vamos a trabajar en ver qué podemos hacer distinto”.
Al reconocer las negativas de tu niño, estás disminuyendo el problema. En vez de hacer una discusión de sí y no, hay que hacer una para encontrar la solución.
23. En vez de: “¡Ya no te enojes!”
Intenta: Entiendo que te puedes enojar. Vamos a intentar nuestro grito de guerra”.
Cuando gritamos al estar lastimados físicamente, podemos interrumpir los mensajes de dolor mandados por nuestro cerebro. Y aunque no esté lastimado físicamente, un grito de guerra puede funcionar para liberar toda la energía de furia de una forma lúdica.
24. En vez de: “¡No exageres!”
Intenta: “Estás teniendo una emoción muy fuerte, que ocasiona una reacción muy fuerte. Pero si la emoción fuera un monstruo, ¿cómo sería?”
Cuando los niños están cansados, hambrientos o hiperactivos, vamos a exagerar. Darle una cara a la emoción hace más externo el problema y le permite al niño responder a su monólogo interno. Esto ayuda subsecuentemente a controlar la emoción cada vez más.
25. En vez de: “¡Suficiente!”
Intenta: “Estoy aquí para ti. Te amo. Estás a salvo. (Entonces siéntate en calma con tu niño y permite que la emoción pase)”
Cuando los niños están en ese punto de furia o pánico, sus cuerpos están experimentando una respuesta al estrés. Hacerlos sentir seguros, los apoya hasta que estas emociones pasen. Esta es una habilidad vital de resiliencia.
Fuente: Perfecto guru
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